Parte tres / Conclusión.
Texto e ilustraciones: Manuel Montilla
Entrevista a la Arq. Yamel Gozaíne
Hemos estado conversando sobre los acuciantes problemas que se presentan, en Chiriquí, con la Torre Exenta de la iglesia Catedral de San José de David y las posibilidades inminentes de su colapso estructural. No es caso aislado, en nuestra región tenemos al Museo de Historia y Arte José de Obaldía y al Museo Histórico y Etnográfico Julio Gómez Ruiz, por mencionar otras dos edificaciones bajo la egida de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, que sufren daños notorios e irreversibles con conocimiento y paciencia de las autoridades correspondientes, quienes muestran, como mínimo, una actitud irresponsable y de desidia.
Nada puede hacer la comunidad ante las amenazas de multas y sanciones, aunque los estamentos autorizados no realicen la labor que por obligación constitucional deben cumplir. Desgraciadamente, esta actitud no se circunscribe solo a la región chiricana, en otros puntos del territorio nacional la indiferencia es notoria ante la salvaguarda de nuestro patrimonio cultural e histórico. No obstante, el Ministerio de Cultura solicita ingentes cantidades de dinero (novecientos mil balboas) para celebrar la navidad en el Teatro Nacional. En distritos como La Pintada patrocina las actividades de fin de año (doscientos mil balboas), mientras en la ciudad capital, calle 13 de Santa Ana, colapsa un muro histórico. ¿Qué excusa nos ofrecerán cuando la torre exenta y los museos chiricanos estén en el suelo? El Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, «desde 1976, cuando se abrió, ha conocido una historia turbulenta, con cierres y reaperturas hasta la situación actual, clausurado durante años por remodelación.» (Dr. Omar Jaén Suárez, La Estrella de Panamá, 12 de noviembre 2024).
En cuanto a nuestra torre exenta, la restauración arquitectónica es esencial no solo para reparar los daños, sino también para devolver la torre a su estado original y preservar su valor estético e histórico. Esto incluye la reconstrucción de elementos ornamentales dañados, la restauración de las superficies exteriores con técnicas tradicionales, y la reintegración de cualquier componente perdido o deteriorado. La colaboración con expertos en conservación y restauración es vital para asegurar que estas intervenciones respeten y mantengan la autenticidad histórica de la torre.
La preservación del patrimonio cultural e histórico es una tarea que requiere el compromiso activo de la comunidad. Los ciudadanos pueden desempeñar un papel crucial mediante el voluntariado en proyectos de restauración, la participación en campañas de concienciación y la aportación de fondos a través de donaciones. La educación y sensibilización de la comunidad acerca de la importancia del patrimonio histórico fomentan un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su preservación.
Continuamos la conversa con la arquitecta Yamel Gozaine, sobre nuestro tema central: la problemática de la Torre Exenta de la Catedral de David.
Pregunta: ¿Cómo puede la comunidad local involucrarse en la preservación de la torre? ¿Qué papel juegan las agrupaciones, los voluntarios, los vecinos y las campañas de concienciación pública?
Respuesta: «La presencia de la comunidad, agrupaciones y en especial los residentes del Barrio Bolívar, son determinantes para la preservación de los Monumentos importantes del área, incluyendo la torre exenta, y para empujar los proyectos y transformación del lugar. Sin la ayuda e interés de la gente, las autoridades no sentirán la necesidad de voltear la mirada hacia esta oportunidad para David, una ciudad importante en nuestro país, pero que no tiene un atractivo para el turismo nacional o internacional. Se cuenta con un potencial enorme para ir construyendo una ciudad con calidad de vida para sus habitantes y donde se inculque el amor por su historia. Sobre todo, a las nuevas generaciones, jóvenes que crecerían con este sentido de pertenencia. Nadie ama lo que no conoce. Entonces debemos orientar a las autoridades a ver lo que aún no ven y no visualizan, y seguir sembrando esta semilla.»
Pregunta: ¿Qué desafíos y oportunidades ves en la integración de la torre exenta con el entorno urbano del barrio Bolívar? ¿Cómo puede su restauración contribuir al desarrollo cultural y turístico de la zona?
Respuesta: «La Torre Exenta de la Catedral, así como el Museo de Historia y de Arte José De Obaldía, son las únicas dos edificaciones declaradas Monumento Histórico Nacional en la ciudad de David. Todo lo que se haga y proyecte en el Barrio Bolívar, donde se encuentran, debe tener estos dos monumentos como pilar central de su desarrollo. El proyecto del Sector Histórico de David debe ser un proyecto integral, que reúna un gran conjunto de diseños con visión y con voluntad para transformar la ciudad. Todo debe ser concordante con la arquitectura del área y que las proporciones de sus calles se mantengan para preservar ese toque de época. El mejor ejemplo es Casco Antiguo en Panamá. Es un todo. No proyectos independientes, sino proyectos que van de la mano para lograr un cambio que se sienta y que se vea. El mayor desafío en estos 15 años trabajando en tratar de poner en valor nuestro Sector Histórico ha sido y sigue siendo, lograr que las autoridades competentes se unan con la sociedad civil, residentes del barrio y se logre un proyecto de Estado donde no cambie con cada administración y donde se visualice la importancia y el gran potencial para transformar toda una ciudad. La gente lo ve y lo entiende. Se convertiría en un punto turístico, histórico, económico y cultural. También quiero mencionar que, en el Barrio Bolívar, (Barrio El Peligro, como se denominaba de origen) nuestro Sector Histórico, han vivido personajes muy importantes de la historia de la región, no sólo de Panamá, como Francisco Morazán, José de Obaldía Orejuela, José Domingo de Obaldía, Rafael Núñez, entre otros. Y que la importancia de las estructuras que aquí encontramos va más allá de su arquitectura. Detrás de cada edificación hay una historia humana que contar y que da aún más valor a lo que allí vemos. Es nuestro sueño ver este importante lugar transformado en el centro cultural de David, centro histórico económico y turístico.»
El gobierno tiene la responsabilidad fundamental de proteger y preservar el patrimonio histórico. Esto incluye la creación y aplicación de legislación específica que garantice la protección de los monumentos históricos, así como la asignación de fondos suficientes para su mantenimiento y restauración. Además, es esencial que el gobierno colabore con organizaciones locales e internacionales especializadas en la conservación del patrimonio para desarrollar y ejecutar proyectos eficaces y sostenibles.
La torre exenta de la catedral de San José de David no es solo una estructura arquitectónica; es un símbolo vivo de la historia y cultura de Chiriquí y Panamá. Su preservación es un deber que trasciende generaciones y requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. A través de reparaciones estructurales inmediatas, un plan de mantenimiento regular, el fortalecimiento sísmico y la restauración arquitectónica, es posible asegurar que esta joya patrimonial continúe siendo un testimonio vibrante de nuestro pasado para las futuras generaciones. La participación ciudadana y el apoyo gubernamental son pilares fundamentales para el éxito de estos esfuerzos, garantizando así que nuestra historia y cultura perduren en el tiempo.