«Estamos profundamente entristecidos por el incidente que se produjo en el partido de la semana pasada», comentó el equipo checo en una carta enviada al centrocampista del Mónaco Aurélien Tchouaméni y a su equipo.

«Gracias a las imágenes de televisión, las personas implicadas han sido identificadas, están bajo investigación y serán excluidas de todos los partidos del club», prometió el Sparta.

El equipo checo también agregó que tendrá «una tolerancia cero ante todo tipo de comportamiento discriminatorio para prevenirlo».

El mediocampista del Mónaco recibió gritos de mono en el minuto 37’ tras marcar el primer gol del partido. El encuentro se interrumpió, sin embargo, el conjunto monegasco decidió reanudarlo.

«Lo que pasó no debe quedar impune», opinó el jugador por medio de un mensaje de twitter.

«El racismo no tiene sitio en el fútbol ni en ningún otro lugar. La diversidad es lo más preciado de nuestro mundo. Es lo que lo hace hermoso», agregó.

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Esta acción hace que la UEFA crea un proceso disciplinario contra el Sparta de Praga por «comportamientos discriminatorios, cánticos injuriosos y lanzamientos de objetos al jugador».

No obstante, la organización aún no ha presentado ninguna respuesta al caso. La semana pasada, la liga checa multó al Sparta de Praga tras los incidentes de cantos racistas hacia el defensa Florent Poulolo en un partido de liga. Además el campeonato amenazó con cerrar su estadio debido a este incidente.

Por otro lado, el equipo dirigido por el croata Niko Kovac deberá demostrar el mismo nivel que consiguió la semana pasada ante el Sparta Praga, nivel que no pudieron retomar en su primer encuentro de la liga francesa cuando empataron a uno el viernes ante el Nantes.

Si logran avanzar a la siguiente ronda, el Mónaco se enfrentará al ganador entre el Genk de Bélgica y el Shakhtar Donetsk de Ucrania. El partido de ida fue a favor de los ucranianos que vencieron como visitantes 2 a 1 a los belgas.