El campeonato de la Serie Mundial es la máxima aspiración de cada uno de los 30 equipos de las Grandes Ligas. Mientras algunos clubes cosechan el fruto de sus inversiones con jugadores formados en sus equipos de Ligas Menores, otros sacan provecho de inversiones directas en jugadores que les permitan alcanzar la gloria. Ese es el caso de los Dodgers de Los Ángeles.
El nuevo campeón de la Serie Mundial de béisbol superó 4-1 a los Yanquis de Nueva York para alcanzar la corona por octava ocasión en su historia. Lo hizo de la mano del estratega Dave Roberts, quien una vez más probó que la nueva forma de guiar un equipo de béisbol, a través de la llamada «sabermetría» da resultados positivos.
Roberts lidió con un hospital, teniendo a varias de sus mejores fichas fuera de acción en diversos momentos de la temporada regular y la postemporada. Clayton Kershaw y Tony Gonsolin, dos de sus abridores estelares, quedaron fuera de acción; también perdió en el camino a Joe Kelly, Evan Phillps, Carlos Durán y Dustin May, entre otros. Súmele al primera base Freddie Freeman, quien lidió con una lesión en las series de postemporada, y quien logró recuperarse en los días previos a la Serie Mundial, para convertirse en el eje ofensivo de los californianos.
Ante la situación, el equipo estuvo muy activo antes del 31 de julio. Obtuvieron en cambio al abridor Jack Flaherty procedente de los Tigres de Detroit, Michael Kopech, quien llegó procedente de los demacrados Medias Blancas de Chicago, También consiguieron al «súper utility», Tommy Edman, procedente de los Cardenales de San Luis, y quien resultó una pieza fundamental en la coronación de los Dodgers.
Añadiendo a los japoneses Shohei Ohtani y Yoshinobu Yamamoto, contrataciones multimillonarias que apuntaron desde un principio a ganar este año la Serie Mundial, los Dodgers de Los Ángeles armaron un equipo no solo competitivo, sino una novena ganadora, en todos los sentidos.
Ahora, el equipo tendrá una nueva tarea por cumplir para la campaña de 2025. Volver a ser campeones de la Serie Mundial. Ningún equipo ha ganado campeonatos en años consecutivos desde la temporada de 2001. Ese es ahora el objetivo, para la tropa que dirige Dave Roberts.
Al final, la coronación de los Dodgers de Los Ángeles resultó el producto de una serie de factores, movimientos y predicciones bastante bien calculadas. En esta ecuación, hubo un auténtico trabajo de equipo, desde al núcleo administrativo