La mitad de los centros de salud de todo el mundo carecen de servicios básicos de higiene con agua y jabón o de frotación de manos a base de alcohol en los lugares donde se atiende a los pacientes y en los aseos de estos centros, según el último informe del Programa Conjunto de Vigilancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF.
De acuerdo con las cifras de estos dos organismos internacionales, alrededor de 3.850 millones de personas utilizan estas instalaciones, lo que les expone a un mayor riesgo de infección, incluidos 688 millones de personas que reciben atención en instalaciones sin ningún tipo de servicio de higiene.
«Las instalaciones y prácticas de higiene en los centros sanitarios no son negociables. Su mejora es esencial para la recuperación, la prevención y la preparación ante una pandemia. La higiene en los centros de atención sanitaria no puede garantizarse sin aumentar las inversiones en medidas básicas, que incluyen agua potable, aseos limpios y una gestión segura de los residuos sanitarios», ha comentado la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la española María Neira.
Aunque el 68 por ciento de los centros de salud contaban con instalaciones de higiene en los puntos de atención, y el 65 por ciento con instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón en los aseos, solo el 51 por ciento tenía ambas cosas y, por tanto, cumplía los criterios de los servicios de higiene básicos. Además, 1 de cada 11 (9 por ciento) de los centros de salud del mundo no tiene ninguno de los dos.
«Si el personal sanitario no tiene acceso a un servicio de higiene, los pacientes no tienen un centro de salud. Los hospitales y las clínicas sin agua potable y sin servicios básicos de higiene y saneamiento son una trampa mortal potencial para las madres embarazadas, los recién nacidos y los niños. Cada año, alrededor de 670.000 recién nacidos pierden la vida a causa de la sepsis. Esto es una tragedia, más aún cuando sus muertes son evitables», ha añadido la directora de WASH y Clima, Medio Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres de UNICEF, Kelly Ann Naylor.
El informe señala que las manos y los entornos contaminados desempeñan «un papel importante en la transmisión de patógenos en los centros sanitarios y en la propagación de la resistencia a los antimicrobianos».
Las instalaciones del África subsahariana están rezagadas en cuanto a servicios de higiene. Mientras que tres cuartas partes (73 por ciento) de los centros de salud en general disponen de desinfectantes de manos a base de alcohol o de agua y jabón en los puntos de atención, sólo un tercio (37 por ciento) tiene instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón en los aseos. La gran mayoría (87 por ciento) de los hospitales tienen instalaciones para la higiene de las manos en los puntos de atención, en comparación con el 68 por ciento de los demás centros sanitarios.
En los países menos desarrollados, sólo el 53 por ciento de los centros sanitarios tienen acceso a una fuente de agua protegida en sus instalaciones. A modo de comparación, la cifra mundial es del 78 por ciento; los hospitales (88 por ciento) lo hacen mejor que los centros sanitarios más pequeños (77 por ciento), y la cifra de Asia oriental y sudoriental es del 90 por ciento. A nivel mundial, alrededor del 3 por ciento de los centros sanitarios de las zonas urbanas y el 11 por ciento de los de las zonas rurales carecían de servicio de agua.
De los países con datos disponibles, 1 de cada 10 centros de salud en todo el mundo carecía de servicios de saneamiento. La proporción de establecimientos sanitarios sin servicios de saneamiento oscilaba entre el 3 por ciento en América Latina y el Caribe y en Asia oriental y sudoriental, y el 22 por ciento en el África subsahariana. En los países menos desarrollados, sólo 1 de cada 5 (21 por ciento) disponía de servicios de saneamiento básicos en los centros de atención sanitaria.
Los datos revelan además que muchos centros sanitarios carecen de una limpieza ambiental básica y de una segregación y eliminación seguras de los residuos sanitarios.
El informe se ha presentado en el marco de la Semana Mundial del Agua, que se celebra en Estocolmo (Suecia). La conferencia anual, que se celebra del 23 de agosto al 1 de septiembre, explora nuevas formas de abordar desde la seguridad alimentaria y la salud hasta la agricultura, la tecnología, la biodiversidad y el clima.