Toda futura mamá siempre se le ha recomendado “Ahora tienes que comer por dos”, cuando se encuentra en la etapa del embarazo, lo cierto es que este consejo se vuelve la excusa perfecta para comer en exceso cualquier tipo de alimento, lo que puede ser un peligro para la salud de ambos.
La doctora Kerima de la Ossa, ginecóloga obstetra del Centro Médico Paitilla, explica que la alimentación es lo más importante en el embarazo, el comer por dos no es recomendable, inclusive es imposible que la embarazada duplique la cantidad de comida.
¿Cuánto debe comer la embarazada?
La cantidad de peso que debe aumentar en el embarazo depende del peso pre embarazo, «si la persona se encuentra en un índice de masa corporal, suponiendo que está entre los límites normales, el peso que debe aumentar es de 25 a 35 libras, a excepciones de pacientes que entran a esta etapa con bajo peso, se aumenta un poco más», puntualiza la ginecóloga.
Según la médico el primer trimestre para fines prácticos no se debe aumentar el peso, incluso en algunas pacientes se suele disminuir por las náuseas, vómitos y la adaptación de la alimentación. Sin embargo, asegura que para el segundo y tercer trimestre se debe aumentar en promedio de una libra por semana, por esta razón se realiza un control de peso en cada cita. «Es importante resaltar que este aumento no solo se refleja por consumo de grasa, el depósito de grasa contribuye de seis a ocho libras», añade.
Aceites y Grasas
Generalmente cuando se escucha la palabra “grasa” el rechazo y pensamientos negativos predominan en la mente de la futura madre, pero aunque cueste reconocerlo, la grasa es importante para el crecimiento de la placenta y para el crecimiento de los órganos del bebé.
De la Pasa afirma que el requerimiento de grasa que necesita una embarazada al día es el equivalente de dies cucharaditas de aceite vegetal, las grasas saturadas o grasas vacías, aquellas que encontramos en la comida chatarra o golosinas, son las que debemos evitar consumir.
Mitos del consumo de alimentos
A través del tiempo se ha creado una serie de mitos respecto a qué se debe y qué no comer, uno de estos es el consumo de mariscos. «Este tipo de alimentos son una importante fuente de omega 3 y ácidos grasos, que sirven para el desarrollo del sistema neurológico del bebé por ello la doctora recomienda comer camarones tunas enlatadas, salmón cocido y sardinas cada uno de ocho a doce onzas que en porciones son de dos a tres veces por semana.
Aunque agrega que existen algunos pescados que son altos en mercurio, metal que puede ser tóxicos para el desarrollo del bebé durante el embarazo como el pez espada y tiburón pero actualmente este marisco no tiene demanda en Panamá, resalta De la Ossa.
Al igual que el mito de los mariscos, el café se vuelve una bebida poco consumida por las embarazadas. Al contrario de lo que se pueda pensar sobre la cafeína en el periodo de embarazo, esta es una bebida que no afecta al crecimiento del bebé, ya que estudios han comprobado que una taza de café de doce onzas tiene los requerimientos de cafeína que una embarazada puede tomar por día, teniendo en cuenta que ya consumido el límite de cafeína por día, la embarazada no deberá ingerir ninguna otra bebida que contenga cafeína, indica la doctora De la Ossa.
Vitaminas o Minerales
Durante el embarazo se debe tener como prioridad el consumo de vitaminas como el ácido fólico y el hierro.
«El ácido fólico ayuda a evitar que los bebés salgan con defecto de tubo neural (problemas en el cerebro o médula espinal). Mientras que con el hierro se evita que la madre y el bebé padezcan anemia y en el caso del calcio, no es necesario un consumo extra, si se ingiere suficiente lácteos en los alimentos», recomienda.