La Organización Panamericana de la Salud (OPS), reiteró este miércoles que las personas que padecen la COVID-19 tienen mayor riesgo de sufrir trombosis que aquellos que son inoculados con las vacunas de AstraZeneca (AZ) o la de Johnson & Johnson (J&J).
El doctor Jarbas Barbosa, subdirector regional de la agencia de salud, respondió a Destino Panamá, durante la conferencia de prensa realizada este miércoles que, los efectos graves asociados a las vacunas como los trombos, son raros y menores a los que podría sufrir una persona con un cuadro grave de COVID-19.
Los eventos no previstos como los reportados con la vacuna de AZ “son muy raros”, dijo Barbosa, y detalló que el sistema de vigilancia de Reino Unido informó de la ocurrencia de un (1) caso entre 250 mil dosis administradas.
Un metaanálisis que involucró 425 estudios clínicos publicados en revistas internacionales reflejó que, el riesgo de sufrir trombosis en pacientes COVID-19 hospitalizados es de un 21%. Es decir, 21 personas de 100, puntualizó Barbosa.
Mientras que en pacientes que reciben terapia intensiva, el porcentaje aumenta a 31%.
“Cuando comparamos esto con un caso en 250 mil dosis aplicadas, es evidente que los beneficios (de la vacuna) son infinitamente mayores que los riesgos”, remarcó Barbosa.
Destacó la importancia de que el sistema de vigilancia esté operando. La FDA reportó la semana pasada la ocurrencia de 10 casos de efectos graves y raros de trombos en mujeres vacunadas con Johnson & Johnson.
La Agencia de Medicamentos de Europa (EMA) y la OMS, se han reafirmado en que el beneficio de esta vacuna – centro de la polémica en el viejo continente – es superior al riesgo de contraer la COVID-19.
La vacuna de AZ tiene un alcance global importante: está siendo usada en 124 países y territorios del mundo.
Panamá abre oportunidad de adelantar vacunación
Panamá recibió el pasado 16 de abril, desde el mecanismo COVAX, 36 mil dosis, que están comprometidas para que 18 mil personas se inoculen con las dos dosis, por la vía de Vacuna Exprés.
Esta respuesta de la población es una buena noticia, y un indicativo que en el Istmo las personas están conscientes de la importancia de inmunizarse en contra de un virus que ha golpeado la salud de más de 300 mil personas, registrado 6 mil decesos e impactado a la economía del país.
Las autoridades de salud decidieron adelantar la vacunación a las personas que voluntariamente decidan aplicarla, siempre que sean hombres mayores de 30 años y mujeres mayores de 50 años.
El gobierno anunció que tramita un nuevo embarque de 73 mil dosis ante el mecanismo COVAX, que estarán en nuestro país según disponibilidad del fabricante.
En el término de unas 24 horas, se completó el registro de 18 mil voluntarios, cuyas segundas dosis han quedado reservadas para completar el régimen.
El fármaco de AZ se suma a Cominarty que se comenzó a dosificar en la población en riesgo desde enero pasado.
El régimen de ambas vacunas es de dos dosis con intervalo promedio de 21 a 28 días. Las tecnologías son distintas.
AZ utiliza un adenovirus modificado para llevar el gen de la proteína de pico del SARS-CoV-2 e inducir la respuesta inmunitaria.
Pfizer se desarrolló con ARNmensajero que lleva material genético que le enseña al cuerpo cómo producir copias de la proteína S, o corona del virus. De esta forma combate la infección.
En la región de Latinoamérica y El Caribe en la que se está aplicando esta vacuna, no se ha notificado casos adversos graves.