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IsGlobal estima que «estamos a tiempo» de prepararnos para otra pandemia

Dentro de los virus que podrían ser origen de una nueva pandemia citan el virus de la gripe, especialmente el H5N1

A pesar de la amenaza que supone que el virus de la gripe aviar H5N1, muy patogénico, pueda haber ganado la capacidad de transmitirse entre mamíferos, investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) consideran que aun «estamos a tiempo» de prepararnos para una posible pandemia mundial, si bien advierten de que es necesario que se alcance un «acuerdo pandémico» mundial de manera urgente.

En su informe ‘¿Estamos preparados para la próxima pandemia?’, las investigadoras del ISGlobal Elizabeth Diago-Navarro y Clara Marín-Carballo, advierten de que el hecho de que el virus la gripe aviar H5N1, gane capacidad de transmisión entre mamíferos «es una noticia muy preocupante, que sitúa a este virus a la cabeza de los posibles causantes de la próxima pandemia, cuando aún no hemos hecho lo suficiente para prepararnos para ella desde un punto de vista institucional, legal y financiero».

Reconocen que «algunos países lo están haciendo mejor, pero de poco les servirá si un virus respiratorio campa a sus anchas en un país vecino o del que le llegan turistas», por lo que reclaman . Necesitamos una «coordinación internacional efectiva» para evitar lo sucedido con la COVID-19.

Según explica, «las enfermedades infecciosas, las epidemias y las pandemias han acompañado a los seres humanos desde nuestros inicios, moldeando culturas y sociedades. Cada cierto tiempo la humanidad ha sufrido, sufre y sufrirá epidemias provocadas por distintos agentes patógenos, como la peste, la viruela, el cólera o las gripes pandémicas».

En este sentido, apuntan que, además, «parece inevitable que surjan unas y otras en el futuro» debido a «determinados factores, como cambios ambientales amplificados por la crisis climática, cambios en el uso del suelo, interacciones con animales salvajes o la globalización, que están contribuyendo a aumentar el riesgo de que vivamos una nueva pandemia, con intervalos más cortos entre eventos de este tipo».

Las investigadoras resaltan que la tendencia en las últimas décadas sugiere que la próxima pandemia la causará un virus para el que no exista tratamiento o vacuna efectiva todavía, y que se transmitirá de forma respiratoria, en lugar de fecal u oral como en pandemias como las del cólera o el Ébola–. «Esto se debe a que, al transmitirse de forma respiratoria, la transmisión humanohumano es más difícil de controlar, ya que no depende de las medidas higiénicas como en la ruta fecal u oral, ni de medidas que eviten la exposición a fluidos corporales como en virus transmitidos por contacto», explican.

Dentro de los virus que podrían ser origen de una nueva pandemia citan el virus de la gripe, especialmente el H5N1; los coronavirus o uno aun desconocido que ya esté presente en una población animal salvaje pero que todavía no haya sido descubierto. En este sentido, señalan que existen proyectos para intentar mapear el viroma mundial, como el PREDICT, que identifican virus que pueden provocar una pandemia.

Ante este panorama, las investigadoras expresan cierto optimismo al señalan que «aún estamos a tiempo de reforzar nuestras capacidades de preparación y respuesta para la próxima pandemia. Todavía existen fondos, voluntad política e interés social para sacar adelante iniciativas que apuntalen la gobernanza global y la financiación estable de la preparación pandémica», resaltan.

Entre las recomendaciones se realizan destacan la necesidad de aprobar un acuerdo pandémico de manera urgente, por el que los Estados deben estar dispuestos a ceder poder e independencia para que las resoluciones más cruciales, como la distribución equitativa de vacunas, sean vinculantes. «Si no se crean mecanismos de rendición de cuentas, los países no cederán recursos voluntariamente durante una pandemia –advierten–. El acuerdo debe incluir mecanismos que permitan el acceso libre a la información sobre patógenos y la transferencia de tecnología, así como tener en cuenta a la sociedad civil, cuyas capacidades fueron infrautilizadas durante la pandemia de COVID-19».

Asimismo, sugieren que los recursos para la preparación y respuesta a pandemias deben ser distribuidos equitativamente entre diferentes países, no solo por una cuestión ética, sino porque la falta de preparación de unos es un riesgo para todos. Así, «el Norte Global debe apoyar la creación de capacidades para el desarrollo y producción de contramedidas médicas (como vacunas) en el Sur Global para que este no dependa de las donaciones del primero. Asimismo, deben establecerse capacidades de vigilancia epidemiológica efectiva en todos los países, creando incentivos para la declaración de nuevos patógenos o variantes de otros ya conocidos».

Consideran que el acuerdo pandémico debe asegurar la financiación de la OMS, no solo para la respuesta a emergencias sino para garantizar el resto de sus actividades, para poder actuar como un organismo coordinador de la salud global, con cierta capacidad de mando sobre los países y mecanismos adecuados de rendición de cuentas.

Finalmente, aconsejan que las modificaciones al Reglamento Sanitario Internacional aprobadas en la 77a Asamblea Mundial de la Salud «deben ser implementadas sin dilación en el plazo aprobado». El Independent Panel for Pandemic Preparedness and Response ha establecido una línea temporal de 12 meses, empezando desde julio de 2024, para implementar medidas que nos preparen para la próxima pandemia. «No son los únicos expertos alertando de que se nos acaba el tiempo para evitar que las pérdidas que sufrimos durante la COVID-19 se repitan. La próxima pandemia es una realidad. Lo que nos cueste depende solo de nosotros», alertan.

La quimera sanitaria

El acceso a la salud es un derecho humano fundamental. Así lo establece la Constitución de la OMS desde 1948. Sin embargo, el más reciente informe de este organismo junto al Banco Mundial revela un panorama desolador: la cobertura sanitaria universal (CSU) es aún una quimera para casi 2 mil millones de personas en el mundo.

Los datos son elocuentes. Según la OMS, el gasto sanitario empobrece a millones de familias todos los años. Se calcula que al menos 2 mil millones de personas enfrentan «gastos catastróficos» en salud, es decir, deben destinar más del 10 por ciento de sus ingresos a este rubro. Claramente, esto imposibilita acceder a otras necesidades básicas. Peor aún, la situación no ha mejorado en los últimos años. El informe señala que entre 2019 y 2021 no hubo progreso alguno. Incluso, la pandemia de COVID-19 agravó el panorama: 92 por ciento de los países sufrieron interrupciones en los servicios esenciales de salud.

Frente a este diagnóstico, urge un cambio radical. Los Estados deben asumir la CSU como política pública, aumentando sustancialmente el gasto en salud. Según la OMS, la región invierte apenas 3.4 por ciento del PIB en este ítem versus 5.5 por ciento en promedio en Latinoamérica. Se requiere más inversión, pero también gestión: reorientar el sistema hacia la atención primaria, tal como recomienda la OMS, mejoraría la cobertura y eficiencia del gasto. Asimismo, es clave reducir la desigualdad en el acceso a la salud. Los datos muestran que los más ricos, educados y urbanos gozan de mayor cobertura. No podemos naturalizar estas brechas.

La CSU es una meta global que nos compete a todos. Es hora de que los Estados asuman su rol garante de este derecho. De lo contrario, seguiremos fallando a las actuales y futuras generaciones. El reloj avanza, urge actuar.

Lección ignorada

El último censo de población y vivienda realizado recientemente lo dejó muy claramente establecido: el país alcanza los 4 millones 202 mil 572 habitantes. De esa cifra 1 millón 911 mil 824 están afiliados a la Caja de Seguro Social, lo que representa el 45.5 por ciento de los panameños. El resto, 2 millones 290 mil 748 ciudadanos -el 54.5 por ciento-, depende del sistema de salud pública patrocinado por el Estado. Sin embargo, a ninguno de los dos grupos se le brinda una atención médica que cumpla, siquiera, con los requisitos mínimos de calidad.

Sin embargo, mientras los servicios de salud nacionales apenas funcionan con presupuestos paupérrimos y una absoluta carencia de los más básicos insumos, el infame proceso de descentralización ha consumido en los últimos nueve años alrededor de mil 200 millones de dólares, sin que se rinda cuentas claras del destino de tan obscena fortuna. La administración de gobierno anterior dilapidó 994 millones, mientras que la presente ya ha derrochado otros 250 millones. Evidentemente, la principal lección de la pasada pandemia sobre el papel central del sistema de salud en la vida nacional se echó en saco roto; y la próxima crisis sanitaria sorprenderá a un país desprotegido porque sus servicios médicos son poco menos que deplorables. Estos son los escenarios resultantes cuando la codicia, la corrupción y el desprecio a la vida humana se imponen sobre cualquiera otra consideración.

Entre opciones y desesperanzas

Para el 2018, la cantidad de jóvenes entre los 15 y los 24 años que ni estudiaban ni trabajaban se acercaba a los 119 mil 340, según el informe Los NiNis en Panamá. Para la misma fecha, en el resto de América Latina la cifra sobrepasaba los 20 millones. Ambas cifras resultan desoladoras porque son muchos jóvenes condenados a una vida de incertidumbres y carencias por falta de oportunidades educativas o laborales, o a causa de la pobreza, la discriminación, la desmotivación, la falta de habilidades o, en el último de los casos, por una absoluta ausencia de apoyo familiar. Y, aunque no existen estudios más recientes, luego de la pandemia del coronavirus los incrementos en las cifras han de ser descomunales: los números del desempleo causados por la Covid-19 se ensañaron contra los sectores jóvenes.

Que no sea uno de los temas centrales en las chácharas de las clases gobernantes, no le resta importancia. El tema reclama atención y respuestas urgentes porque el número de afectados es impresionante; sólo se requiere una poca de creatividad: la que resulta de unir dos puntos que, hasta entonces, parecían no relacionados.

Según el Course Report, para el 2018 se generaban ingresos por 240 millones de dólares anuales en la industria del Bootcamp. Estos son programas de formación laboral intensivos para dotar al estudiante de habilidades específicas en un corto período de tiempo que va desde unas pocas semanas hasta varios meses. La formación está enfocada, por lo general, en campos tecnológicos como la programación, el desarrollo web, la ciberseguridad, la ciencia de datos, el diseño de experiencia de usuario, la inteligencia artificial y el diseño gráfico. Algunos incluyen la formación en gestión de proyectos y en marketing digital.

Un programa de becas y ayudas económicas para que los jóvenes ninis accedan a este tipo de formación; además de programas de entrenamiento en áreas específicas de gran demanda en el mercado laboral; y un compromiso de alianzas con el sector privado para que brinden oportunidades laborales a los graduados de estos bootcamps, sería un buen primer paso para ofrecer opciones de un mejor porvenir a ese numeroso grupo de muchachos que hoy se debate en la desesperanza.

Se pasa el tren

Todos los productos, desde su desarrollo hasta que son puestos en manos del consumidor, recorren un largo camino que incluye el abastecimiento de materias primas, el montaje o fabricación, la prueba de producto final, el empacado y el envío, entre otros. Todo ese proceso y sus numerosas estaciones es lo que se conoce como cadena de suministro, la que- desde un segundo plano- juega un papel primordial en el comercio global. Cuando la misma se rompe, el público se encuentra con las estanterías vacías ahí donde acostumbra realizar sus compras.

Con la pandemia del coronavirus, las interrupciones de estas cadenas mundiales provocaron demoledoras alteraciones en el comercio mundial, a la vez que evidenciaban la dañina dependencia establecida con respecto a ciertas áreas del mundo. Ante la necesidad de romper esta dependencia toma auge el “nearshoring”, la práctica comercial de contratar en países cercanos la prestación de servicios o la producción de bienes, lo que se traduce en reducción de costos y en una colaboración y comunicación más estrecha con las empresas contratadas. Además de mejorar la competitividad y de permitir el acceso a las tecnologías y conocimientos avanzados, la consiguiente diversificación de la economía y la creación de empleos de alta calidad son estímulos suficientes para tomar las medidas que sean precisas para subirse al tren de esta oportunidad.

Pero, ¿qué se requiere para aprovechar la ocasión? Una fuerza laboral fuertemente capacitada, especializada en diversas áreas de la tecnología y los servicios empresariales, un entorno favorable para la inversión extranjera y para la innovación, además de mejorar urgentemente las infraestructuras pertinentes como aeropuertos, carreteras y puertos de tal manera que destaque la efectividad en el transporte de bienes y servicios.

¿Logrará Panamá subirse a este tren o será otra de las oportunidades perdidas a causa de la desidia, las miras estrechas y la incapacidad de una clase dirigente teñida de la más absoluta incompetencia en el manejo del país?

Los despojos a la vera del camino

Desde que hizo su aparición, la pandemia del coronavirus asestó un golpe demoledor a los procesos de enseñanza y aprendizaje vigentes en el mundo. Y, además, puso sobre el tapete – a la vista de todos- las innumerables falencias que eran la nota característica en la educación, sobre todo de los países menos afortunados. A la par de los correspondientes a las medidas y vacunas para afrontar la epidemia, el debate público fue conquistado por los temas sobre el desfase, las carencias y la pobreza de los niveles educativos que, hasta entonces, eran del manejo exclusivo de los gremios magisteriales.

Uno de estos temas que se apoderó de la discusión pública con su creciente cuota de preocupación fue el de la “pobreza de aprendizaje”, que no es sino la incapacidad evidenciada por niños de 10 años de leer y comprender un relato simple. Esa deficiencia, cuyo origen se remonta a muchísimos años antes de la covid-19, resulta acumulativa a medida que el niño suma edad además de años de escolaridad, y podría señalarse como una de las causas -entre muchas que asolan la educación nacional-, para explicar lo ocurrido con el examen de Inducción del Instituto Superior de la Judicatura de Panamá.

Solamente aprobaron nueve de los ciento cincuenta licenciados en derecho que lo tomaron para acreditarse la idoneidad profesional. El restante 94 por ciento que quedó tirado en el camino, constituye el dedo acusador que apunta al mercantilismo reinante en las instituciones de educación superior. Porque, durante las últimas décadas, las nuevas universidades han surgido como hongos silvestres a lo ancho del territorio nacional, sin que esa multiplicación se traduzca en una formación con mejores índices de excelencia. Con el único norte de facturar y más preocupadas por cubrir los gastos de funcionamiento y asegurar márgenes de ganancia, las universidades abandonaron también a orillas del camino la sagrada vocación de forjar ciudadanos y profesionales de primer orden.

El futuro en el patíbulo

Una elevada deuda pública afecta la capacidad del Estado para brindarle al ciudadano servicios prioritarios como la salud, educación y los de infraestructuras. Además, señala el informe Deuda pública y restricciones para el desarrollo en América Latina y el Caribe, aumenta la vulnerabilidad ante las crisis financieras y económicas tanto internas como las del exterior, crea una mayor dependencia a los mercados de financiamiento, y reduce la capacidad estatal para atender las necesidades más urgentes del país.

La publicación propone trabajar en políticas que impulsen el crecimiento económico sostenible, además de mejorar el manejo de la deuda, y aumentar la rendición de cuentas y la transparencia en todo lo referente a ella. No hace falta señalar lo necesario que resulta el fortalecimiento de los sistemas fiscales y de tributación.

En Latinoamérica y el Caribe la deuda no ha hecho sino aumentar desde el año 2010. La disminución de los ingresos y las medidas ejecutadas para mitigar los demoledores efectos causados por la pandemia del coronavirus la llevaron a niveles alarmantes: el citado informe revela que del 67.9 por ciento en 2019, pasó a representar el 77.4 por ciento del PIB en el 2020.

Se precisa que quienes llevan el timón del país adquieran conciencia de las potenciales e inevitables consecuencias de una deuda cuyos servicios comprometan los recursos que se requieren para cumplir con las necesidades básicas de la población y que, además, establezca insalvables restricciones para “invertir” en el desarrollo que anhela cada uno de los ciudadanos.

Global Banking Annual Review de McKinsey: la banca hacia una nueva era

La consultora estratégica McKinsey & Company presentó su reporte Global Banking Annual Review 2022, en el que se exploran los cambios en la banca como resultado del regreso de la inestabilidad geopolítica, el aumento de la inflación, junto con los efectos a largo plazo de la pandemia de COVID-19.

El informe señala que, si bien los ingresos y los márgenes aumentaron transitoriamente debido a las tasas de interés más altas, más de la mitad de los bancos del mundo cotizan por debajo del valor en libros. De hecho, la banca ocupa el último lugar en una comparación de las valoraciones de mercado de los diferentes sectores de la industria, impulsada por sus débiles márgenes de ganancia y sus bajas expectativas de crecimiento.

En el caso de América Latina, el Global Banking Annual Review destaca que los ingresos han crecido más rápido que el promedio mundial a medida que se profundiza la penetración de mercado, especialmente en banca corporativa (37%) y banca de consumo (35%).

“El mensaje principal que transmite el reporte es que, en un momento de creciente divergencia y rendimientos relativamente mejores en el 2022, a los bancos se les presentará el reto de prepararse para el futuro, mejorando su resiliencia a corto plazo y aprovechar las oportunidades a más largo plazo para crecer y ser más rentables. Los bancos pueden enfocarse en crecer las ventas por medio de digital y reducir sustancialmente los costos de operar”, dijo Julio Giraut, socio y Location Manager de McKinsey en Panamá.

Resiliencia para la sostenibilidad financiera

A pesar de las mejoras en el escenario global, más de la mitad de los bancos del mundo en 2022 continúa presentando un retorno sobre el patrimonio por debajo del costo del capital y el análisis de McKinsey sugiere que los recientes aumentos de margen generaron rendimientos por encima del costo del capital para solo el 35% de los bancos a nivel mundial.

No obstante, la rentabilidad bancaria alcanzó sus niveles más altos en 14 años durante el 2022 con un rendimiento esperado sobre el capital de entre el 11.5% y el 12.5%. Los ingresos a nivel mundial crecieron en $345 mil millones, impulsados por un fuerte aumento en los márgenes netos, ya que las tasas de interés subieron después de languidecer durante años. Por ahora, la banca a nivel mundial mantiene un índice de capital Tier 1 entre el 14% y el 15%, y muchos segmentos de la banca -incluyendo los minoristas, mayoristas y patrimoniales- se han beneficiado.

Tomar medidas audaces que propicien resiliencia a corto plazo y sentar las bases para el crecimiento a largo plazo será una acción importante para los bancos. La optimización de los balances, los costos y las posiciones de capital los ayudarán a superar estos tiempos volátiles, y será relevante aplicar prácticas excepcionales de gestión de riesgos e infraestructura tecnológica que puedan resistir los ciberataques.

A más largo plazo, los bancos se plantearán la transición de los modelos de negocio tradicionales a plataformas más preparadas para el futuro, en las que se desacoplan diferentes unidades de negocio, como la banca cotidiana y los servicios complejos de financiación o asesoramiento, y así fomentar relaciones altamente especializadas con los clientes. También podrían adoptar nuevas tendencias de crecimiento que modifiquen la industria, como la inversión ambiental y social, y ofertas más allá de la banca y la analítica avanzada.

Radiografía del mercado laboral, la otra víctima de la pandemia.

El mercado laboral panameño no da muestras de recuperación. Las tendencias a la baja de sus indicadores ya venían mostrando una inclinación poco alentadora antes de la pandemia de covid-19 en 2020, pero tras las medidas económicas que se tomaron para enfrentar aquel problema de salud pública, simplemente no se reanima.

La mirada general del tema puede ser engañosa: la tasa de desempleo ha disminuido luego de un salto dramático con las cuarentenas y el cierre general ordenado por el Gobierno a raíz de la pandemia de 2020.

Así, con una perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de hasta 6.2 % en 2022, los empecinados del optimismo habrían empezado a celebrar que con ese augurio llegaba una baja de la tasa de desempleo en el país canalero. Sin embargo, a pesar de la reducción a la mitad de lo que se alcanzó en el fatídico 2020, el actual 9.9 % de desempleo está 3 puntos porcentuales por encima del 6.4% del 2019.

Pero eso no sería lo peor del panorama. Algunos datos adicionales nos dejan severas dudas al respecto de la calidad del empleo y la sostenibilidad de las cifras actuales del mercado laboral panameño, además del poco alentador diagnóstico internacional para el 2023.

Calidad de empleo y carga pública.

La tasa de desempleo ha resultado un indicador engañoso. La tendencia a la baja esconde una realidad que a muchos les resulta igual de preocupante que el desempleo mismo. Se trata del trabajo informal.

Entre octubre de 2021 y abril de 2022, hubo una reducción del 1.4 % de la tasa de desempleo, pero al mismo tiempo la informalidad creció casi la mitad de esa cifra, registrando un aumento de 0.6 %. Eso significa que al menos el 40 % de los que ingresaron a las filas de las personas ocupadas, lo hicieron en alguna actividad informal.

Es el mismo patrón de la cifra general del empleo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en 2022, los empleos informales representan el 48.2 % de 1.8 millones de personas que trabajan. Es decir, hay en Panamá, 800 mil trabajadores informales, lo que significa que 48 de cada 100 personas que trabajan, lo hacen de manera informal.

Según el INEC, en el período de 6 meses comprendidos entre el 1 de noviembre 2021 y el 30 de abril 2022, se agregaron 60 mil 47 nuevos trabajadores informales a la economía. “Estamos generando unos 10 mil nuevos informales por mes”, advierte Rene Quevedo, un consultor de recursos humanos que lleva al menos 25 años señalando las necesidades del mercado laboral panameño. “Ese promedio es cinco veces mayor al de la década prepandemia (2009-2019), cuando se agregaban 1,924 nuevos informales mensuales”, añade Quevedo.

Ante esa realidad, la Contraloría de la República ha admitido que la informalidad laboral representa un “desafío” por enfrentar. No obstante, no es el único asunto del que preocuparse.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en abril 2022, teníamos 59 mil 252 trabajadores menos en el sector privado y 249 mil 633 nuevos informales. “En esa década, por cada empleo formal privado que se perdió, se generaron 4 nuevos empleos informales, mientras que de cada 5 nuevos empleos que se agregaron a la economía, 4 fueron informales y el otro fue en el Gobierno”, explica Quevedo.

Así que la informalidad se adueña del panorama; el Estado carga al máximo su planilla y el sector privado reduce participación en la generación de empleos.

Reactivación; plan: trabajos y educación.

La pandemia intensificó la fragilidad del mercado laboral panameño; pero, además, la generación de empleo parece haber quedado fuera de la agenda de la reanimación económica. “El gobierno cree que no se necesita un plan”, ha dicho el profesor universitario de economía y excandidato presidencial, Juan Jované, en una entrevista al diario La Estrella de Panamá.

“Piensan que el mercado lo resolverá todo”, dice Jované, y asegura que eso nos ha llevado a una “especie de reactivación económica sin empleo”.

De acuerdo con Quevedo no se trata solo de una cuestión de oferta y demanda, hay un elemento que está haciendo la diferencia: educación.

La formación está marcando la frontera, Entre octubre 2021 y abril 2022, se requirieron menos de 11 años de escolaridad en 67 % de los nuevos empleos informales generados y 33 % de los empleos formales. En el caso de los empleos formales, el 85% correspondió a trabajadores con 13 años o más de instrucción formal.

Empezar más tarde.

Como resultado de la necesidad de más estudios y las dificultades para alcanzar un empleo, la edad en la que los panameños empezamos a trabajar se está retrasando. La población económicamente activa entre 15 y 29 años, representa el 54 % de los desempleados y apenas el 24 % del total de las personas con trabajo.

La tendencia no es nueva, ese grupo paso de obtener el 26 % de los nuevos empleos en 2007, a solo lograr el 8 % en 2019. La pandemia no los trató mejor: las personas con menos de 30 años representan el 38 % de todos los despidos producidos entre 2020 y 2021.

Lo peor está por venir”.

Mientras en Panamá aún no está claro el plan y nadie habla de esta realidad del mercado laboral, a nivel internacional los augurios no son alentadores.

El Fondo Monetario Internacional, (FMI), ha advertido que el 2023 podría sentirse en muchos países como “un periodo de recesión”. Un informe de ese organismo asegura que al menos una tercera parte de las economías de mundo estarían en ese riesgo.

Las estimaciones del organismo internacional las ha dado a conocer el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. El crecimiento global se calcula apenas en un 3.2 % en 2023 y seguiría bajando hasta 2.7 % el año siguiente. Los números de Estados Unidos y Europa, además de China, son igualmente poco alentadores, y para América la posibilidad de una crisis inflacionaria severa se cierne en los cálculos del FMI.

Esta realidad, sin duda, hará aún más difícil la dinámica del mercado laboral panameño, que aún no logra sacudirse las secuelas de la pandemia.

Reino Unido aprueba la primera vacuna contra la Covid-19 capaz de hacer frente a Ómicron

En concreto, se trata de una actualización de la vacuna fabricada por la compañía estadounidense Moderna, y se ha aprobado para las dosis de refuerzo en adultos «tras comprobar que cumple las normas de seguridad, calidad y eficacia», según aclaran desde el organismo regulador británico.

Tal y como explican, en cada dosis de la vacuna de refuerzo, ‘Spikevax bivalente Original/Omicron’, la mitad de la vacuna (25 microgramos) se dirige a la cepa original del virus a partir de 2020 y la otra mitad (25 microgramos), a Ómicron.

La decisión de la MHRA se basa en los datos de un ensayo clínico que demostró que un refuerzo con la vacuna bivalente Moderna desencadena «una fuerte respuesta inmunitaria tanto contra Ómicron (BA.1) como contra la cepa original de 2020», detallan.

Asimismo, también se comprobó que la vacuna bivalente genera una buena respuesta inmunitaria contra las subvariantes de Omicron BA.4 y BA.5.

En lo que respecta a los efectos secundarios, se ha comprobado que son los mismos que los que se desencadenan con la dosis original de refuerzo de Moderna y que son normalmente leves. En este sentido, no se han identificado problemas de seguridad graves.

«Me complace anunciar la aprobación de la vacuna de refuerzo bivalente Moderna, que en el ensayo clínico proporcionó una fuerte respuesta inmunitaria contra la variante Omicron BA.1, así como contra la cepa original 2020», ha celebrado la jefa ejecutiva de la MHRA, la doctora June Raine.

Si bien reconoce que la primera generación de vacunas contra la Covid-19 «sigue salvando vidas», asegura que esta vacuna bivalente proporciona «una herramienta más afinada» en la protección contra esta enfermedad «a medida que el virus sigue evolucionando».

Por su parte, el presidente de la Comisión de Medicamentos de Uso Humano del Reino Unido, el profesor Sir Munir Pirmohamed, ha comentado que la inyección «representa el siguiente paso en el desarrollo de vacunas para combatir el virus, por su capacidad de provocar una respuesta inmunitaria más amplia que la vacuna original».

La agencia británica se adelanta a la EMA

De esta forma, Reino Unido se ha adelantado en su decisión a la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), que ya anunció a mediados de junio que había iniciado una revisión continua tanto de la versión de la vacuna bivalente de Moderna como de la de Pfizer y BioNTech, que también había mostrado resultados prometedores.

De hecho, la pasada semana, Pfizer y BioNTech informaron de que su vacuna adaptada a las variantes BA.1 y BA.4/5 no llegará hasta octubre de 2022, «a tiempo para las campañas de vacunación de refuerzo de otoño».

Las muertes por COVID-19 bajan un 9% a nivel mundial en la primera semana de agosto

Las muertes por COVID-19 bajan un 9% a nivel mundial en la primera semana de agosto

En cambio, el número de nuevos casos semanales se mantuvo estable frente a la semana anterior, con más de 6,9 millones de nuevos casos notificados. Hasta el 7 de agosto, se han notificado 581,8 millones de casos confirmados y 6,4 millones de muertes en todo el mundo.

A nivel regional, el número de nuevos casos semanales notificados aumentó en la Región del Pacífico Occidental (+29%), mientras que las cifras de nuevos casos disminuyeron o se mantuvieron estables en la Región de África (-46%), la Región de las Américas (-22%), la Región del Mediterráneo Oriental (-22%), la Región de Europa (-7%) y la Región del Sudeste Asiático (-3%).

El número de nuevas muertes semanales aumentó en la Región del Mediterráneo Oriental (+19%), mientras que las cifras disminuyeron o se mantuvieron estables en la Región de África (-73%), la Región de Europa (-15%), la Región de las Américas (-10%), la Región de Asia Sudoriental (-1%) y la Región del Pacífico Occidental (+4%).

POR países, los números más altos de nuevos casos semanales fueron notificados por Japón (1.496.968 nuevos casos; +9%), Estados Unidos (759.806; -19%), Corea del Sur (713.078; +26%), Vietnam (571.458) y Turquía (406.322).

Las cifras más altas de nuevas muertes semanales se registraron en Estados Unidos (2.764 nuevas muertes; -2%), Brasil (1.445; -21%), Italia (1.059; -12%), Japón (1.002; +53%) y España (654 nuevas muertes; +23%).

Pfizer y BioNTech anuncian que su vacuna adaptada a ómicron no llegará hasta octubre

Pfizer y BioNTech anuncian que su vacuna adaptada a ómicron no llegará hasta octubre

Así lo ha avanzado BioNTech en la presentación de sus resultados financieros correspondientes al primer semestre de 2022, que recogen unos ingresos en el segundo trimestre de 2022 de 3.200 millones de euros, con un beneficio neto de 1.700 millones de euros, así como ingresos del primer semestre de 2022 de 9.600 millones de euros, con un beneficio neto de 5.400 millones de euros.

En concreto sobre su vacuna contra la COVID-19, su previsión es ingresar entre 13.000 y 17.000 millones de euros en 2022. Esta estimación de ingresos refleja los ingresos previstos relacionados con la participación de BioNTech en los beneficios brutos de las ventas de la vacuna en los territorios de los socios colaboradores, de las ventas directas de la vacuna a clientes en el territorio de BioNTech y de los ingresos previstos generados por los productos fabricados por BioNTech y vendidos a los socios colaboradores.

«En el primer semestre de 2022, hemos logrado importantes hitos, ya que hemos reforzado aún más nuestro liderazgo en la vacuna y hemos ampliado nuestra amplia cartera de productos y acelerado su maduración. Nuestra cartera de productos de COVID-19 incluye candidatos a vacunas adaptadas a las variantes y de próxima generación, orientadas a una protección prolongada y amplia. En oncología, hemos presentado actualizaciones de datos alentadoras para nuestro candidato a vacuna contra el cáncer de ARNm individualizado BNT122 en cáncer de páncreas y nuestro novedoso candidato a terapia celular CAR-T BNT211 en tumores sólidos, lo que ha llevado a nuestra primera designación PRIME por parte de la EMA. Nos dirigimos hacia la preparación de ensayos de registro, así como a la entrega de nuestros primeros BioNTainers en África, con el objetivo de proporcionar acceso a medicamentos novedosos», ha comentado el director general y cofundador de BioNTech, Ugur Sahin.

«Gracias a los buenos resultados obtenidos hasta la fecha, creemos que estamos en el buen camino para alcanzar nuestras previsiones financieras para el presente ejercicio. Con nuestras iniciativas en torno a los candidatos a vacunas COVID-19 adaptados a las variantes, esperamos un aumento de la demanda en nuestros mercados clave en el cuarto trimestre de 2022, sujeto a la aprobación reglamentaria.

Seguiremos invirtiendo fuertemente en investigación y desarrollo en 2022 y más allá, y seguimos centrados en fomentar nuestra cartera de productos oncológicos, así como en impulsar nuestro liderazgo en el desarrollo de la vacuna COVID-19. Estamos impulsando el posible lanzamiento de múltiples productos innovadores para abordar enfermedades con gran necesidad médica no cubierta en los próximos tres a cinco años», ha añadido el director financiero de BioNTech, Jens Holstein.

Vacuna contra el covid-19 podría aplicarse anualmente

Vacuna contra el covid-19 podría aplicarse anualmente

Así lo destacó el Dr. Eduardo Ortega Barría, Secretario Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Senacyt), al ser consultado sobre los alcances que se han logrado desde el inicio del proceso de vacunación contra el covid-19 en Panamá, y la evolución que han tenido las vacunas en los laboratorios, desde que se aplicaron las primeras dosis el año pasado.

Indicó que el Coronavirus «llegó para quedarse en el mundo», y en Panamá, «será una de las enfermedades que tendrá que tratarse mediante vacunación», sin que hasta el momento existan otras alternativas para su prevención.

Ortega Barría enfatizó que en Estados Unidos, las casas farmacéuticas como Pfizer continúan desarrollando vacunas que sean cada vez más efectivas para prevenir el contagio del covid-19, tanto en la población adulta, como en la de los infantes.

Destacó que en el mes de octubre, podría estar saliendo a la venta una vacuna que sería hasta ahora la más efectiva producida en los Estados Unidos, sobre la cual en Panamá se ha hecho un seguimiento y evaluación, sobre la conveniencia o no de adquirirla.

«Estamos en el tercer año de la pandemia, y debemos todavía mantener medidas de bioseguridad básicas, como el uso de la mascarilla en ciertos sitios. Lo más probable es que a partir del desarrollo de las vacunas contra el covid-19, sea necesaria solo una dosis anual, como ocurre con virus como el de la influenza», apuntó el director del Senacyt.

Hasta el pasado 30 de julio, un total de 8 mil 425 personas habían muerto en el país por covid-19, lográndose recuperar de la enfermedad 938 mil 38 personas.

Casos de la COVID-19 a nivel mundial bajaron un nueve por ciento en la última semana de julio

Casos de la COVID-19 a nivel mundial bajaron un nueve por ciento en la última semana de julio, según la OMS

El número de nuevas muertes semanales se mantuvo estable esta semana en comparación con la semana anterior, con más de 14.000 víctimas mortales notificadas. A 31 de julio de 2022, ya se han notificado más de 574 millones de casos confirmados y más de 6,3 millones de muertes en todo el mundo.

A nivel regional, el número de nuevos casos semanales notificados aumentó en el Pacífico Occidental (+20 por ciento) y África (+5 por ciento); al mismo tiempo, disminuyó o se mantuvo estable en Europa (-35 por ciento), Mediterráneo Oriental (-12 por ciento), Sudeste Asiático (-2 por ciento) y América (-2 por ciento).

Las muertes aumentaron en el Pacífico Occidental (+44 por ciento), Mediterráneo Oriental (+26 por ciento), Asia Sudoriental (+20 por ciento) y África (+12 por ciento), mientras que disminuyó en Europa (-26 por ciento). El número de nuevas muertes semanales en América fue similar al de la semana anterior.

A nivel de países, los números más altos de nuevos casos semanales fueron notificados por Japón (1.379.099 nuevos casos; +42 por ciento), Estados Unidos (923.366; 2 por ciento), Corea del Sur (564.437; +25 por ciento), Alemania (459.724; -26 por ciento) e Italia (394.583 nuevos casos; -26 por ciento).

Las cifras más altas de nuevas muertes semanales se registraron en Estados Unidos (2.626 nuevas muertes; -10 por ciento), Brasil (1.827; +31 por ciento), Italia (1.205; +27 por ciento), Japón (655; +141 por ciento) y Australia (637; +24 por ciento).

Por otra parte, en cuanto a las variantes, desde el 1 de julio hasta el 1 de agosto de 2022 la OMS ha analizado 204.668 secuencias. De ellas, 203.440 son de ómicron y sus linajes descendientes, lo que representa el 99 por ciento de las secuencias notificadas a nivel mundial en los últimos 30 días.

Una comparación de las secuencias en la semana 29 (del 17 al 23 de julio de 2022) y la semana 28 (del 10 al 16 de julio de 2022) muestra que las subvariantes de ómicron BA.5 y BA.4 siguieron siendo dominantes a nivel mundial, con una prevalencia semanal que aumentó del 63,8 al 69,6 por ciento, y del 10,9 al 11,8 por ciento, respectivamente.

Por el contrario, en el mismo periodo de tiempo, las secuencias BA.2.12.1 y BA.2 mostraron un descenso del 4,4 al 1,9 por ciento y del 2 al 1,5 por ciento, respectivamente.

Identifican una variante genética que reduce el riesgo de mortalidad por COVID-19 en un tercio

Identifican una variante genética que reduce el riesgo de mortalidad por COVID-19 en un tercio

En su trabajo, publicado en la revista científica ‘Frontiers in Genetics’, han seguido la evolución de la enfermedad de un total de 1.570 pacientes con SARS-CoV-2 desde el 11 de marzo de 2020 hasta el 30 de junio de 2021.

De todos los participantes en el estudio, 205 (13%) tuvieron una evolución leve, es decir, pudieron seguir siendo tratados de forma ambulatoria, mientras que 760 (48%) tuvieron que ser ingresados como pacientes internos. 292 personas (19%) necesitaron cuidados intensivos y 313 murieron (20%).

«Como ya se sabía, también observamos que una edad más joven y la ausencia de enfermedades cardiovasculares o diabetes reducían a la mitad el riesgo de morir tras la infección por el SARS-CoV-2. Pero lo que es particularmente sorprendente y hasta ahora un hallazgo completamente nuevo es que la variante genética GNB3 TT reduce el riesgo de morir en un 35 por ciento. Esta variante la porta alrededor del 10 por ciento de la población europea», ha explicado Birte Möhlendick, una de las líderes del estudio.

Los investigadores también han podido demostrar que las células inmunitarias de las personas con un curso leve reaccionaron con más fuerza al coronavirus en experimentos de laboratorio que las células de las personas con cursos graves de la enfermedad.

«También pudimos demostrar que las células de las personas con el genotipo GNB3 TT reaccionaban con más fuerza al coronavirus, lo que podría explicar por qué el riesgo de muerte se reduce tanto en estos portadores del gen», detalla Möhlendick.

Presidente pide a docentes que regresen a las aulas

Presidente pide a docentes que regresen a las aulas

«Yo le pido a los docentes que regresen a las escuelas, que nuestros niños, nuestros jóvenes requieren estar en el salón, estar estudiando, estar viendo a sus compañeros y estar aprendiendo», dijo el Presidente.

Cortizo expresó que tras pasar dos años muy difíciles por la pandemia del covid-19, es «imprescindible» que los estudiantes continúen el proceso de aprendizaje en las aulas, mismo que se ha visto detenido por más de 20 días de un paro docente.

El mandatario se encuentra en la provincia de Coclé, para conversar con Monseñor Ulloa a fin de que los gremios empresariales, comerciales y de productores, quienes solicitaron su participación en la mesa del diálogo en la cual, la Iglesia Católica surge como mediadora.

Ante esto, el dirigente del Suntracs, Saúl Méndez, indicó que con el avance de la discusión en los puntos ya consensuados como la canasta básica, el precio del combustible y los medicamentos, no se iba a permitir la participación de otros grupos.

OMS actualiza la estrategia mundial de vacunación contra la COVID-19 para llegar a los no vacunados

«El despliegue mundial de la vacuna contra la COVID-19 es el mayor y más rápido de la historia, pero muchas de las personas de mayor riesgo siguen sin estar protegidas: solo el 28 por ciento de las personas mayores y el 37 por ciento de los trabajadores sanitarios de los países de bajos ingresos han recibido la primera tanda de vacunas y la mayoría no han recibido dosis de refuerzo. 27 de los Estados miembros de la OMS aún no han iniciado un programa de refuerzo o dosis adicional, 11 de los cuales son países de bajos ingresos», justifica la OMS en un comunicado.

Se estima que en el primer año de despliegue, las vacunas han salvado 19,8 millones de vidas. Se han administrado más de 12.000 millones de dosis en casi todos los países del mundo, con lo que los países han llegado al 60 por ciento de su población de media.

La estrategia pretende utilizar las dosis primarias y de refuerzo para reducir las muertes y las enfermedades graves, con el fin de proteger los sistemas sanitarios, las sociedades y las economías.

En el camino para alcanzar el objetivo del 70 por ciento de vacunación, la OMS insta a los países a priorizar la consecución de los objetivos de vacunar al 100 por ciento de los trabajadores sanitarios y al 100 por ciento de los grupos más vulnerables, incluidas las poblaciones de edad avanzada (mayores de 60 años) y las personas inmunodeprimidas o con enfermedades subyacentes.

«Incluso cuando se logre una cobertura de vacunación del 70 por ciento, si un número importante de trabajadores sanitarios, personas mayores y otros grupos de riesgo siguen sin vacunarse, las muertes continuarán, los sistemas sanitarios seguirán bajo presión y la recuperación mundial estará en peligro. Vacunar a todos los que están en mayor riesgo es la mejor manera de salvar vidas, proteger los sistemas de salud y mantener abiertas las sociedades y las economías», ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Para garantizar que las vacunas lleguen a los grupos más prioritarios, la estrategia hace hincapié en la necesidad de medir los avances en la vacunación de estos grupos y desarrollar enfoques específicos para llegar a ellos.

Estas medidas incluyen el uso de datos locales y la participación de las comunidades para mantener la demanda de vacunas, la creación de sistemas para la vacunación de adultos y la llegada a más personas desplazadas a través de la respuesta humanitaria.

La estrategia también tiene como objetivo acelerar el desarrollo y garantizar el acceso equitativo a vacunas mejoradas para reducir sustancialmente la transmisión como prioridad principal, pero también para lograr una inmunidad duradera y ampliamente protectora.

Asimismo, la estrategia ve «fundamental» seguir invirtiendo en investigación y desarrollo para fabricar vacunas «más eficaces y fáciles de administrar», como los productos en spray nasal; así como en el desarrollo de una vacuna que prevenga la transisión y no solo la muerte.

OMS avisa de que los contagios de coronavirus se han "triplicado" en Europa en 6 semanas

OMS avisa de que los contagios de coronavirus se han «triplicado» en Europa en 6 semanas

«Con el aumento de casos, también estamos viendo un aumento en las hospitalizaciones, que solo aumentarán aún más en los meses de otoño e invierno a medida que las escuelas vuelvan a abrir, las personas regresen de las vacaciones y la mezcla social se mueva en el interior con la llegada del clima más frío», ha dicho.

No obstante, y a pesar de que las tasas de hospitalización por Covid-19 se han duplicado en el mismo período, no lo han hecho las admisiones en UCI, las cuales «hasta ahora se han mantenido relativamente bajas.» Sin embargo, a medida que las tasas de infección en los grupos de mayor edad continúan aumentando, en Europa todavía mueren cerca de 3.000 personas por COVID-19 cada semana.

«Estos números pintan una imagen del pasado reciente. Mirar y prepararse para el futuro es mucho más difícil, pero debe abordarse con urgencia. Es por eso que hoy, la OMS/Europa está lanzando su estrategia de otoño/invierno para COVID-19 y otros virus respiratorios, para ayudar a prepararse para las próximas oleadas de infección. Esperar a que el otoño actúe será demasiado tarde», ha alertado Kluge.

Por ello, en el trabajo se insta a relanzar los esfuerzos de mitigación y estar preparados para responder a una mayor carga sobre sus sistemas sanitarios, para lo cual destaca la necesidad de aumentar la aceptación de vacunas en la población general; administrar una segunda dosis de refuerzo a personas inmunocomprometidas de 5 años o más y sus contactos cercanos, y considerar ofrecer un segundo refuerzo a grupos de riesgo específicos, al menos 3 meses después de su última dosis.*

Del mismo modo, subraya la necesidad de fortalecer las capacidades de los laboratorios para garantizar la detección y el seguimiento de variantes del SARS-CoV-2 de diagnóstico rápido y confiable, complementado con el uso continuo de pruebas de diagnóstico rápido en la población; integrar los sistemas de vigilancia para la gripe, el SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios para monitorear la propagación y la intensidad de los virus respiratorios; y priorizar el rastreo de contactos y la cuarentena según las recomendaciones de la OMS para personas, entornos de alto riesgo y situaciones de preocupación.

Otras acciones propuestas por la OMS pasan por promover elecciones individuales informadas en torno a las medidas de protección, incluida la higiene respiratoria, el uso de mascarillas, la ventilación, el lavado de manos y la vacunación; y fortalecer las prácticas de control de infecciones en todos los entornos de atención y atención de la salud, así como en la comunidad.

«COVID-19 sigue siendo una enfermedad desagradable y potencialmente mortal. Hace solo 2 semanas, me golpeó el virus por primera vez y me dejó sin aliento. Pasé 3 días y noches horribles con fiebre alta, escalofríos y dificultad para respirar. Solo puedo imaginar lo malo que hubiera sido si no hubiera estado completamente vacunado y recibido mi dosis adicional. Me recuperé en casa, en aislamiento, con mi familia cerca para vigilarme. No necesité hospitalización ni tratamiento. Los anticuerpos inducidos por la vacuna en mi sistema inmunológico se pusieron a trabajar y combatieron la infección», ha dicho el dirigente de la OMS de Europa.

Finalmente, Kluge ha recordado que cada nueva infección podría conducir a un COVID prolongado, dado que solo en el Reino Unido, por ejemplo, se estima que 2 millones de personas, el 3 por ciento de la población, sufren de COVID prolongado. «Se necesita hacer mucho más para establecer las mejores prácticas para la detección, el tratamiento y la rehabilitación de pacientes con COVID de larga duración. Sigo pidiendo a los países que reconozcan el problema e inviertan en la investigación necesaria para responder a la sombra de la pandemia de COVID-19», ha zanjado.

Mas-Coma (OMS), sobre la viruela del mono: «No creo que tardemos mucho en declarar la pandemia»

El catedrático de Parasitología de la Universidad de La Laguna (ULL) y experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Santiago Mas-Coma, se ha mostrado pesimista a corto plazo sobre el control de la viruela del mono porque «los casos no paran de subir cada día» y ya ha llegado a Asia.

«No creo que tardemos mucho en declarar la pandemia», ha indicado a los periodistas antes de impartir una conferencia en ‘Campus África’, subrayando que «gracias a dios le gente no muere pero el virus ha mutado y ha incrementado los casos, es un problema, por eso se transmite más fácilmente de humano a humano».

Mas-Coma ha advertido de que aunque «todo el mundo piensa en la guerra y en la pandemia de coronavirus «el mayor problema» del planeta es el cambio climático, poniendo como ejemplo la ola de calor que azota Europa y que origina que «está falleciendo mucha gente». «No vemos como esto puede hacerse reversible pero sí paliar los efectos», ha agregado.

Por ello ha instado a los países a «dejar de hablar y ponerse a trabajar» porque las autoridades de muchos países «hablan mucho pero no hacen y hay que seguir apretando» porque el cambio climático «es la prioridad número uno» del planeta.

En ese sentido ha advertido de que Canarias tiene una «ubicación delicada» porque es un «cruce entre África, Europa y América» lo que implica la «llegada continua» de enfermedades pese a que hay instituciones que funcionan «muy bien» para contenerlas.

Ha dicho que la pandemia ha demostrado la «relación» entre los continentes y los agentes que causan las enfermedades a través de los viajes. «Antes pasaba pero no se viajaba tanto y las condiciones climáticas impedían establecerse a los agentes infecciosos», ha subrayado.

Ahora, ha apuntado, las condiciones climáticas del sur de Europa «son las mismas» que las del África Ecuatorial lo que implica que se están «introduciendo enfermedades y algunas son muy difíciles de parar».

Mas-Coma ha pedido implementar sistemas de vigilancia aunque eso signifique «esfuerzo y dinero», reconociendo que en España, por ejemplo, no estaban preparados para tratar el ébola.

«Estábamos todos perdidos cuando llegó a Madrid la enfermera», ha subrayado, remarcado que «todo esto lleva su tiempo» y hay que prepararse y trabajar con antelación porque las enfermedades «van muy rápido».

Así, ha indicado que «hay que formar a gente en los hospitales» y empezar a tratar enfermos.

Ha detallado que la globalización y cambio climático «se solapan» y funcionan como una sinergia hasta el punto de que las enfermedades viajan de continente a continente. «Es un problema global», ha admitido.

Preocupación por la alta contagiosidad de «Centaurus»

Sobre la pandemia de Covid-19 ha comentado que «no se ha terminado» aunque se hayan bajado las defensas para evitar repercusiones económicas de ahí que la comunidad científica esté recomendando «tirar hacia atrás» con algunas medidas de contención como las mascarillas o guardar las distancias. «Hay gente muriendo, la mortalidad sigue ahí», ha señalado.

Ha alertado de que les preocupa la nueva subvariante ‘Centaurus’ porque presenta varias mutaciones de ‘omicron’ y las primeras estimaciones indican que es hasta 18 veces más contagiosa –aún queda ver la patogenización–.

«Tal como funcionan las cosas, mañana la tenemos aquí, es el problema de la globalización», ha apuntado en referencia a que ahora mismo se ha descubierto en la India.

La vacuna de AstraZeneca contra el Covid-19 es "igual de efectiva" frente a las muertes que las vacunas de ARNm

La vacuna de AstraZeneca contra el Covid-19 es «igual de efectiva» frente a las muertes que las vacunas de ARNm

La vacuna de AstraZeneca frente al Covid-19 proporciona, después de dos dosis, una protección igual de efectiva que las vacunas de ARNm frente a la hospitalización y muerte, según ha demostrado una revisión de expertos sobre datos de 79 estudios de la práctica en vida real y que ha sido publicada en ‘Expert Review of Vaccines’.

Expertos en enfermedades infecciosas de diferentes países de Asia analizaron la información y resultados de la base de datos ‘VIEW-hub’ sobre el uso y el impacto de las vacunas, una documentación desarrollada por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg y el Centro Internacional de Acceso a Vacunas.

En concreto, el estudio muestra que la vacuna de AstraZeneca y las vacunas COVID-19 de ARNm BNT162b2 y mRNA-1273 ofrecen un grado «equivalente» de protección frente a la hospitalización (91-93%) y la muerte (91-93%), independientemente de la edad.

Los datos disponibles en el momento de la revisión se relacionaban con la variante delta y variantes anteriores, aunque los datos emergentes sobre el refuerzo de la tercera dosis de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y Brasil indican hallazgos «similares» sobre formas graves de COVID-19 resultantes de la variante ómicron.

«Las vacunas frente al COVID-19 han sido fundamentales para ayudar a salvar vidas y devolver al mundo cierta normalidad durante el último año. Nuestra revisión de expertos muestra que esta vacuna y las vacunas de ARNm disponibles brindan una protección similar y de alto nivel frente al COVID-19 que amenaza la vida. Esta es información importante para los responsables de políticas sanitarias, de cara a diseñar el despliegue óptimo de las vacunas COVID-19 en sus poblaciones durante los próximos 12 meses», ha dicho el director de la Unidad de Investigación Clínica de Oxford en Vietnam y uno de los autores del estudio, Guy Thwaites.

La plataforma ‘VIEW-hub’ se actualiza semanalmente para incluir estudios globales de la práctica real sobre la efectividad de las vacunas. Actualmente, la plataforma no está diseñada para capturar los resultados de seguridad de estos estudios, lo que impide comparaciones de seguridad similares.

«Los datos del mundo real ofrecen información crucial sobre la efectividad de las vacunas, incluida la de AstraZeneca Nos complace que estos datos continúen mostrando altos niveles de protección frente a los síntomas graves y mejoren nuestra comprensión del importante papel que desempeña la vacunación en la contención de la Covid-19», ha detallado el vicepresidente sénior, responsable de la Unidad de Vacunas y Terapias Inmunes de AstraZeneca, John L. Perez.

AstraZeneca, en colaboración con partners globales, ha distribuido más de 3.000 millones de dosis de vacunas a más de 180 países, y aproximadamente dos tercios de estas dosis se han entregado a países de ingresos bajos y medianos bajos.

medidas urgentes para abordar la crisis mundial de seguridad alimentaria

FMI, BM, OMC y FAO piden medidas urgentes para abordar la crisis mundial de seguridad alimentaria

El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu; la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva; el presidente del Grupo del Banco Mundial (GBM), David Malpass; el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, y la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala han reclamado medidas urgentes para hacer frente a la crisis mundial de seguridad alimentaria.

Alrededor de 25 países han reaccionado al aumento de los precios de los alimentos mediante la adopción de restricciones a la exportación que afectan a más del 8% del comercio mundial de alimentos, señalan los representantes de las organizaciones internacionales en una declaración conjunta.

«Todo esto está sucediendo en un momento en que el espacio fiscal para la acción gubernamental ya está severamente restringido tras la pandemia de Covid-19», advierten, añadiendo que, más allá del corto plazo, el cambio climático está afectando estructuralmente a la productividad agrícola en muchos países.

De este modo, defienden que evitar más retrocesos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere acciones a corto y largo plazo en cuatro áreas clave: brindar apoyo inmediato a los vulnerables, facilitar el comercio y el suministro internacional de alimentos, impulsar la producción e invertir en una agricultura resistente al clima.

«Hacemos un llamamiento a los países para que fortalezcan las redes de seguridad, faciliten el comercio, impulsen la producción e inviertan en una agricultura resiliente», recoge el documento, donde los dirigentes de las organizaciones internacionales expresan su compromiso de trabajar juntos en apoyo de este proceso a través de la Alianza Global para la Seguridad Alimentaria, convocada conjuntamente por la presidencia del G7 y el Banco Mundial.

OMS sigue considerando al coronavirus como una emergencia de salud pública de preocupación internacional

OMS sigue considerando al coronavirus como una emergencia de salud pública de preocupación internacional

Esta decisión se debe a que los casos de coronavirus siguen incrementándose cada semana debido, en gran parte, a las subvariantes BA4 y BA5 de ómicron, así como por el levantamiento de las restricciones en muchas partes del mundo y la reducción en la realización de pruebas diagnósticas.

«La COVID-19 no ha terminado. Nos encontramos en una mejor posición que al inicio de la pandemia, pero el virus sigue corriendo a sus anchas en los países. Me preocupa que las muertes sigan en una tendencia al alza», ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

De hecho, el aumento de casos también se está traduciendo en una presión sobre los sistemas sanitarios. Asimismo, el organismo ha señalado que tanto la trayectoria de la evolución viral como las características de las variantes emergentes del virus siguen siendo «inciertas e impredecibles», por lo que ha abogado por incluir la vigilancia del COVID-19 en los sistemas de vigilancia de otros patógenos respiratorios.

«Los sublinajes son unas variantes de preocupación porque están aumentando su presencia en las últimas cuatro semanas. Cuanto más circula el virus, más oportunidad tiene de mutar», ha detallado la epidemióloga líder de la OMS, Maria Van Kerkhove.

Del mismo modo, ha destacado la necesidad de que se garantice la vacunación a los grupos prioritarios, si bien ha mostrado su preocupación por la falta de datos sobre la cobertura de vacunación en el 30 por ciento de los países.