El Viernes negro se celebra el último viernes de noviembre (este año, el día 26) y, como todos los años, llenará los escaparates de las tiendas de ofertas y descuentos, tanto de las tiendas físicas como de las virtuales, que desde el inicio de la pandemia han «crecido exponencialmente», ya que cada vez son más los negocios tradicionales que optan con digitalizarse al tiempo que crecen los comercios que nacen exclusivamente en línea.
Así lo indica el responsable de las soluciones ‘eCommerce’ en Arsys, Alberto Blanch. «La realidad es que si tu negocio tiene un escaparate ‘online’ tienes una excelente oportunidad alrededor de este famoso viernes negro», afirma el directivo.
Con el fin de sacarle el máximo provecho a esta cita, desde Arsys aconsejan a los comercios ‘online’ recuperar el trabajo realizado el último Black Friday, por ejemplo, la ‘landing page’ que se diseñara el año pasado para concentrar una selección de las promociones que se quieren ofrecer a los clientes.
De esta forma, señalan que se ahorra un tiempo que puede invertirse en otras tareas, y se evita tener que empezar de cero en términos de posicionamiento en buscadores, lo que ayuda a tener mejores resultados en la divulgación orgánica. Y destacan que hay que incluir las palabras clave que se relacionen con la temática del negocio y el término Black Friday.
Otra buena idea puede ser incorporar un «producto Black Friday», como dicen desde Arsys, es decir, un producto exclusivo que no forme parte del catálogo habitual del comercio y que solo pueda comprarse durante la campaña.
Por otra parte, utilizar la etiqueta Black Friday para camuflar un precio habitual o descuentos ridículos puede ser contraproducente, ya que los compradores van a detectarlo rápidamente. Por ello, la compañía destaca que si se van a ofrecer descuentos, que estos sean de verdad.
No obstante, Blanch matiza que «no todas las tiendas están obligadas a apostar por una estrategia de grandes descuentos» y recuerda que «Black Friday no es obligatorio».
Los comercios digitales pueden apoyarse en el ‘email’ marketing para comunicar a su lista de clientes su participación en el Viernes negro. Según Arsys, un mensaje original puede generar expectación, pero para maximizar la conversión de los mensajes, conviene escoger un buen asunto y un horario de envío de la campaña adecuado para los usuarios según el tipo de producto que se venda.
Los ‘plugins’ también pueden ser un aliado para el comercio ‘online’. Hay complementos que facilitan la gestión y divulgación de las ofertas de Black Friday, Cyber Monday y eventos similares, así como de los porcentajes de descuentos (fijos o por productos), las limitaciones horarias y los marcos temporales, límites de pedido, gastos de envío gratuitos y otras posibilidades.
La campaña de Black Friday puede hacer que se incremente el tráfico a la web del comercio ‘online’, con un aumento de los picos de demanda y de las ventas. Para evitar problemas de disponibilidad de la plataforma, desde Arsys instan a contactar con el proveedor del alojamiento (‘hosting’) para que puedan asesorar sobre la mejor forma de afrontar estas fechas.
Tampoco hay que olvidarse del funcionamiento del comercio a través de los dispositivos móviles, ya que son el principal medio de acceso a Internet. En este caso, se puede mejorar el rendimiento mediante técnicas de WPO (Web Performance Optimization), simplificando el proceso de venta y creando un sistema para la recuperación de carritos abandonados.
Y al aumentar el número de transacciones, también aumentan las consultas de compradores potenciales. Desde Arsys apuntan que no hay que descuidar los correos electrónicos ni tampoco las redes sociales o cualquier otro canal que el comercio tenga de atención al cliente: teléfono, chat, WhatsApp.
EUROPA PRESS