Mientras las instituciones desfilan esta semana buscando evitar recortes a su presupuesto, los diputados aprobaron para ellos, el más alto de la historia en la casa de Justo Arosemena.
La Comisión de Presupuesto de la Asamblea confirmó que se les aprobó 135 millones de dólares para el 2022, 28 millones más que el año pasado, precisamente en momentos en que la institución es dirigida por Crispiano Adames, quien apoya a Benicio Robinson, actual presidente del PRD y quién busca mantener el control del partido. Mientras que del lado de sus aliados, Yanibel Ábrego, diputada de Cambio Democrático, intenta afanosamente sacar de la directiva del partido a Rómulo Roux.
Las movidas de ambos grupos, requieren reuniones en todo el país para convencer a más de 5 mil copartidarios entre los dos partidos.
El diputado Benicio Robinson describió dicho aumento como «moderado» manifestando que esa institución no ha dejado de trabajar ni funcionar en los últimos 12 meses.
Ante esta situación, el analista político, Edwin Cabrera, dijo que la mayoría se va en planillas con contrataciones que son disfrazadas con activismo político.
Según explicó, objetivamente la Asamblea lo que más necesita son asesores y existen dos tipos, los que son de carácter permanente, como lo tienen varias comisiones, y luego están los que contratan por un tiempo específico mientras se revisa alguna ley que se haya presentado.
«Pero desgraciadamente la realidad es que quieren contratar bajo la figura de asesores u otro tipo de asistentes, personal para asistir al diputado los circuitos como activistas políticos y claro, cuando viene una etapa de elecciones internas de los partidos políticos, muchos de esos diputados se valen de eso para tener en las provincias personas buscándole votos y ahí está la distorsión terrible. No hay presupuesto que aguante esa voracidad con ese apetito que tienen los diputados», aseguró Cabrera.
Durante su comparecencia en la Asamblea, el diputado independiente, Edison Broce, manifestó que dicho aumento en el presupuesto es «injustificable» y más aún en estos momentos de austeridad.
El presidente de la bancada independiente aseguró que esto equivale a un 26.58% de aumento con respecto a su presupuesto anterior, mientras que a otros sectores se les ha hecho una reducción, como lo son educación, ambiente, hospitales, agua, universidades y deporte. «No estoy de acuerdo», recalcó.
«Estos son momentos históricos, hay que estar a la altura del desafío, hay que imprimirle eficiencia, no botar la plata en deuda, planilla, subsidios; nos estamos acercando a los países que ya han tenido Estado fallido por estar administrando las finanzas públicas de esa manera. Así es que hago ese llamado respetuoso a que se reconsidere ese presupuesto en la Asamblea y en muchas instituciones», finalizó.
El presupuesto de la Asamblea Nacional en el 2019 fue de B/.96.5 millones, mientras que para el 2021 aumentó a B/.107 millones, para el 2022 solicitaron B/.141 millones, de los cuales le fueron aprobado B/.135 millones.