Panamá quedó fuera de toda aspiración de llegar a la etapa final del Mundial de Catar 2022, tras la caída 5-1 ante Estados Unidos. La abultada derrota puso fin a una carrera que había empezado con más incertidumbres que certezas, y que hoy presenta más elogios que reproches.
Un poco de historia
Luego de asistir por primera vez a la etapa final de un campeonato del mundo de fútbol en Rusia 2018, Panamá tenía ante sí un panorama poco alentador. La «vieja guardia» del onceno nacional daba el paso al costado: Felipe Baloy, Gabriel Gómez, Blas Pérez, Luis Tejada y Román Torres (historia aparte) colgaron la camiseta y daban paso a la búsqueda de nuevos talentos para reemplazarlos.
Era necesario también encontrar un nuevo técnico, pues el colombiano Hernán Darío Gómez había terminado su contrato. Julio César Dely Valdés, conductor del proceso para el Mundial de 2014, fue llamado a un «interinato» de poco más de un año.
El argentino Américo Gallego fue el contratado por la Federación Panameña de Fútbol para encabezar el proceso panameño a Catar 2022; esto, a pesar de que el sudamericano no había dirigido nunca un seleccionado nacional, y a sus casi 5 años de inactividad.
Este proceso duró muy poco tiempo. Ocho meses, para ser exactos. En abril de 2020, dio por terminado su contrato.
¿Las razones?
La debacle en la Copa de Naciones de la Concacaf, clasificatoria al Mundial de 2022, donde Panamá perdió tres de los cuatro partidos que disputó (uno de ellos 2-0 ante Bermudas), unido a la crisis económica producto de la pandemia del COVID-19, aceleraron la salida de Gallego del banquillo panameño.
En números, Panamá con Gallego disputó seis partidos, cuatro de ellos en competencia oficial y dos amistosos. Ganó dos, perdió 3 y empató 1. Siete goles a favor y 9 en contra.
Golpe de timón
En agosto de 2020, Panamá sale en busca de un nuevo timonel. El formato de una octagonal (ocho equipos en competencia), le daba una oportunidad de entrar a la etapa decisiva de clasificación de la Concacaf, enfrentando una fase de eliminación directa. La oportunidad era solo una: ganar todos esos partidos y avanzar a la rueda de ocho selecciones.
Un desconocido se asomó en tierras panameñas. Su nombre es Thomas Christiansen; nacido en Copenhagen, hijo de padre danés y madre española.
Como jugador, un destacado ariete, campeón de goleo en la Bundesliga ( con el Hannover en 2003), con recorrido en clubes de España (Barcelona, Villarreal, Real Oviedo, entre otros), además de haber jugado en Grecia, Alemania y Dinamarca.
Como técnico, dirigió al Leeds United en Inglaterra, APOEL en Chipre, al que coronó campeón del torneo local y el Union Saint. Guilloise en Bélgica.
Su primera experiencia con un seleccionado nacional sería con Panamá, un modesto equipo centroamericano en proceso de reconstrucción de cara una clasificación mundialista por segunda vez en su historia.
El proceso
Christiansen inició auspiciosamente su gestión en Panamá, ganándole dos veces por marcador de 1-0 como visitante a Costa Rica el 10 y 13 de octubre de 2020, ambas dianas obras de Abdiel Ayarza.
En el partido del 10 de octubre, Christiansen comenzó a perfilar lo que en un futuro sería una base importante de trabajo. Ese día jugaron además de Ayarza, Luis Mejía, Harold Cummings, César Yanis, Víctor Medina y Cecilio Waterman, entre otros.
Así las cosas, Panamá llegó la primera ronda de la clasificación de la Concacaf para Catar 2022 el equipo quedó encuadrado en el Grupo D, teniendo que jugar ante República Dominicana, Barbados, Dominica y Anguila, ganando todos sus partidos.
En la siguiente ronda, Panamá dispuso de Curazao 2-1 para avanzar a la octagonal final de la Concacaf.
En enero de 2022, el onceno de Christiansen se ubicaba en posición de repechaje, con cinco puntos de ventaja sobre Costa Rica. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, y el domingo último, la goleada propinada por Estados Unidos sepultó las aspiraciones mundialistas panameñas.
La verdad de las cosas
Con el partido del miércoles ante Canadá como de mero trámite, se debate la continuidad de Christiansen en el banquillo panameño.
Numerosas encuestas dan amplio favor a la permanencia del técnico danés-español; hay razones más sentimentales que objetivas muchas de estas apreciaciones. Corresponden el turno al análisis de los números.
Sin contar el encuentro contra los canadienses, Thomas Christiansen registra desde agosto de 2020 un total 28 partidos con la selección nacional, incluyendo Copa Oro, la clasificación rumbo a Catar 2022 y partidos amistosos, con 13 victorias, 7 empates y 9 derrotas, logrando 45 goles a favor y 36 en contra y un rendimiento de 54.76 %.
Hay una notable diferencia con los números del equipo mundialista de Hernán Darío Gómez, que sí hizo un proceso de eliminatorias completo. Con «Bolillo» en el banquillo, Panamá jugó 71 partidos, ganó 22, empató 21 y perdió 28, para un rendimiento del 40.85%.
En la hexagonal rumbo a Rusia 2018, los números del colombiano con Panamá fueron los siguientes: 10 partidos jugados, 3 victorias, 4 empates y 3 derrotas; 9 goles a favor y 10 en contra para sumar 13 puntos. Con esto, Panamá fue al Mundial.
En la octagonal rumbo a Catar 2022, los resultados de Christiansen son los siguientes: 13 partidos jugados. 5 ganados, 3 empatados y 5 perdidos, sumando 18 puntos. 16 goles a favor y 19 en contra.
Si bien las comparaciones son odiosas, y el 1-1 del pasado jueves ante Honduras que hoy dirige Gómez, las matemáticas favorecen al estratega europeo.
El futuro
Thomas Christiansen tiene contrato con la Federación Panameña de Fútbol hasta el 30 de junio de 2022. Es decir, que todavía podrá dirigir a Panamá en los encuentros amistosos que se puedan concretar en la fecha FIFA del mes de mayo e iniciar la Liga de Naciones en junio.
Él ha dicho que Panamá tiene la primera opción para renovar su contrato. Luego de la debacle mundialista, se asoma la Liga de Naciones de la Concacaf, un torneo para selecciones nacionales del área (41 en total), en el que nuestro país está ubicado en la llamada «Liga A», junto con los otros siete equipos de la octagonal, más Surinam, Martinica, Curazao y Granada.
El sorteo para este certamen debe efectuarse el lunes 4 de abril, y el torneo se jugará en las fechas FIFA entre junio de 2022 y marzo de 2023.
La esférica no dejará de rodar, y si Panamá apunta a un proceso a largo plazo para el Mundial de 2026, dejar a Christiansen en el banquillo luce como una opción sensata.
De otra manera, buscar un estratega «interino» vuelve a ser el camino, y Julio César Dely Valdés siempre está disponible.
