El hombre, de 41 años, ha abandonado así la prisión de la ciudad de Nara en la que se encontraba detenido y ha sido trasladado a un centro de detención de Osaka, donde será sometido a estos exámenes en el marco de un proceso iniciado por la Fiscalía.
El Tribunal de Distrito de Nara ha aprobado que Yamagami sea privado de libertad hasta el 29 de noviembre para que sea examinado, según informaciones del diario ‘The Japan Times’.
Así, los fiscales examinará el estado en que se encontraba el hombre cuando llevó a cabo el ataque contra Abe, que murió el 8 de julio tras recibir un disparo durante un mitin en Nara. Poco después del ataque, Yamagami admitió haberlo matado por su presenta relación con la Iglesia de la Unificación, una secta que habría llevado a su familia a la bancarrota.
Si bien los fiscales han puesto en marcha el proceso de evaluación psiquiátrica, el equipo de la defensa podría solicitar otro proceso similar tras la imposición de cargos en un intento por demostrar que el acusado carece de responsabilidad penal debido a su estado mental.
El Código Penal japonés establece que los individuos que presenten graves problemas psicológicos carecen de responsabilidad penal. Está previsto que la defensa estructure sus argumentos precisamente en base a esto.