Sinvergüenzura

En el engranaje gubernamental y municipal hay miles de funcionarios que hacen excelentemente su trabajo, pero también hay una gran cantidad que aprovechan la oportunidad para la coima. Policías de tránsito tienen hasta Yappy y los bomberos ni hablar. Están los que tramitan permisos en los municipios o en Migración. Últimamente han salido los coimeros en las empresas de distribución eléctrica que no perdonan. Es como una plaga generalizada que si no la combatimos nos llevará a un callejón sin salida. Y es que la coima es una sinvergüenzura que se está arraigando por esa pérdida de valores de la sociedad. La vergüenza es el mejor antídoto contra la corrupción. Muchas son las críticas contra los políticos, pero la propia población patrocina la sinvergüenzura de los mandos medios y bajos. Pareciera que la burocracia se aletarga más a propósito, porque donde hay ineficiencia surge de inmediato el negocio. Si hay algo que ponerle atención, es a esta práctica malsana. La destitución de cuatro bomberos por coimeros, debe ser la regla a aplicar en todo el engranaje municipal y gubernamental, porque seguir permitiendo esto es seguir directo al fracaso como sociedad. ¡Así de simple!

Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo

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