Comercio mundial enfrenta importantes perturbaciones
El comercio mundial se enfrenta a importantes perturbaciones ya que dos de los puntos de estrangulamiento marítimo más importantes del mundo -el Canal de Suez y el Canal de Panamá- experimentan graves problemas derivados de las tensiones geopolíticas y los riesgos relacionados con el clima.
Un informe publicado hoy 22 de octubre por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advierte que “además de poner a prueba las cadenas de suministro mundiales y socavar el crecimiento económico, estas perturbaciones están incrementando los costes, modificando los patrones comerciales, alterando el flujo de suministros energéticos y alimentarios y amenazan con exacerbar los riesgos para la seguridad alimentaria, especialmente las economías vulnerables”.
El tráfico por el Canal de Suez cae en picada
El informe revela que el número de buques que transitan por el Canal de Suez ha tocado fondo. Los últimos datos disponibles muestran que, a mediados de octubre de 2024, la media de 33 tránsitos diarios era un 57% inferior a su máximo anterior, un 55% inferior a la de hace un año y sólo un 4% superior a la media de cuatro semanas más baja registrada.
Por el contrario, dice el informe, “el tráfico del Canal de Panamá muestra signos de recuperación. A mediados de octubre de 2024, la media cuatrisemanal de 30 tránsitos diarios era un 30% inferior a la de hace un año, y lo que es más importante, ya estaba un 40% por encima del nivel más bajo de tránsitos registrados a principios de 2024”.
Agrega que “la capacidad de desvío de buques en torno al Cabo de Buena Esperanza ha aumentado un 89%. Aunque esto mantiene las mercancías en movimiento, aumenta significativamente los costes, los retrasos y las emisiones de carbono”.
“Las rutas más largas han provocado un aumento de la congestión portuaria, del consumo de combustible, de los salarios de las tripulaciones, de las primas de seguros y de los riesgos de piratería, todo ello a la vez que han incrementado los costes globales y las emisiones de gases de efecto invernadero”, señala.
Las economías vulnerables las más afectadas
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) por sus siglas en inglés y los Países Menos Adelantados (PMA) se llevan la peor parte de estas perturbaciones.
Si el aumento de los fletes de los contenedores observado entre octubre de 2023 y junio de 2024 -impulsado por la crisis del Mar Rojo y las perturbaciones del Canal de Panamá se mantiene hasta finales de 2025- los precios mundiales al consumo podrían aumentar un 0,6% a finales de 2025.
Los PEID serían los más afectados, con un aumento potencial del 0,9% y los precios de los alimentos procesados subirían un 1,3%.
Los suministros energéticos también están en peligro, ya que las interrupciones en las rutas marítimas clave afectan al transporte de petróleo, gas y otros productos energéticos esenciales.
Se necesitan medidas rápidas
En respuesta a estos crecientes desafíos, el Estudio sobre Transporte Marítimo 2024 de UNCTAD pide una acción rápida y coordinada para salvaguardar el comercio mundial y mitigar los efectos de estas vulnerabilidades de los puntos de estrangulamiento.
La organización hace hincapié en la necesidad de:
_Reforzar la cooperación internacional y mejorar los sistemas de vigilancia para garantizar el buen funcionamiento de las rutas marítimas, proporcionar alertas tempranas y permitir el desvío rápido y eficaz de los buques.
_Diversificar las rutas marítimas y apoyar las iniciativas comerciales regionales para reducir la dependencia de las rutas de larga distancia e impulsar los flujos comerciales intrarregionales.
_Invertir urgentemente en infraestructuras resistentes en los principales puntos de estrangulamiento para minimizar el impacto de los riesgos y conflictos climáticos.
Los problemas de los Canales de Suez y Panamá ponen de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales frente a las perturbaciones, incluidas las causadas por los crecientes riesgos climáticos y geopolíticos.
“Dado que el transporte marítimo representa más del 80% del volumen del comercio mundial, garantizar la resistencia de las infraestructuras marítimas y acelerar la transición a un transporte marítimo con bajas emisiones de carbono es fundamental para mantener un flujo de mercancías en todo el mundo”, concluye el informe de UNCTAD.