La Torre Eiffel propondrá pruebas antígenas a los visitantes que no tengan el pasaporte sanitario anti-Covid desde el miércoles, día de entrada en vigor de esta medida en lugares culturales o de diversión que reciban al menos 50 personas, anunció el martes el gerente a la AFP.
Desde las 08:30 a.m. del pasado miércoles, o sea una hora antes de la apertura de las puertas de la Torre, los visitantes que no puedan mostrar el pasaporte sanitario (que prueba la vacunación completa, una prueba negativa reciente o la inmunización) deberán, si desean acceder al monumento, someterse a una prueba antigénica en las carpas instaladas frente a cada una de las entradas, justo antes del control de seguridad, indicó la Sociedad de explotación de la Torre Eiffel (Sete).
Este dispositivo suplementario «garantiza a los turistas visitar el monumento en condiciones óptimas», comentó Patrick Branco Ruivo, director general de la Sete, quien dijo «aplicar el decreto» aparecido el martes en el Diario oficial.
Estas pruebas serán gratuitas para los visitantes franceses, pero los turistas extranjeros que no residan en Francia tendrán que pagar 25 euros, como en todo Francia desde el 7 de julio.
«Se le ha avisado desde antes a nuestros visitantes», especialmente con mensajes en todas las lenguas en el sitio internet, subraya Branco Ruivo, quien prevé en un primer tiempo 1,500 pruebas, o sea un visitante de cada diez y 20 controladores de pass sanitario.
Uno de los monumentos de paga más visitados en el mundo, la Torre Eiffel abrió el viernes al mediodía después de ocho meses de cierre, o sea el tiempo más largo que ha permanecido cerrado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Este símbolo de París recibió entre 10,000 y 13,000 turistas diarios, o sea el nivel esperado que corresponde a la mitad de su frecuentación habitual.