Tan pronto como en las próximas horas, la República de Panamá podría tomar una serie de decisiones importantes sobre el área fronteriza con Colombia, y el paso de migrantes irregulares a través de la selva del Darién.
El pasado fin de semana, una comisión de Alto Nivel del Gobierno encabezada por el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino y otros ministros y viceministros de Estado, entre ellos, Salud, Educación, MIDA, MIDES y Mi Ambiente, recorrieron la zona fronteriza entre Panamá y Colombia, para evaluar el impacto de la migración irregular en las comunidades y la afectación en las fuentes hídricas al igual que la contaminación que está causando la gran cantidad de basura dejada en la selva de Darién.
De este recorrido, se ha elaborado un informe que será presentado en la reunión de Gabinete del presidente de la República, Laurentino Cortizo, de la cual se espera que salgan decisiones trascendentales en relación con la situación, que se considera humanitaria, por el paso de seres humanos, pero también de seguridad nacional, ante la cantidad de migrantes irregulares que atraviesan la selva darienita.
Según cifras del Servicio Nacional de Migración, el mes de agosto proyecta superar los 70 mil migrantes irregulares ingresando al país a través del Darién, mientras que para lo que ha transcurrido del año 2023, la cifra ha rebasado las 320 mil personas.
De continuar este flujo, se espera que el presente año supere los 400 mil migrantes irregulares, cifra sin precedentes en la historia del país.
Recientemente, la directora de Migración, Samira Gozaine, señaló que se debe considerar el cierre de la frontera con Colombia, pero agregó que «no existe voluntad» por parte de países como Colombia, Ecuador, Venezuela y otros más, de apoyar una decisión de esta magnitud.
El cierre fronterizo con Colombia, de concretarse, representaría ubicar un pie de fuerza mayor por parte del Servicio Nacional de Fronteras.