La planta ya sólo estaba conectada a la red por uno de los cuatro puntos habilitados antes de que la región se convirtiese en escenario de combates entre las fuerzas rusas y las ucranianas, algo sobre lo que ya había alertado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El operador ucraniano, Energoatom, ha confirmado en un comunicado la desconexión completa, que ha atribuido a «acciones de los invasores». Según su versión, la paralización del suministro, «por primera vez en la historia de la central», tuvo lugar a raíz de un incendio en las inmediaciones, informa la agencia UNIAN.
Por su parte, la rusa Energoatom ha informado de un corte en el suministro eléctrico de toda la región por un cortocircuito derivado, a su vez, de un incendio en un campo cercano a las instalaciones, supuestamente a raíz de un bombardeo perpetrado por el Ejército ucraniano, según la agencia de noticias Interfax.
El director del OIEA, Rafael Grossi, ha insistido en declaraciones a France 24 en la necesidad de que una misión de la agencia visite la zona para evitar posibles accidentes, aunque para ello sería necesario un acuerdo que espera terminar de concretar en los próximos días.
Entre las cuestiones a concretar está el alcance exacto del mandato de esta misión, ya que, como ha recordado el propio Grossi, el OIEA no tiene capacidad para obligar a una parte u otra a abandonar la zona. Desde principios de marzo, la central está en manos rusas.
Sin embargo, los inspectores sí tendrán competencias en materia de seguridad, por ejemplo para investigar los ataques que puedan producirse, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia de noticias Bloomberg.