El Clan del Golfo, el principal grupo narcocriminal en Colombia controla las rutas migratorias en Darién y solo el año pasado, recibió unos $68 millones con el paso de 520,085 migrantes irregulares por la frontera colombo panameña, esto según un informe de Human Rights Watch (HRW).
Se trata del informe Abandonados en la selva: Protección y asistencia para migrantes y solicitantes de asilo en el Tapón del Darién. Para realizar este informe la organización realizó dos años de investigación y más de 300 entrevistas, donde denuncia violaciones sexuales, los peligros que se enfrentan los migrantes en la selva, homicidios y desapariciones.
De acuerdo con el informe de 120 páginas, el grupo criminal que controla las rutas migratorias de Colombia hacia Panamá, cobra a los guías e incluso provee una especie de servicios de seguridad de $125 a cada migrante.
Los delitos contra migrantes y solicitantes de asilo en el #Darién, incluyendo la violencia sexual, a menudo no son investigados ni castigados.
— Juanita Goebertus (@JuanitaGoe) April 3, 2024
Esto se debe a la falta de recursos, de una estrategia de investigación penal y de coordinación entre autoridades de Colombia y Panamá. pic.twitter.com/8m7zjRDKqM
“Los esfuerzos de las autoridades colombianas para investigar crímenes y desmantelar el Clan del Golfo en la región han dado resultados mínimos”, destaca el informe.
También indica que tanto Colombia como Panamá, no están protegiendo ni asistiendo a cientos de migrantes y solicitantes de asilo que transitan por la selva del Darién.
“Sea cual sea el motivo de su viaje, los migrantes y solicitantes de asilo que cruzan el Tapón del Darién tienen derecho a condiciones mínimas de seguridad y al pleno respeto de sus derechos humanos durante el viaje”, dijo la directora de la división de HRW, Juanita Goebertus.
Reiteró que tanto Colombia como Panamá deberían de trabajar con organizaciones humanitarias y comunidades locales para establecer un mecanismo conjunto para rescatar a las personas desaparecidas en el Tapón del Darién e identificar y recuperar cadáveres en la selva.
Respecto a los casos de violaciones, el informe destaca que ambos gobiernos deben fortalecer los esfuerzos para prevenir e investigar los casos e incluso aumentando la capacidad forense en la región, priorizando las investigaciones y abordando los obstáculos que dificultan que las víctimas denuncien los delitos. Además de reforzar la asistencia médica, incluida la psicológica, a las víctimas.
La organización también se refirió de la salida de Médicos Sin Fronteras (MSF) de Panamá, específicamente Darién donde atendían a los miles de migrantes.
“Restringir el trabajo de MSF es exactamente lo contrario a lo que se necesita para abordar la situación en el Tapón del Darién”, afirmó Juanita Goebertus.
“Las autoridades panameñas deben reconsiderar urgentemente esta decisión para garantizar los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo, incluyendo las víctimas de violencia sexual”, añadió.
La salida de MSF, se dio el 4 de marzo, luego que esta organización denunciara “violaciones brutales” contra migrantes en la selva del Darién en la que incluyen a menores de edad.
La ong denunció que en una semana de febrero los equipos sanitarios, atendieron 113 migrantes, entre ellos nueve menores de edad, que sufrieron agresiones sexuales por parte de bandas criminales que operan en Darién. En todo enero habían sido 120 casos.
Más de 1,300 han denunciado ante MSF haber sufrido violencia sexual entre abril de 2021 y enero de 2024, pero es posible que las cifras reales sean aún mayores.
Sin embargo, entre enero de 2021 y diciembre de 2023, la Procuraduría General de Panamá informó que sólo había conocido sobre 285 víctimas de violencia sexual.
El Tapón del Darién es una selva pantanosa que se encuentra entre el estado colombiano de Chocó y la provincia panameña de Darién, formando una frontera natural.
El terreno es empinado y resbaladizo, los ríos corren con fuerza, especialmente durante la temporada de lluvias.
La mayoría de las rutas siguen senderos que coronan una escarpada cadena montañosa con crestas de hasta 1,800 metros, donde las banderas marcan la frontera entre Colombia y Panamá.
Las personas que cruzan llaman al paso más alto “loma de la muerte” y al río Turquesa “río de la muerte”, por la gran cantidad de cadáveres en sus aguas.
Muchos migrantes han perdido la vida o han desaparecido tratando de cruzar el Tapón del Darién. El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM informó que al menos 245 personas habían desaparecido en el Darién entre 2021 y marzo de 2024.
En septiembre del año pasado, la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, dijo que “nunca sabremos” el número de personas que han muerto o desaparecido en la selva.
