El fútbol es «una filosofía, no un sistema de juego» para Arrigo Sacchi

Foto: AFP

Con Stefano Pioli en el AC Milan y Gian Piero Gasperini en el Atalanta, «tenemos hoy entrenadores que han puesto el buen juego en el centro del proyecto» y que se alejan de la tradicional táctica defensiva italiana, celebra el ‘Mago de Fusignano’, que recibió a la AFP en su ciudad, con motivo de una exposición que repasa su carrera.

Pregunta: El Milan vuelve a la Liga de Campeones después de siete años de ausencia. ¿Qué opciones tiene?

Respuesta: «El Milan tiene un grupo difícil (Liverpool, Atlético de Madrid, Oporto) (…) Pero es importante hacerlo bien en esa competición. Conozco a su entrenador (Stefano Pioli) desde hace años. Era un entrenador ya excelente en el plano táctico, pero que no transmitía identidad a sus equipos. Ahora ha superado eso, su equipo sí que tiene un estilo».

P: Los clubes italianos no han ganado una competición europea desde 2010. La victoria en la Eurocopa de Italia este año, ¿es una señal para una posible reacción?

R: «Lo que hace Mancini anima mucho. ¡Ha cambiado tantas cosas! Parece ser el hermano del jugador que fue, como si fuera otra persona. Hemos ganado la Eurocopa después de años sin victorias. Entre 1989 y 1999 conseguimos quince copas europeas (cuatro Copas de Europa/Ligas de Campeones, 8 Copas de la UEFA -actual Europa League- y 3 Recopas de Europa). Era un momento positivo porque teníamos un ejemplo positivo, con el Milan. Hoy tenemos al Atalanta, al Milan, a la Lazio con (Maurizio) Sarri o un entrenador joven como es Vincenzo Italiano con la Fiorentina… Otros muchos son muy buenos con las tácticas, pero con equipos que no dan espectáculo».

P: ¿Se piensa todavía más en defender mucho que en atacar en Italia?

R: «Cuando yo era pequeño, era seguidor de Brasil, del Real Madrid y luego del Ajax, con su fútbol fantástico. El fútbol italiano me procuraba pocas emociones y me divertía todavía menos. Era un fútbol hijo del miedo y del engaño. Intenté comprenderlo: el fútbol es el reflejo de la historia y de la cultura de un país. Iluminamos al mundo hasta el siglo XVI, pero desde entonces no nos hemos renovado. Y en ese caso, los demás te adelantan. Escribí una vez en una crónica para un diario que la última vez que nos lanzamos a un ataque fue en la época de los romanos».

P: Pero las cosas parecen cambiar, también en Italia, ¿es así?

R: «Hoy tenemos entrenadores, seis o siete, que han puesto el buen juego en el centro del proyecto. Los demás siguen en la táctica… ¿Cómo alguien que no espera más que los errores de los demás puede ser optimista? Yo quería un equipo optimista, que continuara atacando. (Massimiliano) Allegri (entrenador de la Juventus) es un gran táctico, pero juega nuestro fútbol (típicamente italiano), que desgraciadamente ha ganado muy poco en el plano internacional. Para imponernos internacionalmente tenemos que ofrecer un fútbol de dominio».

P: ¿Es su consejo al AC Milan, que primero piense en dar espectáculo antes que pensar en ganar?

R: «Con el Milan, yo estaba seguro de que si jugábamos bien, ¡sería más fácil ganar! En Italia todavía no estamos en eso. La mayor parte de los entrenadores dicen que quieren primero ganar. ¡Pero yo también quería ganar! En tres temporadas en la Copa de Europa (actual Liga de Campeones), ganamos dos de ellas. No está mal, ¿no? Siempre he creído que el mérito, la belleza, la emoción, el espectáculo y la armonía eran ingredientes indispensables. Un país que todavía no ha comprendido eso, va con retraso».

P: ¿Y cómo lograr eso?

R: «Para mí, el fútbol siempre ha sido una filosofía, no un sistema de juego. No miraba nunca los pies de los futbolistas, sino su cabeza, su personalidad. Quería gente madura, inteligente. Les proponía cosas y ellos me las devolvían con mejoras. Era como un partido de ping pong, en el que todos progresábamos. Hacen falta clubes con paciencia, yo nunca fui despedido».

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