Lo único que tenemos seguro en esta vida, es que nos vamos a morir. Una verdad que muchos desean obviar y que hasta temor le tenemos. Todo el mundo le teme a la muerte y sufre cuando un ser querido parte de este mundo.
Panamá como en otros países de América Latina se honra la memoria de nuestros muertos el 2 de noviembre de cada año. Una fecha antiquísima que está envuelta entre solemnidad, melancolía, fe, misticismo, tradición y mucha cultura.
En la historia nos remontamos a algunos textos antiguos de las Sagradas Escrituras, tal es el caso del Libro Segundo de los Macabeos que fue escrito según la tradición cristiana por el año 130 antes de Cristo. Ya allí se hacía mención de rituales, como el de hacer sacrificios y orar para que sus muertos quedaran libres de pecados.
Prirmeras celebraciones
La iglesia cristiana celebra La Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos; marcado está en el calendario religioso dentro de algunas iglesias, para recordar y orar por las almas de los fallecidos.
Es de resaltar, que las principales celebraciones se dan en la iglesias Cristianas Ortodoxas Occidentales, Comunión anglicana y por supuesto, la Iglesia Católica.
Después de algún tiempo, donde se honraba a los difuntos en diversas fechas, fue en el año 988 impulsado por el monje San Odilión de Francia, también se dio en Alemania.
Es, en ese momento cuando se instaura una oración por los santos difuntos el 1 de noviembre Día de todos los santos.
Ya para el año 1,000, la conmemoración de los difuntos, se oficializó y popularizó el día 2 de noviembre. Así, se extendió esta celebración por la cristiandad occidental, hasta ser oficialmente celebrada.
Durante el siglo XVI, Roma toma esta celebración y es cuando el ritual es celebrado alrededor del mundo.
En Panamá, con el 2 de noviembre fecha en donde se recueda quienes han partido de este espacio terrenal, se da inicio a la celebración de las Fiestas Patrias que continúan el 3 de noviembre con la celebración de la Separación de Panamá de Colombia, el 4 de noviembre con el Día de los Símbolos Patrios y el 5 de noviembre con la consolidación de la Separación de Panamá de Colombia, conocido también como el día de Colón.
Aquí en nuestro país, esta fecha se conmemora con romerías en los cementerios, eucaristías, desfiles con marchas y escoltas.
Las entidades públicas y privadas organizan reuniones especiales para conmemorar a los santos difuntos.
Además, se prohíbe la venta de alcohol y la celebración de actividades festivas.
Tradición en Latinoamérica
En América Latina el Día de los Difuntos tiene su mayor exaltación en México.
Allí se mezcla la tradición de sus antepasados aborígenes con la celebración de la Iglesia Católica.
El Día de los Muertos se rememonta varios cientos de años atrás pero, toma fuerza a partir de los inicios del siglo XX.
Con esta fiesta, México ha dado a la cultura latinoamericana, entre otras, la imagen de La Catrina o La Calavera Garbancera
Creada en 1912 por el caricaturista José Guadalupe Posada como una forma de crítica social hacia los políticos y ciertos grupos de la época.
Pero en 1947, esta caricatura se inmortalizó en el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, a cargo del muralista Diego Rivera.
La Catrina se ha popularizado como uno de los principales íconos del Día de los Muertos en América Latina y el mundo, como rostro de la historia y la cultura mexicana.
Al igual que en México, en otros países de Centro y Sur América, hoy, la gente visita el panteón, lleva comidas, música y rinde un pequeño ritual a sus muertos.
En Francia por ejemplo se decoran los sepulcros, en Ecuador se celebra un rito indígena con el intercambio de platos tradicionales.
Perú y Bolivia lo festejan parecido a Ecuador, mientras que en Venezuela se realiza el ritual del baile típico «La Llora», una danza que nace en Aragua.