La cifra no puede resultar más escandalosa: a consecuencia de la pandemia, en el 2020 alrededor de 23 millones de niños no fueron inmunizados contra enfermedades prevenibles por vacunación (EPV) tales como el sarampión, la poliomielitis, viruela, la rubéola, el síndrome de rubéola congénita y contra el tétanos neonatal, entre otras. “La disminución de las tasas de vacunación en la región es alarmante y pone a millones de niños y adolescentes en riesgo de enfermedades peligrosas que podrían prevenirse”, advirtió contundentemente Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
En el período comprendido entre 2015 y el 2020, en la región, el calendario de vacunación contra la difteria, el tétanos y la tosferina cayó de un 90 por ciento al 76 por ciento. Esos 14 puntos perdidos en la cobertura, dejó desprotegidos contra enfermedades peligrosas previsibles a unos 2.5 millones de niños. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mientras que en el 2013 solamente 5 personas fueron afectadas por la difteria, cinco años después, en el 2018, se presentaron 900 casos. El sarampión, por su parte, que es altamente contagioso, sumó 500 casos en el 2013, y para el 2019 más de 23 mil personas fueron contagiadas. El desmejoramiento en los procesos de vacunación, que ya se daba desde hace casi una década, se agudizó preocupantemente con el arribo del SARS-CoV-2.
La inmunización es uno de los procesos de salud pública más importantes en el presente: oportunamente aplicadas, las vacunas salvan entre 2 y 3 millones de vidas cada año; por lo que la UNICEF apremia a los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe para que restablezcan urgentemente los programas de vacunación de rutina y que se aseguren de llevar nuevamente la cobertura a todos los niños y adolescentes, al igual que a sus familias.
“A medida que los países se recuperan de la pandemia, se necesitan acciones inmediatas para evitar que las tasas de cobertura sigan cayendo, porque el resurgimiento de brotes de enfermedades representa un grave riesgo para toda la sociedad”, agrega la directora regional de UNICEF. No se trata solamente de mejorar los sistemas de salud y estar preparados para la próxima pandemia: se requiere también de mantener todo lo logrado hasta el momento en procesos fundamentales como el de inmunización contra el resto de enfermedades prevenibles.