El aún presidente venezolano, Nicolás Maduro, decidió retirar todo el personal de las misiones diplomáticas de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, en una medida que no tiene precedentes en la historia diplomática latinoamericana.
En un comunicado dado a conocer menos de 24 horas después de haber «ganado» las elecciones presidenciales del domingo último, el gobierno venezolano expresó su más firme rechazo ante lo que considera las injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, que se pronunciaron contra los resultados dados a conocer por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela..
El gobierno venezolano tildó de «subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional» a los países que señalaron objeciones a la elección de Maduro, para un nuevo período presidencial de seis años.
Horas antes de este anuncio, el gobierno de la República de Panamá retiró su personal diplomático de Venezuela, mientras que más de una docena de países del continente americano cuestionan la transparencia e incluso desconocen la victoria anunciada de Maduro.
El presidente panameño José Raúl Mulino anunció además que las relaciones con el país sudamericano «han quedado en suspenso, hasta que se ponga en marcha un sistema institucional, transparente y confiable en el conteo de votos de las elecciones presidenciales venezolanas», celebradas este domingo.
La administración Mulino también solicitará una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para convocar una reunión de consulta de cancilleres en la que se discuta la situación en Venezuela, destacó un comunicado del Ministerio de la Presidencia.
Mulino definió como “frágil” la relación entre ambos países durante los últimos años, y que se dañó el pasado 26 de julio, a raíz de la decisión unilateral del gobierno venezolano de cerrar su espacio aéreo a vuelos de la panameña Copa Airlines.
