Más de 2.000 civiles han muerto en Ucrania víctimas de la ofensiva que inició Rusia el pasado 24 de febrero, según una estimación conservadora de Naciones Unidas, que asume que la cifra real será «considerablemente mayor» por la falta de información de algunas zonas y las demoras en la verificación de los casos.
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos tiene registrados hasta el momento 2.072 fallecidos civiles, de los cuales 169 eran niños. Además, 2.818 personas han resultado heridas, según el balance publicado este martes.
Naciones Unidas admite en este informe que hay zonas de las que apenas se conocen datos, como por ejemplo la ciudad de Mariúpol, y se hace eco también de las cifras proporcionadas por el Ministerio del Interior ucraniano, según las cuales han muerto ya al menos 2.700 personas ajenas al conflicto. La Fiscalía de Ucrania señala además que han perdido la vida más de 200 niños.
Las autoridades rusas han asegurado que no atacan objetivos civiles, a pesar de las pruebas que acreditan lo contrario y de matanzas como la de Bucha, una localidad situada a las afueras de Kiev donde aparecieron cientos de cadáveres tras la retirada de las tropas de Rusia.