Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha recordado que «durante el fin de semana pasada, las fuerzas de seguridad israelíes hirieron a cerca de 180 palestinos, entre ellos al menos 27 niños, durante las tensiones en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa».
«La conducta por parte de las fuerzas de seguridad israelíes, particularmente el 15 de abril y capturada en numerosos vídeos, genera preocupaciones serias sobre que el uso de la fuerza fue generalizada, innecesaria e indiscriminada», ha manifestado, antes de indicar que «varios palestinos, incluidos ancianos, mujeres, niños y al menos un periodista, que no parecían suponer ninguna amenaza a las fuerzas de seguridad, fueron agredidos con porras o alcanzadas por balas de goma desde corta distancia».
Shamdasani ha resaltado que «muchos sufrieron huesos rotos» y ha apuntado que «algunos resultaron heridos por granadas aturdidoras, incluidos algunos alcanzados directamente en la cabeza». Por otra parte, ha dicho que las fuerzas de seguridad israelíes detuvieron a más de 470 personas, incluidos 60 niños, entre el 15 y el 17 de abril.
«Las organizaciones de presos han mostrado su preocupación debido a que algunos de ellos estaban heridos en el momento de su arresto o de que a muchos se les impidió recibir ayuda legal», ha indicado. «Todos los 470 han sido liberados. A la mayoría de los liberados se les ha prohibido entrar en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa o en la Ciudad Vieja durante las próximas semanas como condición», ha detallado.
Shamdasani ha puntualizado además que el 21 de abril, la Policía israelí llevó a cabo una nueva redada en los patios de la Mezquita de Al Aqsa y «usó la fuerza para expulsar a palestinos de la zona». «Según informaciones, las fuerzas de seguridad israelíes confinaron a decenas de palestinos en la Mezquita de Al Aqsa y seis personas resultaron heridas por balas de goma», ha denunciado.
«Durante la última noche y a primera hora de esta mañana se han registrado nuevos episodios de violencia en el complejo, con un periodista, un anciano y un paramédico figuran entre los heridos por las fuerzas de Israel», ha manifestado
Por ello, ha hecho hincapié en que «el uso de la fuerza en las operaciones de seguridad está estrictamente limitado y reglado por normas y estándares internacionales», antes de apuntar a que las acciones policiales por parte de Israel «deben ser investigadas de forma rápida, imparcial, independiente y transparente».
«Los responsables de cualquier violación deben rendir cuentas y las políticas y procedimientos sobre el uso de la fuerza deben ser revisados de cara a evitar nuevas violaciones», ha dicho, antes de reseñar que «las tensiones en Jerusalén han tenido impacto en otras áreas».
En este sentido, ha manifestado que «entre el 18 y el 21 de abril, grupos armados palestinos lanzaron seis cohetes y un proyectil de mortero hacia Israel», uno de los cuales causó «algunos daños» en un edificio residencial. «Israel respondió bombardeando posiciones militares de varios grupos armados en la Franja de Gaza», ha subrayado.
«Estos últimos acontecimientos llegan tras semanas de violencia en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Este, y en Israel. En los ataques más graves en Israel en muchos años, catorce personas fueron asesinadas por atacantes en incidentes en Bersheeba, Bnei Brak, Hadera y Tel Aviv», ha denunciado.
Por otra parte, Shamdasani ha incidido en que «la intensificación de las operaciones militares israelíes en Cisjordania, particularmente en Yenín, y el uso de armas de fuego por parte de milicianos palestinos pone a los residentes palestinos en una situación de alto riesgo».
«En abril, las fuerzas de seguridad israelíes han matado a 19 palestinos, incluidos tres niños y tres mujeres, y herido a decenas más. Las fuerzas de seguridad israelíes también han intensificado las redadas y las operaciones de arresto en Cisjordania, generando graves preocupaciones sobre un uso excesivo de la fuerza, malos tratos y arrestos arbitrarios de familiares de personas buscadas», ha puntualizado.
«Algunas de las muertes, incluida en particular que las fuerzas de seguridad israelíes mataran a tiros a una mujer palestina el 10 de abril en Husan, generan graves preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza y la privación arbitraria de la vida», ha manifestado, antes de pedir que todos estos casos sean investigados.
Por último, Shamdasani ha señalado que «la respuesta de las autoridades israelíes a los ataques, en particular las medidas impuestas en la provincia de Yenín, entre ellas restricciones generalizadas de movimiento y medidas punitivas contra familiares de supuestos atacantes, generan preocupaciones sobre un posible castigo colectivo».
«Nos hacemos eco del llamamiento a la calma realizado por el secretario general (de la ONU, António Guterres) y pedimos que se lleven a cabo investigaciones en aquellos casos en los que haya gente que resultara muerta o herida (por los incidentes», ha remachado.