La mañana de este jueves, Londres recibió una fuerte lluvia, como es costumbre en estos días del verano británico; al cesar, un arco iris se dejó ver con majestuosidad sobre el Palacio de Buckingham, un presagio de que algo importante estaba por suceder.
Una hora después, en el palacio se anunciaba la muerte de Isabel II, reina de Inglaterra, monarca que por 70 años fue testigo excepcional de muchos de los acontecimientos más importantes alrededor del mundo.
Legendaria
Monarca de Inglaterra desde 1952, Isabel II ostentó el trono británico por más tiempo que cualquiera de sus antecesores. Durante sus 70 años de reinado, vio pasar a doce Primeros Ministros del Reino Unido, 20 Juegos Olímpicos y más de una docena de papas, además de una serie de importantes acontecimientos en el mundo, como la caída del muro de Berlín.
La gran matriarca fue no solo la gran figura de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwelth), por lo que numerosos expertos adelantaron meses antes de su fallecimiento, que en el mundo se producirán una serie de trascendentales cambios, principalmente en cuanto al papel del Reino Unido, tanto en Europa como en el resto del mundo.
Sucesor
El ascenso al trono principal del príncipe Carlos de Gales, de 73 años de edad, hijo mayor de la desaparecida reina ya es un hecho, aunque debe pasar por un breve proceso en la parte política.
Carlos de Gales ha sido investido como «Carlos III», quien el día posterior al funeral de Isabel II dará su primer discurso oficial como Rey de Inglaterra, recibiendo la salva de 41 cañonazos, con el juramento de lealtad por parte del gobierno, e inmediatamente hará un recorrido por Edimburgo, Belfast y Cardiff, para retornar a Londres.
El funeral
Debido a todos los protocolos que deben cumplirse una vez confirmada la muerte de la Reina Isabel II, su funeral tendrá lugar entre 10 y 12 días después del fallecimiento; es decir, entre el 16 y el 20 de septiembre. Ese día será festivo, pese a que se hará el funeral, una ceremonia para la cual serán cursadas 2 mil invitaciones solamente. Sus restos serán colocados en la capilla de San Jorge, donde reposarán junto a los de su padre, el Rey Jorge VI.
Transcurrido un año de la muerte de Isabel II, deben haberse dado algunos cambios importantes en el Reino Unido. La casa de la moneda británica tendrá que hacer una nueva emisión de billetes con la imagen de Carlos III para su acuñación y circulación, al tiempo que dejará de circular paulatinamente el billete con la imagen de la fallecida monarca.
Todos los sellos reales, postales, pasaportes y los uniformes de la policía y del ejército británico también sufrirán cambios, además de que en el himno nacional británico cambiará la frase «Dios salve a la Reina» por «Dios salve al Rey».
El fin de una era culminará con el funeral más grande y jamás visto en el mundo.