Shanghái, la ciudad que no duerme

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Lo primero que llama la atención son sus modernos rascacielos, construidos en lo que antes era Puxi, una zona agrícola y semindustrial. Este sector de Shanghái comenzó a desarrollarse en 1990 con el fin de convertirse en el sitio más pujante de la ciudad. Y lo logró. Hoy se llama Pudong (que significa “al este del río”) y es el actual distrito financiero y comercial de esta ciudad china y uno de los más importantes en el mundo.

Actualmente, Pudong continúa creciendo y se ha convertido en una de las imágenes más representativas de Shanghái, y no es para menos. Modernas edificaciones, como la torre Jin Mao, con 88 pisos, el Shanghai World Financial Center Tower, de 100 pisos, considerado el segundo edificio más alto del mundo, y la torre de la Televisión Perla de Oriente, un gigantesco rascacielos con aspecto de molécula que se ve desde cualquier punto dentro de Shanghái, son dignos de admirar.

Las calles de esta urbe son muy limpias y organizadas, aquí tanto autos como motos, ciclistas y peatones tienen una vía o vereda designada para transitar.

A pesar de que Shanghái a menudo está cubierta por nubes grises, debido a la contaminación, a los turistas parece importarles poco. Esta cosmopolita y pujante ciudad es también la capital de la alta tecnología, puesto que allí se concentran compañías como Huawei Technologies, Fuzhou Rockchip Electronics y Allwinner Technology.

Durante la noche, la iluminación de edificios modernos y antiguos convierte la ciudad en un espectáculo de luces sin igual.

La ciudad que no duerme

De noche Shanghái se transforma, se vuelve la ciudad del futuro, te encuentras con muchos contrastes visuales, colores vivos acompañados de un ritmo de vida incansable, de allí el apodo de “la ciudad que nunca duerme”. Está rodeada por el río Huangpu, que yace sobre el delta del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo.

Shanghai ha sido una ciudad de noche desde 1930. Antes, la vida nocturna era para los personas de clase alta. Hoy la historia es otra.

Los clubes y los bares de la ciudad son sus latidos del corazón, zumbando de excitación. Las discotecas y salas de baile mantienen el impulso desde bien entrada la noche y es aquí donde entran en acción los jóvenes, quienes intentan liberarse de las cargas del día disfrutando bajo las luces de neón hasta que salga el sol. Esta incansable actividad nocturna también la lleva a estar en la lista de las “ciudades del pecado” en el mundo.

De paseo por el barrio antiguo

Muy cerca del Bund (una zona peatonal de dos kilómetros de longitud que recorre la parte oeste del río Huangpu) se encuentra el Barrio Antiguo, conocido por los lugareños como Nán Shi (ciudad del sur). En este barrio se encuentran los templos que evocan la época imperial de China durante las dinastías Ming y Qing.

Cada esquina del Barrio Antiguo está cargada de historia, conservando la arquitectura y colorido de aquella época en la que Shanghái fue un imperio.

Al entrar a la zona de noche, aparece la China más tradicional. Sus calles se vuelven estrechas debido a la multitud de personas que a diario visitan el barrio. Desde lejos se percibe el olor a incienso, a ambos lados de la calle se observan puestos de ventas de comida, tiendas de ropa y souvenirs, casas de té, restaurantes, bares, en fin, un estilo de vida diferente al resto de la ciudad actual. Lo que llaman Old Street (la calle Fangbang Zhonglu) es un espectáculo callejero, desde donde se puede apreciar la disposición circular que refleja la huella de la vieja ciudad amurallada —que fue derribada en el siglo XVI— para defenderse del saqueo de los piratas japoneses. Seguido se encuentran los jardines Yuyuan, de estilo tradicional, construidos entre 1559 y 1577 durante la dinastía Ming. Colmado de estanques, puentes de madera, pabellones y una exuberante vegetación, invita al viajero a detenerse allí todo el día.

Jardín Yuyuan, de estilo tradicional, construidos en 1559 y 1577 durante la dinastía Ming.

En la ciudad más poblada de China, con más de 25 millones de habitantes, su desarrollo provoca cambios tan veloces que muchas veces sus propios habitantes son incapaces de orientarse adecuadamente.

A orillas del río Huangpu

Por la noche la escapada es por el río Huangpu en un barco tradicional chino. El recorrido —que cuesta 20 dólares y dura una hora— suele ser en “U” saliendo desde el embarcadero de Bund. Hacer la travesía de noche es lo más recomendable para el viajero porque de esta forma puede disfrutar de las luces neón que hacen resaltar a los rascacielos de Pudong y ver iluminados los edificios coloniales de la zona de Bund, un contraste futuro-pasado que parece de fantasía.

La ciudad de Shanghái frente al río Huangpo.

Los gigantescos barcos de carga navegan al lado de las diminutas embarcaciones conocidas como sampans, remarcando el contraste entre la tradición y la tecnología.

Picante cocina

La gastronomía de Shanghái también es conocida como la cocina de Huaiyang, para dar nombre al estilo de la comida de la costa oriental de China y se puede encontrar en los restaurantes más prestigiosos como en los puestos en la calle. Sin embargo, a cada platillo el toque lo pone el picante.

Delicias de la comida de Shanghái

Los amantes de este tipo de comida pueden encontrar en Shanghái un paraíso, ya que su cocina contiene gran variedad de platos picantes a prueba de los estómagos más resistentes. Poco a poco, uno puede ir aprendiendo a disfrutar este ‘‘caliente sabor’’.

Uno de los favoritos es el cerdo joko picante. Las carnes, los langostinos, el pescado y el tofú picantes. Otra delicia es el salomillo wok y el pato pekinés, aunque es típico de Pekín (la capital de China), el pato marinado y asado que se sirve en rebanadas es también un plato muy común en Shanghái.

Mientras se degusta cada platillo (colocados en una rueda giratoria sobre la mesa) se puede aplacar el paladar con uno de los té tradicionales, como el Long Jing, que es un té verde, el Oolong chino o el té blanco.

Eso sí, para comer en esta ciudad, es prescindible manejar los palitos chinos con aceptable destreza, para evitar desastres.

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