Nadie apostaba por el ‘Submarino Amarillo’ cuando el pasado mes de diciembre el sorteo le enfrentaba con la ‘Vecchia Signora’ en octavos; el 1-1 de la ida en Vila-Real les obligó a acudir a Turín a por la victoria, y los hombres de Unai Emery respondieron con un contundente 0-3 que sirvió de aviso a futuros rivales.
Ahora, el vigente campeón de la Liga Europa afronta sus primeros cuartos de final de la máxima competición continental en 13 años y los terceros de su historia -tras los de las temporadas 2005-06 y 2008-09- ante uno de los grandes favoritos para alzar el trofeo en París el próximo 28 de mayo.
«Nosotros intentaremos saber jugar los 90 minutos en casa con la única idea de estar vivos en el partido. Queremos vivir en el Estadio de la Cerámica un momento especial y único. Las oportunidades están para jugarlas y para tratar de aprovecharlas», destacó Unai Emery.
Para ello deberá mejorar la imagen ofrecida en sus dos últimos duelos de LaLiga Santander, que le ha alejado de su objetivo de acercarse a posiciones continentales, ahora a seis puntos. Las derrotas ante dos equipos sumidos en la pelea por eludir el descenso como Cádiz (1-0) y Levante (2-0) han hecho brotar las dudas.
Sin embargo, el equipo se agarra a la ilusión y a la competitividad que garantiza el hecho de que bajo el mando de Emery todavía no ha perdido una eliminatoria europea, después de ganar el pasado año el segundo torneo continental y superar hace unas semanas a la Juventus.
El cuadro castellonense acude a la cita con la ausencia por lesión de Alberto Moreno y la duda del tocado Boulaye Dia, pero recuperará a un Samu Chukwueze que, a pesar de todo, deberá esperar previsiblemente su oportunidad en el banquillo ante la titularidad del tridente formado por Yeremy Pino, Arnaut Danjuma y Gerard Moreno.
Enfrente, el Bayern, seis veces campeón de Europa, no tira la vitola de favorito y espera llevarse a Múnich un resultado favorable que le evite sustos como el vivido en la eliminatoria de octavos ante el Salzburgo, donde un gol en el minuto 90 de Kingsley Coman evitó males mayores en el partido de ida (1-1).
El 7-1 del encuentro de vuelta despejó cualquier atisbo de duda y les volvió a situar como uno de los rivales a batir en el Viejo Continente. Además, en la Bundesliga, está a un paso de conseguir su décimo título consecutivo, todo a pesar de la polémica suscitada en su última victoria ante el Friburgo (1-4), donde jugó durante unos 20 segundos con 12 jugadores y que previsiblemente le hará perder los tres puntos.
«La prioridad del Villarreal es LaLiga; son séptimos y perdieron ante el Levante. Saben que tienen que clasificarse para Europa la próxima temporada y no pueden asumir que ganarán la ‘Champions’. Creo que estarán bastante liberados jugando contra nosotros. No tendrán la presión que tendremos nosotros, pero mis jugadores estarán a la altura de nuestro papel de favoritos», explicó Julian Nagelsmann, entrenador del campeón alemán.
Será la ‘Champions’ la que mida el éxito o el fracaso de la temporada de un conjunto bávaro que podría realizar algunos cambios en el once, como el regreso del lateral Alphonso Davies después de superar una miocarditis como consecuencia de la COVID-19 y que podría sacar del equipo inicial a Lucas Hernández.
Con Niklas Süle repitiendo en el centro de la defensa tras volver en la competición doméstica después de un largo periodo de baja por lesión, Nagelsmann reconoció que su única gran duda es apostar por Serge Gnabry o Leroy Sané, mientras que arriba formará con Thomas Müller, Kingsley Coman y Robert Lewandowski, la principal amenaza para la defensa amarilla.