El conjunto de fortalezas y castillos coloniales de Portobelo hacen parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1980. Esta riqueza patrimonial ha sido amenazada por su falta de atención.
La restauración dirigida por el Ministerio de Cultura tiene como objetivo proteger la Bahía de Portobelo y las fortificaciones del conjunto.
Hoy, el cambio climático es una amenaza suplementaria para la conservación del patrimonio de Portobelo y San Lorenzo.
Un informe de la UNESCO, manifiesta que el cambio climático se está convirtiendo en un riesgo importante para los sitios del Patrimonio Mundial.
«Tenemos que entender, vigilar y abordar mejor en todo el mundo la amenaza del cambio climático sobre los sitios del Patrimonio Mundial”, dijo Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En Panamá, las fortificaciones y castillos de Portobelo y San Lorenzo, han sufrido un importante impacto por este fenómeno.
La Directora Nacional del Patrimonio, Katti Osorio, dijo que se deterioran las bases de las fortificaciones y castillos, porque están construidas con piedra de coral, que se erosionan por el cambio de acidez en el mar debido a los efectos del cambio climático y la ausencia de una planta procesadora de aguas servidas.
La restauración de las fortificaciones de Portobelo y San Lorenzo permitirán consolidar las estructuras frente a la amenaza del calentamiento global.
Centroamérica y el Caribe son las dos regiones más vulnerables.
Su ubicación entre el Atlántico y el Pacífico hacen de esta región una víctima del aumento del nivel del mar.
La erosión es un proceso químico que, en una superficie, elimina los materiales existentes. Los agentes de la erosión son el agua, el mar y el viento.
La concentración de sal puede degradar las piedras, pero la acidificación es, desde hace unos años, una preocupación importante.
Las aguas marinas son cada vez más ácidas y deterioran de manera considerable las piedras del conjunto de fortalezas. Además, las edificaciones son de piedra de coral.
El coral es una materia muy sensible a la acidez. Desde hace unos años, muchos corales se están muriendo por el aumento de la acidez de los océanos.
En el Caribe, la aparición del sargazo, un tipo de alga oscura, es un nuevo peligro que puede impactar las costas panameñas y las fortificaciones. El científico Frédéric Ménard, especializado en los Océanos, explicó que la proliferación de esta alga es impulsada por el aumento del nivel del mar.
El calentamiento global fortalece también la intensidad de las lluvias. De hecho, estas lluvias se incorporan en las tierras aumentando el riesgo de deslizamiento.
En 2010, el distrito de Portobelo fue impactado por aguaceros que dañaron una parte de las ruinas de Santiago de la Gloria.
Para evitar estos deslizamientos de tierra, Osorio dijo a Destino Panamá que una parte de la restauración consistirá en estabilizar los suelos de San Jerónimo, San Fernando y Santiago de la Gloria.
Un estudio realizado por Ciantelli (Environmental impact on UNESCO heritage sites in Panama) en 2017, demostró que la acumulación de biomasa, es decir materia orgánica y el ciclo de transición de sal son los principales factores de la deterioración de los sitios de Portobelo y San Lorenzo.
Los materiales del patrimonio histórico no se hicieron con materiales resistentes. La restauración del patrimonio de nuestro país es una oportunidad de concienciar a la gente sobre el cambio climático.
Un grupo de estudiantes levantó un inventario de los dañados causados a las fortificaciones de Portobelo y detectaron la presencia de pátina biológica, desprendimientos de laminar, erosión, incrustaciones de salinas así como alteraciones cromáticas de acuerdo a la publicación en blog Piragua-Fuego y Agua
Indicaron que “cualquier cambio en la temperatura y en el contenido de agua afectará la conservación de estos sitios, por lo que es necesario tomar precauciones para aquellos inscritos en la lista del Patrimonio Mundial”.
La restauración de las fortificaciones de Portobelo y San Lorenzo representa una nueva etapa importante para preservar el patrimonio cultural. Pero el cambio climático creará probablemente nuevos desafíos para seguir protegiendo nuestra riqueza nacional.
Mi Cultura está actualmente programando un programa de restauración de los castillos y fortificaciones de Portobelo para excluir aeste conjunto monumental de la lista de patrimonios en peligro de la UNESCO.