Luiz Inácio Lula da Silva inicia el 2023 con un gran reto, asumir la presidencia de Brasil por tercera vez, pero con grandes desafíos.
El líder del Partido de los Trabajadores llega a la presidencia, en un país sumido en un estado de escasez y declive en bienestar social, educación, sanidad y protección medioambiental, además de los 58 millones de personas que no votaron por él.
Ahora deberá afinar su estrategia para poder cumplir con sus promesas de campaña y llevar adelante una exitosa gestión.
Delegaciones presentes
Para la investidura de Lula da Silva estarán presentes 20 jefes de Estado, además de representantes de 120 países.
La lista de invitados incluye a los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Chile, Gabriel Boric, de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa y Alemania, Frank Walter Steinmeier. España estará representado por el rey Felipe VI.
Quien no estará presente es el presidente saliente Jair Bolsonario, tras no cumplir con su tarea de traspaso de la faja presidencial al salir del país dos días antes de la toma de posesión.
El último viernes, Bolsonaro se despidió en un mensaje emitido en vivo por sus redes sociales y pidió a sus seguidores que mantengan una oposición dura al “comunismo” de Lula. Momentos más tarde, abandonó el país rumbo a Estados Unidos donde, según informan medios brasileños, permanecerá unos tres meses.