La justicia de Nicaragua condenó el viernes 10 de febrero, al obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y cuatro mese de cárcel por delitos como el menoscabo en perjuicio del Estado de la República y la sociedad nicaragüense y por ser presuntamente autor de propagación de noticias falsas.
El obispo, no pudo defenderse de sus acusaciones, debido a que le negaron tener un abogado para su juicio
A Álvarez, quien es crítico del régimen de Daniel Ortega, también le despojaron su nacionalidad y suspendieron sus derechos ciudadanos de por vida.
Álvarez permanecía en prisión domiciliar desde agosto pasado, pero el jueves se negó a tomar el vuelo «charter» que llevó a Estados Unidos a 222 opositores que guardaban prisión en Nicaragua, lo que provocó la furia de Ortega, quien calificó a Álvarez de «soberbio», «desquiciado» y «energúmeno» en cadena nacional.
En consecuencia de la decisión del obispo, quien se mantenía en casa por cárcel desde agosto de 2022, fue internado en la cárcel La Modelo, en las afueras de Managua. También le adelantaron su juicio, ya que este estaba programado para el 15 de febrero.
El juicio estuvo a cargo del juez Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua.
Rolando Álvarez, de 56 años, es el primer obispo arrestado, acusado y condenado desde que Ortega retomó al poder en Nicaragua en el 2007.