Hoy 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Instaurado hace cincuenta años, en 1973, en esta ocasión apunta a la lucha contra la contaminación por plásticos; amenaza contra la cual la Organización de las Naciones Unidas espera aprobar un tratado a finales del 2024 que establezca las pautas para arribar a posibles soluciones.
Desde 1950, unos 9 mil 200 millones de toneladas de plástico se han producido a nivel mundial, de las cuales resultaron unas 6 mil 900 toneladas en residuos plásticos primarios. Según las cifras de las Naciones Unidas, aproximadamente 23 millones de toneladas van a parar a lagos, río y océanos; a éstos últimos se vierten unos 11 millones de toneladas métricas anuales y, si no se hace algo al respecto, se calcula que para el año 2040 serán 33 toneladas. Si la tendencia actual de desechos plásticos continúa sin cambios, para el 2050 el plástico superará a los peces en el mar.
¿Hay algo que se pueda hacer al respecto? Desde 2018 la Fundación Ellen MacArthur y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lanzaron el programa Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico, con la finalidad de construir una economía global circular cuyos tres paradigmas fundamentales- reutilizar, reciclar y reorientar- ayudarían a reducir en un 80 por ciento los desechos que llegan al mar; también disminuiría en un 55 por ciento la producción de plástico virgen; recortaría en un 25 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero; y, además, generaría unos 700 mil puestos de trabajos adicionales.
Los retos pendientes no son pocos. Y el que ofrece la contaminación por residuos plásticos es descomunal, además de insoslayable. La amenaza que significa para el medio ambiente, sobre todo el marino, pone en riesgo la subsistencia de todas las especies que habitan las aguas y, por ende, nuestra propia supervivencia. ¡Es hora de actuar!