La llegada del COVID19 ha cambiado muchas cosas en nuestro país y el mundo, entre ellas, los tiempos de la política, algo que ha sido beneficioso para el oficialismo. La oposición se debate en sus crisis y procesos electorales, olvidando fiscalizar al gobierno de Cortizo
El presidente Laurentino Cortizo ha navegado un poco más de 2 años y medio casi sin tener resistencia política, especialmente si tomamos en cuenta que las fuertes protestas de octubre de 2019, unos meses antes de que estallara la crisis por COVID19, que fueron dirigidas principalmente a la gestión del Legislativo.
Según la última encuesta de CID Gallup, publicada por el diario Panamá América, Cortizo cuenta con un poco menos de 50% de aprobación presidencial. Una de las mediciones más bajas de mandatarios en la mitad de su gestión.
Además, hubo meses de atraso en el arranque de mega obras de infraestructura pública. Eso sin contar la crisis económica del país y la tasa de desempleo más alta de los últimos diez años.
Sin embargo, grupos y figuras llamados a ser su contrapeso en el debate por lograr el control del Estado, han quedado desarticulados después de la pandemia.
30 meses de gobierno: 23 meses de pandemia
A diferencia del expresidente Juan Carlos Varela, que enfrentó una oposición política muy fuerte durante la mitad de gobierno o de Ricardo Martinelli, quien, aunque llegó de la mano de una alianza importante, tuvo que enfrentar una fuerte resistencia mediática y de ciertos grupos de la sociedad civil, Cortizo ha pasado agachado al cuestionamiento de la oposición.
Solo tenía 8 meses en el Palacio de Las Garzas cuando la realidad de la COVID19 golpeó con fuerza y cambió el escenario. De la misma manera fue sorprendida la oposición, que, en la mitad del mandato del presidente, se debaten, unos por el control dentro de sus partidos y otros por engrosar las filas de adherentes.
Quienes al conocer los resultados de las elecciones de 2019 se perfilaban como los abanderados de la oposición, hoy están inmersos en temas de agenda político partidista.
El profesor Edwin Cabrera, analista político dice que el papel de la oposición, ha sido endeble y sin un liderazgo definido. “No se ve articulada una oposición política al actual gobierno”, este fenómeno hace que nada esté claro sobre quienes serían las figuras políticas de cara a las elecciones de 2024.
Y agrega que lo único que parece estar claro es que el expresidente Martinelli será uno de los contendientes a vencer en los próximos comicios electorales.
Un pensamiento que comparte, por ejemplo, Ricardo Lombana, que dedica gran parte de sus publicaciones en redes sociales a los temas relacionados a Martinelli. El otro tanto de su agenda está reservado a captar nuevos simpatizantes.
Y que decir, del presidente de Cambio Democrático, Rómulo Roux, que debe enfocar su estrategia política a mantener el control del partido, mientras su rival, la diputada Yaníbel Ábrego, aliada a la línea oficialista de la Asamblea, trabaja sin descanso por desbancarlo en las elecciones internas de mayo próximo.
En el lado del Panameñismo sucede lo mismo. José Blandón está a días de someter su liderazgo en el partido a la consideración de los convencionales, frente a Katleen Levy, exdiputada panameñista que busca hacerse con la presidencia del partido.
Los partidos pequeños como Molirena y Popular no escapan de esta realidad. Todos están por asegurar su supervivencia de cara a 2024. Incluso los emergentes País y Realizando Metas. Son contadas las ocasiones en que se la oposición se ha articulado en contra de las políticas de Laurentino Cortizo.
Zulay Rodríguez, diputada del oficialista PRD, lo sostiene: no veo oposición aquí y los cuestionamientos si los hay son muy vagos: «No dan nombres, no acusan directamente. Es muy débil», agrega.
Rodríguez, a pesar de ser del partido de gobierno mantiene una posición muy crítica a la gestión presidencial.
Por lo pronto no parece que habrá un cambio en el comportamiento de la oposición, habrá que esperar los resultados de las elecciones de cada partido, para definir el rumbo que cada uno tomará, lo que marcará el inicio de la campaña electoral en Panamá.