En el segundo año de la pandemia por la COVID-19, 100 millones de niños en América Latina y el Caribe continúan afectados por el cierre total o parcial de las escuelas.
A pesar de que la cifra disminuyó desde abril a junio, Unicef reveló que no se tiene información de la calidad de las modalidades utilizadas en este proceso de enseñanza.
Un total de 23 países y territorios de América Latina y el Caribe todavía tienen escuelas parcialmente cerradas, incluida entre estos, Panamá.
La actualización a junio de este año del informe de Unicef detalla que, 9.4 millones de niños están afectados en los países donde las escuelas están completamente cerradas.
En tanto que la cifra de niños perjudicados por escuelas parcialmente cerradas, son 9.2 millones.
En 7 países y territorios las escuelas están totalmente cerradas, y en 6 están totalmente abiertas.
Unicef, afirma que la información sobre la calidad de las modalidades de aprendizaje combinado, así como el impacto que tienen, es escaza.
Una nueva crisis que profundiza aún más la desigualdad
La crisis de salud que no ha dado tregua a la región, redujo el PIB de forma drástica, causando un impacto social y económico en la población.
Las bajas tasas de vacunación, son el reflejo de un acceso desigual a los biológicos contra la COVID-19.
Apenas una de cada 10 personas se ha inoculado al menos con una dosis, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.
La educación, se está perfilando como una nueva crisis que tendrá que afrontar la región, al producirse un importante retroceso en el acceso a esta.
Un informe del Banco Mundial (BM) actualizado en marzo pasado, advierte de que “si los cierres continúan afectando al sector de la educación durante demasiado tiempo, es posible que muchos niños nunca regresen a la escuela”.
Y alerta de que, en cambio, “comiencen su vida laboral antes de lo previsto”.
El BM dijo que, “quienes regresen a la escuela habrán perdido meses o incluso años de educación, lo que socavará sus ingresos futuros y sus perspectivas de movilidad social”.
Un análisis de la Organización Internacional del Trabajo y Unicef, en torno a las tendencias del trabajo infantil y sus tendencias en 2020, advirtió que, un total de 8.2 millones de niños en la región están en situación de trabajo infantil.
Por su parte, Unicef manifestó que, la reapertura escolar en América Latina y el caribe, es un proceso frágil.
La región está reportando 1 millón de nuevos contagios, cada 6 días, y notificado 37 millones 441 mil desde que comenzó la pandemia, según datos al 27 de junio del rastreador de la agencia de noticias Reuters.
La transmisión del virus del SARS-CoV-2, ha golpeado de forma inclemente a los países y territorios de América Latina y el Caribe, mermando actividades como la educativa.
La exclusión escolar por motivos económicos en Panamá se estima en 19%
En Panamá, 841 mil estudiantes continúan afectados por el cierre parcial, y no hay una fecha precisa para la reapertura de aulas.
Es uno de los países con cierres más prolongados, junto a Venezuela, México, Honduras, Ecuador, República Dominicana, y Belice.
En la actualidad, 4 mil 519 escuelas continúan cerradas, a la espera de una reapertura.
El año pasado, 46 mil estudiantes quedaron marginados del sistema educativo, al no ser localizados para tal fin.
En áreas rurales y del interior del país, se inició la educación presencial en 78 escuelas, beneficiando a 8 mil 700 estudiantes, según Unicef de Panamá.
El año lectivo, comenzó en marzo con un estimado de 895 mil estudiantes matriculados, de los cuales, 145 mil forman parte de la educación privada
Es una de las 16 naciones que han priorizado la vacunación contra la COVID-19.
Unicef en su informe destaca que, desde abril pasado, el 60% de la planta docente ya está vacunada.
El Banco Interamericano de Desarrollo, estimó una exclusión por razones económicas del 19% en comparación con la situación antes de la pandemia.
Según el informe Los costos educativos de la crisis sanitaria en América Latina y el caribe publicado por el organismo multilateral en noviembre pasado.
Mientras que, la exclusión originada por razones académicas, se calculó en 10%.
Estos datos colocan a Panamá como el más afectado de la región, con una exclusión escolar del 29%, de acuerdo con las estimaciones del BID.
Como consecuencia de la crisis sanitaria, al menos 1.2 millones de jóvenes en edad escolar, “obligatoriamente podrían abandonar el sistema educativo en la región”, destacó.
La revitalización de las economías, no puede pasar por sacrificar el futuro, afirmó, destacando a su vez que es imperativo no fomentar una “generación perdida”.