La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, señaló que de ser preciso, Panamá necesita apoyo para lidiar con la crítica situación de la migración irregular que ingresa a través de la selva del Darién.
En el marco de la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Suramericana sobre migración, que culmina este jueves en Panamá, Gozaine exigió a los países desde los cuales se produce esta migración irregular que se avoquen a cerrar o impedir de alguna forma que sus nacionales sigan saliendo de sus países, para llegar a Darién, y causar una situación que se ha convertido en irresistible de mantener.
«Si las fronteras se cerraron durante el covid-19; no me digan que no se pueden cerrar, porque en pandemia se hizo», señaló Gozaine en tono airado, hacia los representantes de los 23 países que participan en el evento internacional.
Aseguró que Panamá ya registra más de 308 mil migrantes irregulares que han ingresado al país a través de la selva darienita, situación que fomentan tanto grupos criminales que lucran con la actividad, como aquellos países a los que no les interesa poner un alto a este problema, aduciendo que las personas tienen derecho a migrar.
«No se trata de una movilidad humana forzada. Les venden el sueño americano y les dicen que es fácil pasar de frontera a frontera. Les dicen que están protegidos por derechos humanos, algo que no es correcto y está muy mal entendido», apuntó la directora de Migración de Panamá.
Otra acción negativa generada por el paso de estas personas por la selva darienita es el enorme daño que hacen al medio ambiente, dejando toneladas de basura a lo largo del Parque Natural Darién. «Esto es insostenible, ya Panamá ha dado su cuota de ayuda humanitaria y no puede además cargar con el daño que estas personas producen al ecosistema en un área supuestamente protegida y reconocida por la ONU», manifestó la funcionaria.