Con el crimen de Pecci “en términos colombianos, (los delincuentes) buscan decir que son los que mandan en Paraguay o donde sea”, según el analista en seguridad y política Juan Martens, pero que el hecho “debe servir para fortalecer la institucionalidad”, para lo cual se requiere de mayor inversión y recaudación. “Se está trabajando en el combate a los grupos criminales, pero hay que invertir en tecnología y otros recursos, la lucha es desigual, aseguró.
Asimismo, resaltó que el país se convirtió en un punto estratégico para el tráfico internacional de drogas y que, si bien no podemos decir que Paraguay es más que Colombia o Brasil, debido a que ambos producen cocaína, sí podemos afirmar que el país es número uno en producción de marihuana y que es sumamente atractivo para la transnacionalidad. No obstante, el abogado recordó que no siempre los homicidios cometidos por sicarios tienen relación con el crimen organizado.
Aumento de sicariatos en Paraguay
Si bien el homicidio de Marcelo Pecci no ocurrió en territorio paraguayo, Juan Martens señaló que últimamente el fenómeno que se repite en los hechos de sicariato en el país es la violencia vinculada a los grupos criminales del Brasil y que, por ende, en las zonas fronterizas es donde radica la mayor cantidad de hechos del crimen organizado. De acuerdo con las estadísticas, los casos de sicariato han tenido un sostenido aumento en los últimos años en Paraguay. Además, se resalta que en su mayoría reflejan una especie de poder por parte del crimen organizado frente a las autoridades de seguridad y Justicia, teniendo en cuenta que se dan en lugares y eventos públicos, como el caso de Ja’umina Fest, donde fallecieron un hombre sindicado como narco y una modelo.
Inseguridad en Colombia
Sobre el caso específico de la ciudad de Cartagena, en Colombia, donde viajó el fiscal Marcelo Pecci para pasar su luna de miel con su esposa, pero terminó asesinado, Martens refirió que dicha zona presenta en la actualidad un gran repunte de sicariatos. Al respecto, relató que el Clan del Golfo es un cartel que maneja Colombia y que puso en paro armado y dominó la zona por unos cuatro días. Esto debido a la extradición a los Estados Unidos de su líder principal, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, ocurrido el pasado miércoles 4 de mayo.
“Justamente en esa zona (donde se encontraban Pecci y su esposa) estaba paralizado todo, (las personas) no podían ni abrir comercios por orden del cartel. Colombia técnicamente es más insegura que Paraguay”, destacó el analista. En esos días consecutivos de paro armado en Colombia, el grupo criminal, que controla alrededor del 60% de la droga que sale del país, logró poner en jaque a cinco departamentos. Tras este episodio, se contabilizaron un total de seis personas muertas, aproximadamente 200 vehículos incinerados y desabastecimiento en varios municipios del norte y oriente del país, según medios internacionales.
El asesinato de Marcelo Pecci
El fiscal especializado contra el crimen organizado Marcelo Pecci sufrió un atentado en Colombia, hasta donde viajó tras contraer recientemente matrimonio con su pareja Claudia Aguilera. La mujer, horas antes del asesinato, anunció que se encuentra embarazada.
Tras lo ocurrido, Aguilera descartó que el agente haya recibido alguna amenaza y detalló que dos hombres llegaron hasta la isla privada del hotel Decamerón en una lancha y efectuaron disparos. El exministro y ex fiscal Arnaldo Giuzzio sostuvo que el asesinato de Marcelo Pecci es un mensaje del crimen organizado, «que pretenden hacer titubear y desmoralizar a aquellos que los enfrentan». Consideró que la orden del crimen fue dada desde Paraguay.