Un tribunal de Moscú ha emitido una orden de arresto contra Yulia Navalnaya, la viuda del fallecido líder opositor ruso Alexei Navalny, acusándola de «participar en una comunidad extremista». La decisión del Tribunal del Distrito de Basmanny, anunciada el martes 9 de julio de 2024, implica que Navalnaya podría ser detenida si regresa a Rusia.
Navalnaya, quien abandonó Rusia en 2021 y actualmente reside en el extranjero, ha sido incluida en una lista internacional de personas buscadas. La orden de arresto, solicitada por el Comité de Investigación ruso, establece una medida cautelar de dos meses a partir de su eventual extradición o detención en territorio ruso.
Esta acción legal se produce cinco meses después de la controvertida muerte de Alexei Navalny en una colonia penal del Ártico el 16 de febrero de 2024. Navalny, quien había sido encarcelado tras regresar a Rusia después de un intento de envenenamiento en 2020, falleció en circunstancias que la oposición rusa considera sospechosas.
Desde la muerte de su esposo, Yulia Navalnaya ha intensificado su activismo político, acusando abiertamente al presidente Vladimir Putin de ser responsable del fallecimiento de Navalny. Ha prometido continuar la labor opositora de su marido y se ha convertido en una crítica acérrima de la guerra en Ucrania.
La orden de arresto parece estar relacionada con el papel de Navalnaya en la Fundación Anticorrupción de Navalny, organización que fue etiquetada como «extremista» por las autoridades rusas y ahora opera desde el exilio en Lituania. La fundación ha ganado notoriedad por exponer presuntos casos de corrupción entre altos funcionarios del Kremlin.
En respuesta a la decisión judicial, Navalnaya publicó un mensaje en la plataforma de redes sociales X (anteriormente Twitter), donde expresó: «Cuando escriban sobre esto, por favor no se olviden de escribir lo principal: Vladimir Putin es un asesino y un criminal de guerra. Su lugar está en la cárcel, y no en algún lugar de La Haya, en una celda con un televisor, sino en Rusia, en la misma colonia y la misma celda de dos por tres metros en la que mató a Alexéi».
Recientemente, Navalnaya ha asumido nuevos roles en el ámbito internacional. En abril, anunció que estaba ayudando a editar un manuscrito escrito por su marido durante su encarcelamiento, cuya publicación está prevista para octubre en varios países. Además, este mes fue elegida presidenta de la Fundación de Derechos Humanos, una organización sin fines de lucro que promueve los derechos humanos a nivel global.
La represión contra la oposición en Rusia se ha intensificado en los últimos años, con numerosos activistas y críticos del gobierno enfrentando arrestos o viéndose obligados al exilio. Miles de ciudadanos rusos han sido detenidos por protestar o criticar la ofensiva militar en Ucrania, con muchos recibiendo largas condenas de prisión.
Leonid Volkov, ex colaborador cercano de Alexei Navalny que también se encuentra en el exilio, comentó irónicamente sobre la decisión judicial, describiéndola como «un hermoso reconocimiento de la determinación de Yulia en proseguir con el combate de Alexéi».
En mayo de este año, Yulia Navalnaya recibió el Premio de la Paz de Dresde, otorgado póstumamente a su esposo. El galardón reconoce a personalidades que contribuyen a un «mundo mejor y más pacífico», y en esta ocasión se destacó el papel de Navalny como símbolo de «la resistencia contra la política contraria a la dignidad humana del Gobierno ruso».
La orden de arresto contra Navalnaya ha sido interpretada por muchos observadores como un intento de silenciar una de las voces más prominentes de la oposición rusa en el exilio. Sin embargo, ella ha reiterado su compromiso de continuar la lucha por la democracia y los derechos humanos en Rusia, a pesar de los crecientes desafíos y riesgos personales.