«República Checa quiere reemplazar a Rusia en el Consejo de los Derechos Humanos, por lo que acabamos de presentar una candidatura al puesto. La promoción de los Derechos Humanos es una prioridad del Gobierno checo», ha explicado el Ministerio de Exteriores checo en Twitter.
El Gobierno de República Checa considera a Rusia como responsable de «la agresión, el sufrimiento y la destrucción en Ucrania», por lo que aplaude la suspensión de la membresía rusa del Consejo de los Derechos Humanos la ONU, al que el Ejecutivo checo quiere unirse.
En una carta dirigida a Naciones Unidas, República Checa se ha comprometido a trabajar para «el avance de los Derechos Humanos» de manera «justa y equitativa», así como a dar «respuestas adecuadas» a las violaciones y los abusos se estos derechos «dondequiera que ocurran».
«En el Consejo de Derechos Humanos, República Checa colaborará de manera transparente y de buena voluntad con todos los Estados de todas las regiones, así como con la sociedad civil y los defensores de los Derechos Humanos», ha asegurado el Ejecutivo checo en el escrito.
Asimismo, el Gobierno de República Checa ha detallado en este texto que adoptará una «postura activa» contra la violencia infligida a las mujeres y las niñas, incluyendo la violencia sexual en los conflictos armados.
La Asamblea General de la ONU votó el pasado 7 de abril a favor de suspender a Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos, una propuesta que salió adelante con 93 votos a favor y 24 en contra, mientras que 58 Estados miembro se abstuvieron y varios más directamente no se pronunciaron.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, celebró la aprobación del texto, alegando que «los criminales de guerra no tienen cabida en órganos de la ONU destinados a proteger los Derechos Humanos». En este sentido, agradeció a los países que han «elegido el lado correcto de la historia».
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tildó la resolución como «un paso ilegítimo y políticamente motivado» cuyo objetivo es «castigar» a un Estado miembro de la ONU por sus «políticas independientes».