La industria minera en América Latina es uno de los más productivos y rentables en los diversos países que componen la región, lo cual permite que tengan un gran potencial en las oportunidades de negocio y al mismo tiempo desafíos únicos para mantener su productividad. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la industria minera es uno de los más importantes en América Latina. Según datos de la organización de la Naciones Unidas, este sector representa aproximadamente el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región y el 45 por ciento de las exportaciones. No obstante, los ingresos obtenidos a partir de la industria se pueden ven impactadas por varios retos, como pueden ser incidentes humanos, fenómenos naturales o accidentes operativos.
Con el avance de la tecnología, así como la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en cualquier actividad humana y económica a nivel global, las empresas que operan en la industria minera no se han quedado atrás y han visto la oportunidad y los beneficios de invertir en innovación para reducir riesgos, bajar costos de operación e incrementar la eficiencia, así como también proteger a su personal, incrementar la seguridad de sus activos e incluso disminuir el impacto ambiental.
Las ramas de negocio donde más se ha visto reflejada esta inversión es en el de la seguridad y la videovigilancia. Su implementación ha reducido los accidentes laborales en un 15% en minas de América Latina. Como dato curioso, actualmente, hay más de 50,000 cámaras de seguridad instaladas en minas y plantas de procesamiento en la región. Se estima que en Latinoamérica los sistemas de videovigilancia crezcan en ingresos totales 31.9 mil millones de dólares para 2025 con una tasa compuesta anual total de 7.1 %, según el estudio de mercado de monitoreo en Latinoamérica.
La importancia de que compañías que se desenvuelven en la industria minera inviertan en tecnología enfocada en la seguridad no sólo es un tema poco hablado, sino que también es fundamental para el continuo desarrollo de innovación que contribuya al sector. La implementación de nuevas herramientas descubre maneras originales y más confiables para alcanzar las metas anteriormente mencionadas. Considero que existen dos ejes que influyen enormemente en la creación de un entorno seguro y confiable para las operaciones y el personal en la actualidad: las analíticas y la IA.
Analíticas: clave en la eficiencia operativa
En las operaciones mineras, la seguridad es primordial. Las soluciones que utilizan analíticas avanzadas ya sea tanto de videovigilancia, como de audio o controles de acceso permiten evitar accidentes del personal o pérdidas humanas. Gracias a la innovación, hoy en se pueden detectar y prevenir incidentes como caídas y otras lesiones mediante la supervisión constante y en tiempo real, alertando al personal sobre situaciones peligrosas y permitiendo una intervención rápida y efectiva. También existe tecnología diseñada para funcionar en condiciones extremas, incluyendo entornos con poca luz, cerca de la oscuridad o con riesgo de explosiones. Estas características aseguran que las operaciones mineras se puedan monitorear de manera continua y efectiva, sin importar las condiciones ambientales.
Las actividades mineras, tanto subterráneas como en superficie, requieren una protección robusta contra intrusiones y sabotajes. Las soluciones tecnológicas permiten una supervisión eficaz de los perímetros, ya estén vallados o no, para prevenir intrusiones y robos. En áreas donde la minería ilegal es una preocupación, estas también pueden ayudar a evitar responsabilidades civiles por daños a intrusos en pozos y túneles en desuso.
Inteligencia Artificial al servicio de la minería
Las soluciones con IA permiten la automatización de tareas críticas y el análisis predictivo, mejorando significativamente la eficiencia operativa y la seguridad. Por ejemplo, los sistemas de seguridad y videovigilancia basados en IA pueden detectar anomalías en tiempo real, alertando al personal sobre posibles incidentes antes de que ocurran. Las cámaras pueden detectar y verificar problemas potenciales, como fugas y sobrecalentamiento en equipos críticos como cintas transportadoras y hornos, antes de que estos se conviertan en fallas mayores. Esta capacidad de monitoreo proactivo permite un mantenimiento predictivo, lo que reduce los tiempos de inactividad no planificados y optimiza el rendimiento de los equipos
Además, la IA puede optimizar la gestión de recursos, desde la supervisión del desgaste de equipos hasta la planificación del mantenimiento, asegurando que cada operación sea realizada con la máxima eficacia. Integrar la Inteligencia Artificial en las operaciones mineras no sólo incrementa la productividad y rentabilidad, sino que también contribuye a un entorno de trabajo más seguro y sostenible. Por otro lado, también puede ayudar en la gestión del acceso a las instalaciones. Controlar el acceso de vehículos y personas no autorizadas ayuda a mantener la seguridad y el orden en las instalaciones mineras.
La seguridad y la eficiencia operativa van de la mano del desarrollo en innovación y la implementación de la tecnología como parte integral de las operaciones cotidianas es esencial en la minería. Por ello,las soluciones de videovigilancia avanzadas abordan las necesidades críticas del sector minero. Con tecnologías diseñadas para operar en los entornos más desafiantes, estas soluciones ayudan a las empresas mineras a mantener operaciones seguras, eficientes y rentables, minimizando el tiempo de inactividad y aumentando la productividad, al mismo tiempo que fomentan un entorno de trabajo más seguro para todos.