A escasos días que finalice el primer semestre del año, el Servicio Nacional de Migración (SNM) ha registrado un total de 195 mil 800 migrantes irregulares transitados por la selva del Darién, área fronteriza entre Panamá y Colombia.
De acuerdo con informes del SNM, de ese total 159 mil 263 extranjeros son nacidos en América del Sur, mientras que un total de 9 mil 631 originarios de Asia, seguido de 11 mil 369 de Antillas, 5 mil 508 de África y 46 de otras regiones.
Solo en lo que va del mes de junio, han ingresado unas 25 mil 803 personas, de las cuales 20 mil 491 son adultos y 5 mil 312 son menores de edad.
Estas personas continuarán su travesía por toda Centroamérica hasta llegar a su destino final, Estados Unidos.
El presidente electo José Raúl Mulino, – quien toma posesión el 1 de julio- propuso al presidente estadounidense Joe Biden cerrar el tapón del Darién e iniciar una repatriación diaria de aquellas personas que ingresen de forma irregular por la frontera colombo panameña, para así reducir la migración de indocumentados a Estados Unidos.
“La frontera de Estados unidos hoy no es Texas, sino Darién en Panamá”, dijo Mulino en una entrevista en CNN con el periodista Andrés Oppenheimer.
Y es que el tapón del Darién, se han convertido en los últimos ocho años en un centro de tráfico de personas que es dominado por el cartel colombiano Clan del golfo, siendo el mayor beneficiado de esta crisis migratoria.
Solo el año pasado ingresaron medio millón de migrantes por la selva del Darién. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Colombia, se estima que el Clan del Golfo, grupo armado que regula las rutas utilizadas por los migrantes, obtiene 125 dólares por cada persona por cruzar la selva. Si la estimación es correcta, el grupo criminal pudo haber obtenido un total de 57 millones de dólares, reveló un informe de Human Rights Watch.
Según el informe, el Clan regula estas rutas para evitar que la migración ponga en peligro las rutas de tráfico de cocaína.