Fitch revisa perspectiva de Panamá a Negativa y afirma IDR en ‘BBB-‘

Ciudad de Panamá. | Foto: Archivo

Fitch Ratings afirmó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo (LT FC) de Panamá en ‘BBB-‘ y revisó su perspectiva de calificación a Negativa desde Estable. Fitch elevó el techo país a ‘AA-‘ desde ‘A-‘.

Calificación:
Perspectiva Negativa: La Perspectiva Negativa refleja presiones fiscales persistentes y perspectivas inciertas de consolidación. El gobierno ha dependido en gran medida de medidas puntuales y maniobras contables para reducir los déficits fiscales durante el último año. Además, los subsidios al combustible y la electricidad y una creciente factura de intereses están presionando el déficit fiscal en 2023, y una gran expansión del gasto presupuestario en 2024 aumenta el riesgo de un mayor deslizamiento que podría resultar en una trayectoria ascendente de la deuda pública. El creciente desequilibrio en el subsistema de pensiones de beneficios definidos sigue siendo un riesgo clave a mediano plazo que también podría potencialmente empeorar la carga de la deuda de Panamá.

Actualización del techo país: Fitch ha aumentado el techo país de Panamá a ‘AA-‘ en línea con los criterios de techo país recientemente actualizados. El criterio actualizado considera que la dolarización reduce el riesgo de que se impongan controles de capital. El aumento de +6 niveles de la IDR de Panamá refleja la opinión de Fitch de que los riesgos de los controles cambiarios se ven mitigados por su dolarización totalmente arraigada que ha respaldado la estabilidad macroeconómica y protege los balances públicos y privados del riesgo cambiario.

Débil credibilidad fiscal C: El cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRSF), que establece objetivos de equilibrio fiscal e incluye un objetivo indicativo de deuda-PIB del 40%, ha sido bastante desigual. Las autoridades informaron de un déficit del SPNF del 3,9% del PIB en 2022, pero esto se basó en maniobras contables, incluido un «swap de flujo de efectivo» con un banco comercial (similar a un préstamo, en opinión de Fitch) y la anticipación de los ingresos de años futuros. Anteriormente, los objetivos se habían modificado en las sucesivas administraciones para adaptarse a déficits fiscales más elevados. Mejorar la credibilidad de la fortaleza del marco fiscal es relevante en ausencia de una política monetaria independiente. El gobierno también ha acumulado atrasos que pueden resultar en una mayor carga de deuda. Por último, la falta de avances en la implementación de medidas en materia de pensiones sigue dando lugar a desequilibrios crecientes.

Desafiando la consolidación fiscal: Fitch proyecta un déficit fiscal del 3,7% del PIB (frente al objetivo del SPNF del 3%). Los ingresos se beneficiarán de grandes extraordinarios; sin embargo, estos pueden tener un impacto fiscal neutral. Estos incluyen la reciente venta de terrenos de propiedad estatal al Canal de Panamá (500 millones de dólares, 0,6% del PIB), que se utilizarán para pagar gastos no presupuestados.

El gobierno también espera recibir regalías por dos años por valor de 770 millones de dólares (0,9% del PIB) de un contrato renegociado con la gran mina de cobre ‘Minera Panamá’ que requiere la aprobación del Congreso. Parece cada vez más dudoso que esto llegue en 2023, dada la reciente decisión del Congreso de devolverlo al ejecutivo a la luz de la oposición popular. Estas regalías se han comprometido a mejorar las reservas del subrégimen de pensiones de prestación definida y a financiar nuevos beneficios e infraestructura de pensiones. El gasto se está viendo presionado por los mayores costos de los intereses, que se proyecta aumentarán al 2,6% del PIB en 2023 desde el 2,2% en 2022, un aumento cercano al 30% a lo largo del año dadas las tasas de interés más altas.

Presupuesto amplio para 2024: Fitch no prevé que el gobierno cumpla con los objetivos de la regla fiscal a la luz de las presiones de gasto, los problemas estructurales en la recaudación de impuestos (cuyo crecimiento ha rezagado ampliamente el PIB nominal en la última década) y la caída en uno de los países. -de ingresos y prevé una ampliación del déficit del SPNF al 4,5% del PIB.

La propuesta de presupuesto para 2024 apunta a un déficit fiscal del 2% del PIB para 2024 de acuerdo con el LSRF, que prevé una reducción del déficit al 1,5% a partir de entonces. Sin embargo, el presupuesto incluye un gran aumento del gasto (11% en gastos de operación, 45% en gastos de capital) y una gran partida de «ajuste» de 4.000 millones de dólares (4,8% del PIB) que supone una subejecución mucho mayor en un año de transición de gobierno. Parte del déficit presupuestario más amplio refleja el compromiso del gobierno de aumentar el gasto relacionado con la educación al 7% del PIB desde un 5% estimado en 2023, como exige una ley aprobada en febrero tras los disturbios sociales de mediados de 2022.

Aumento gradual de la deuda: Fitch estima que la deuda del gobierno central disminuirá al 57,3% del PIB para fines de 2023 desde el 58,3% del año pasado (incluido el swap de flujo de efectivo) impulsada por una sólida actividad económica. La deuda consolidada del gobierno general (neta de tenencias de deuda pública de seguridad social) se mantendrá estable en 52,8%, por debajo de la mediana de la categoría ‘BBB’ de 55,5%. Sin embargo, Fitch anticipa que la deuda aumentará gradualmente durante el período de pronóstico, ya que la agencia anticipa que los déficits del gobierno central (el déficit relevante para las necesidades de endeudamiento) seguirán siendo relativamente altos, y esto podría estar sujeto a mayores riesgos debido a los problemas en el sistema de pensiones.

El subsistema de pensiones es un riesgo a mediano plazo: El subcomponente de beneficios definidos no financiado del sistema mixto de pensiones de Panamá, administrado por el Banco de Seguridad Social (CSS), entró en un déficit de efectivo en 2018. La brecha financiera aumentará en los próximos años si no se implementa un reforma paramétrica. La CSS estima que las reservas durarían hasta finales de 2025, pero esto podría extenderse hasta la segunda mitad de 2026 si el gobierno transfiere el 50% de los ingresos relacionados con la minería según el compromiso del gobierno.

Se requerirán múltiples modificaciones paramétricas para garantizar la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, ha habido pocos avances en la formación de consenso político en torno a las reformas paramétricas, y esta administración ha manifestado su falta de voluntad para realizarlas. Fitch no espera una reforma de las pensiones dentro del mandato de la actual administración que finaliza en julio de 2024.

El resultado de las elecciones sigue siendo incierto: Las elecciones generales (que elegirán al presidente, los gobiernos locales y 71 escaños en la legislatura unicameral) están programadas para celebrarse en Panamá en mayo de 2024. Fitch espera que la nueva administración sea elegida por un partido de oposición, como lo hizo la administración Cortizo. El índice de aprobación ha disminuido continuamente. La mayor incertidumbre es la candidatura del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), el actual favorito en las elecciones, que aventaja a todos los demás candidatos por un amplio margen. Un tribunal panameño condenó a Martinelli a más de 10 años de prisión por lavado de dinero. Al expresidente se le permite continuar con su candidatura mientras se tramitan sus apelaciones a la sentencia. Si el proceso de apelación fracasa, quedaría descartado como candidato presidencial.

Actividad económica sólida: Panamá continúa mostrando un crecimiento económico sólido después del profundo impacto económico de la pandemia. Fitch anticipa que el crecimiento del PIB alcanzará el 6,5% después del 10,8% en 2022 y el 15% en 2021, tras la profunda contracción del 17,7% en 2020. Las altas tasas de crecimiento sostenidas, beneficiadas por una alta inversión, particularmente en construcción, dieron como resultado que Panamá lograra uno de los crecimientos del PIB per cápita más rápidos de la región. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre qué otros sectores económicos seguirán impulsando altas tasas de crecimiento a medida que el auge de la construcción se desvanezca, lo que implica riesgos a la baja en el mediano plazo.

El desempeño económico se ha beneficiado de la fuerte recuperación de la demanda interna y la recuperación del turismo, que están compensando un efecto adverso moderado de la sequía y la desaceleración económica mundial en la actividad logística. El proxy mensual del PIB (IMAE) muestra un crecimiento promedio de 7,8% hasta junio, aunque hace tiempo que no se publican datos de cuentas nacionales, así como datos del mercado laboral.

Fundamentos crediticios: Las calificaciones de Panamá están respaldadas por su alto ingreso per cápita, un historial de sólido desempeño macroeconómico con altas tasas de crecimiento e inflación relativamente baja, respaldado por una ubicación y un activo estratégicos (el Canal de Panamá). Esto se ve contrarrestado por una base de ingresos gubernamentales relativamente estrecha, un historial desigual en el cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal, la susceptibilidad a las condiciones financieras globales debido a la dependencia de la financiación externa, e indicadores de gobernanza que están algo por debajo de la mediana ‘BBB’, particularmente el control de la corrupción. .

ESG – Gobernanza: Panamá tiene una puntuación de relevancia ESG (RS) de ‘5’[+] tanto para Estabilidad y Derechos Políticos como para Estado de Derecho, Calidad Institucional y Regulatoria y Control de la Corrupción. Estos puntajes reflejan el alto peso que tienen los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial (WBGI) en el Modelo de Calificación Soberana (SRM) propiedad de Fitch. Panamá tiene una clasificación WBGI media de 51,7, lo que refleja un historial reciente de transiciones políticas pacíficas, un nivel moderado de derechos de participación en el proceso político, una capacidad institucional moderada, un estado de derecho establecido y un nivel moderado de corrupción.

Sensibilidades de la calificación
Factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción de calificación negativa/rebaja
Estructural: Deterioro de la gobernanza que socava la formulación de políticas y el marco fiscal.

Finanzas públicas: Incapacidad para lograr una consolidación fiscal estructural creíble que conduzca a un aumento sostenido de la deuda pública;

Macro: Evidencia de un debilitamiento sostenido de las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.

Factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción o mejora de calificación positiva

Finanzas públicas: Implementación de medidas estructurales de consolidación fiscal consistentes con una disminución sostenida de la carga de la deuda, impulsada por mejoras en la recaudación de impuestos y reformas para abordar el creciente déficit en el sistema de pensiones;

Macro: Crecimiento económico sólido y sostenido que conduzca a niveles crecientes de ingreso per cápita.

Modelo de calificación soberana (SRM) y superposición cualitativa (QO)

El SRM propiedad de Fitch asigna a Panamá una puntuación equivalente a una calificación de ‘BB’ en la escala IDR de moneda extranjera a largo plazo (LT FC).

Macro: +1 nivel, para compensar el deterioro del crecimiento del PIB y las variables de volatilidad en el SRM debido al impacto de la pandemia, que Fitch espera que sea temporal y que, de lo contrario, agregaría un exceso de volatilidad a la calificación.

Finanzas Públicas: +1 nivel, para reflejar que el MUR clasifica la deuda pública como totalmente denominada en moneda extranjera debido al uso del dólar estadounidense por parte de Panamá, pero el régimen de dolarización bien arraigado mitiga completamente el riesgo cambiario en el balance soberano.

El SRM de Fitch es el modelo de calificación de regresión múltiple patentado por la agencia que emplea 18 variables basadas en promedios centrados de tres años, incluido un año de pronósticos, para producir una puntuación equivalente a una IDR de LT FC. El QO de Fitch es un marco cualitativo prospectivo diseñado para permitir el ajuste de la producción del SRM para asignar la calificación final, reflejando factores dentro de los criterios de Fitch que no son completamente cuantificables y/o no se reflejan completamente en el SRM.

Techo Campestre
El Techo País para Panamá es ‘AA-‘, 6 niveles por encima de la IDR LT FC. Esto refleja la opinión de Fitch de que los riesgos de los controles cambiarios se ven mitigados por su dolarización totalmente arraigada que ha respaldado la estabilidad macroeconómica y protege los balances públicos y privados del riesgo cambiario.

El modelo de techo país de Fitch produjo un aumento del punto de partida de +3 puntos por encima de la IDR. El comité de calificación de Fitch aplicó un ajuste cualitativo de +3 niveles a esto, según las Características Institucionales de Largo Plazo, lo que refleja la economía totalmente dolarizada de Panamá.

Consideraciones ASG
Panamá tiene una puntuación de relevancia ESG de ‘5’[+] para estabilidad política y derechos, ya que los indicadores de gobernanza del Banco Mundial tienen el mayor peso en el SRM de Fitch y, por lo tanto, son muy relevantes para la calificación y un factor clave de calificación con un alto peso. Como Panamá tiene un rango percentil superior a 50 para el respectivo indicador de gobernanza, esto tiene un impacto positivo en el perfil crediticio.

Panamá tiene una puntuación de relevancia ESG de ‘5’[+] para Estado de derecho, calidad institucional y regulatoria y control de la corrupción, ya que los indicadores de gobernanza del Banco Mundial tienen el peso más alto en el SRM de Fitch y, por lo tanto, son muy relevantes para la calificación y son un factor clave. conductor de calificación con un peso elevado. Como Panamá tiene un rango percentil superior a 50 para los respectivos indicadores de gobernanza, esto tiene un impacto positivo en el perfil crediticio.

Panamá tiene una puntuación de relevancia ESG de ‘4’[+] para derechos humanos y libertades políticas, ya que el pilar de voz y rendición de cuentas de los indicadores de gobernanza del Banco Mundial es relevante para la calificación y es un factor determinante. Como Panamá tiene un rango percentil superior a 50 para el respectivo indicador de gobernanza, esto tiene un impacto positivo en el perfil crediticio.

Panamá tiene una puntuación de relevancia ESG de ‘4’[+] para los derechos de los acreedores, ya que la voluntad de pagar y pagar la deuda es relevante para la calificación y es un factor de calificación para Panamá, como para todos los soberanos. Como Panamá tiene un historial de más de 20 años sin una reestructuración de la deuda pública y está capturado en la variable SRM de Fitch, esto tiene un impacto positivo en el perfil crediticio.

El nivel más alto de relevancia crediticia ESG es una puntuación de ‘3’, a menos que se indique lo contrario en esta sección. Una puntuación de ‘3’ significa que las emisiones ESG son neutrales desde el punto de vista crediticio o tienen solo un impacto crediticio mínimo en la entidad, ya sea debido a su naturaleza o a la forma en que la entidad las gestiona. Los puntajes de relevancia ESG de Fitch no son insumos en el proceso de calificación; son una observación sobre la relevancia y materialidad de los factores ESG en la decisión de calificación. Para obtener más información sobre las puntuaciones de relevancia ESG de Fitch, visite

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