Minerales esenciales generan presión en las cadenas de suministro

La creciente demanda de minerales clave para las tecnologías de energía limpia ejerce una fuerte presión sobre las cadenas globales de suministro, de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Estos llamados «minerales esenciales», entre los que se encuentran el cobalto, cobre, litio, níquel y tierras raras, son fundamentales para la fabricación de productos como turbinas eólicas y vehículos eléctricos. Durante las últimas dos décadas, el comercio anual de dichos minerales ha pasado de 53 mil millones de dólares a 378 mil millones.

Tal como señala el documento, la demanda es especialmente alta para la producción de baterías de autos eléctricos, requiriendo cada batería hasta 200 kg de estos minerales. El sector de baterías representa un 70% de la demanda global de cobalto y también hacen uso intensivo de otros elementos como aluminio, cobre, litio y níquel.

Importaciones se duplican en 5 años

Entre 2017 y 2022 las importaciones globales de minerales esenciales prácticamente se han duplicado, pasando de 212 mil millones de dólares a 378 mil millones. Algunos productos han multiplicado su valor comercial más de seis veces durante dicho período.

China continúa siendo el principal importador, concentrando un 33% del total, seguido por la Unión Europea (16%) y Japón con EE.UU (11% cada uno). En el caso específico del cobre, cuyo comercio ha crecido un promedio de 15% anual desde 2002, China por sí sola representa cerca del 60% del total importado a nivel global.

Sudáfrica es el principal exportador de platino y tierras raras

Por el lado de las exportaciones, Chile encabeza el ranking con una participación del 11% del total exportado mundialmente durante 2022. Le siguen Sudáfrica (10%), Australia (6%), Perú (6%) y Rusia (6%).

Sudáfrica domina el mercado de metales del grupo del platino y tierras raras, concentrando el 13% del valor exportado el año pasado. En cuanto a tierras, piedras y minerales, nuevamente Sudáfrica lidera (14,3%), seguido de cerca por Australia (13,05%).

Si bien los aranceles promedio aplicados a estos productos bordean el 4%, los tipos arancelarios máximos consolidados en la OMC son cercanos al 26%, sugiriendo que existe espacio para potenciales alzas que restrinjan aún más el flujo comercial de ser necesario.

Asimismo, la base de datos de regulaciones de exportación de la OCDE muestra un incremento sostenido en las restricciones aplicadas por distintos países, sumando 502 medidas vigentes durante 2021 en comparación a las 396 reportadas en 2009. Según expertos, garantizar el acceso a estos recursos minerales estratégicos y su diversificación será fundamental para apuntalar la transición global hacia economías bajas en carbono, considerando los ambiciosos compromisos ambientales adoptados durante la reciente Conferencia del Clima COP28.

Comparte esta Noticia