«Putin está cambiando las directrices operativas principales. Hay motivos para pensar que está considerando un ‘escenario coreano’: intentar imponer una línea de división entre las regiones no ocupadas y las ocupadas. Es un intento de crear una Corea del Norte y una Corea del Sur en Ucrania porque después de todo no se puede tragar el país entero», ha afirmado Budanov.
Además, Budanov ha asegurado que Mariúpol no caerá próximamente y que incluso si las fuerzas rusas logran derrotar al «experimentado» Batallón Azov, se desencadenará una guerra de guerrillas «larga y amarga», según recoge la prensa ucraniana.
«Los ocupantes intentarán conectar los territorios ocupados y formar una entidad cuasiestatal que se opondrá a la Ucrania independiente. Estamos ya viendo intentos de crear autoridades paralelas en los territorios ocupados y obligar a la gente a renunciar a la grivna», la moneda ucraniana, ha afirmado.
«Puede que quieran negociar a nivel internacional, pero la resistencia y las protestas de nuestros ciudadanos en los territorios ocupados, los contraataques de las fuerzas armadas y la liberación gradual complican significativamente la aplicación de los planes del enemigo», ha señalado.
En la misma línea, un asesor presidencial ucraniano, Oleksii Arestovich, ha indicado que «en una o dos semanas Rusia retirará sus tropas de las regiones Kiev y Járkov y las enviará al Donbás». «Se han dado cuenta de que no pueden tomar las ciudades grandes. Anunciarán el fin de la primera fase de la ‘operación especial’ y el inicio de la segunda, la de la ‘liberación del Donbás'», ha augurado.
«Ahora tienen tres objetivos: rodear a nuestras tropas en el Donbás, ocupar totalmente Mariúpol y el sur. Pero si pierden Jersón toda la ocupación de Mariúpol se hundirá y todo habrá acabado. No habrá toma de Kiev, Járkov ni Odesa», ha pronosticado.