Centroamérica decomisó cerca de 250 toneladas de droga en 2021, una cifra récord originada por el aumento en la producción de cocaína, la salida al mercado de droga almacenada durante la pandemia de coronavirus y las nuevas estrategias para su traslado a Estados Unidos y Europa.
«Ahora hay más droga que nunca» desde Suramérica, señaló en una entrevista con la AFP el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino.
Los países centroamericanos decomisaron, al menos 248 toneladas de droga, de las cuales unas 200 fueron cocaína y el resto, en su gran mayoría, marihuana, según un recuento hecho por AFP de fuentes oficiales.
Lo confiscado superó en un 38% las 180 toneladas que, según datos de Naciones Unidas, fueron aprehendidas en 2020.
«Es una cifra récord en Centroamérica», manifestó a la AFP la Fiscal Primera de Drogas de Panamá, Marta Barrios.
Mayor producción de cocaína
Escondida en submarinos, lanchas, drones, avionetas o contenedores, los narcotraficantes trasladan por Centroamérica la cocaína que va desde América del Sur hasta Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de esta droga.
La droga se mueve, principalmente, por vía marítima, a través de lanchas rápidas, aunque en ocasiones los narcos recurren a pescadores artesanales.
Con una producción de 1.010 toneladas en 2020, Colombia, según Naciones Unidas, es el principal exportador de cocaína del mundo, seguido por Perú, con 445 toneladas.
«Sin duda alguna, la sobreproducción de cocaína en Colombia aumentó abismalmente», aseguró el ministro de Seguridad de Costa Rica, Michael Soto, en una entrevista reciente en el diario costarricense La Nación.
Los expertos creen que los grupos criminales habrían logrado, con la utilización de químicos, producir más cocaína con menos cultivos.
«Las nuevas tecnologías que se están utilizando permiten aumentar la producción de cocaína», precisó Barrios.
«En vez de hacer dos cosechas de droga al año, ahora hacen cuatro cosechas», añadió Pino.
Droga acumulada por la pandemia
Los expertos antinarcóticos señalan que el aumento de los decomisos se debe también a que los grupos criminales están liberando la droga que tenían almacenada y que no podían mover por las restricciones de movilidad causadas por la pandemia de coronavirus.
Ahora que las medidas se han relajado, estarían enviando grandes cantidades de estupefacientes para satisfacer sus compromisos actuales y los adquiridos antes de la pandemia.
«Ellos lograron acumular gran cantidad de droga porque la movilización prácticamente quedó en cero, pero la producción siguió», dijo Pino.
De su lado, la fiscal Barrios sospecha que la pandemia llevó a los grupos criminales a «reorganizarse de forma rápida» para seguir con la producción y el tráfico de drogas.
La situación provocada por la aparición del nuevo coronavirus también habría generado la necesidad de los grupos criminales de reorganizar sus envíos para sacar mayor rendimiento económico.
«Todo cambió durante la pandemia», declaró a la AFP el director policial antidrogas de Honduras, Mario Molina.
«Acumularon y almacenaron tanta droga» que los grupos criminales tienen que «arriesgarse» para cumplir «los compromisos criminales de llevar a su destino gran cantidad de droga», añade.
Europa, la «nueva» ruta
En el último año, se han disparado las incautaciones de droga oculta en contenedores salidos de puertos centroamericanos con destino a España, Francia, Croacia, Holanda, Italia y Bélgica, entre otros.
El aumento del envío de droga hacia Europa se debe a la alta demanda y al alto precio que se paga en el viejo continente por su consumo.
«La ruta principal siempre ha sido Estados Unidos pero ahora llega una gran parte a Europa», indicó Molina.
«Es cierto que han aumentado las rutas utilizando las modalidades de contenedores por la facilidad que presenta para los envíos a países de otros continentes», acotó a su vez Barrios.
La pandemia también parece haber cambiado los métodos de envío.
«Hace algunos años la droga iba dentro del producto, por ejemplo, dentro de una fruta o dentro de un mueble, pero en los últimos tiempos lo que hemos visto es que el producto formal y legal sale de donde lo almacenan y en el camino se contamina», concluyó Soto.
Invisibles como un «fantasma»
Según datos oficiales, con 128,7 toneladas de drogas -en su gran mayoría cocaína-, Panamá lideró los decomisos en Centroamérica en 2021. Incluso pulverizó, con casi 40 toneladas de diferencia, su anterior récord de 2019 (+43%).
En Costa Rica, de acuerdo a datos del Ministerio de Seguridad, se aprehendieron 70,8 toneladas, apenas unos kilos menos del récord de 2020.
También Honduras batió su marca con 24.000 kilos, según el comisionado Molina.
En Guatemala, el Ministerio del Interior cuantificó 13,2 toneladas, mientras que en El Salvador, la Policía Nacional Civil registró 11,7 toneladas.
Por su parte, en Nicaragua, el Ejército informó sobre el decomiso de 4,5 toneladas en el periodo comprendido entre septiembre de 2020 y septiembre de 2021.
La amenaza del narcotráfico «viene de hace años y ahora está agarrando fuerza», alertó Pino.
Pero también Molina advirtió: las nuevas generaciones de los carteles de la droga «son invisibles, son como un fantasma, no portan ni siquiera un arma».