Se cerraron los recintos de pinturas, danzas y poesías; también los teatros y las grandes salas de música y arte. La pandemia de COVID19 paralizó las más bellas sinfonías presentadas ante cientos de millones de personas alrededor del mundo. La forma de hacer música tuvo que reiventarse y todo ese universo que llena de colores y sensaciones el alma a través de letras, acordes y melodías se valió de los canales digitales y las redes sociales para seguir adornando la vida. Y así, la música continuó sonando en tiempos de pandemia.

Carlos Alexander Guevara Ruiz, un joven apasionado de la música, de los ritmos y del arte hecho sonido es el director musical de la Orquesta de Cámara del Istmo, una institución que vitaliza nuestra esengia, porque es arte, música y cultura. Carlos nos habla un poco de su vida con anécdotas a través de las cuarentenas y el mundo de ahora con el nuevo coronavirus. Para él la música nunca se detuvo.

¿Cómo te cambió la vida la COVID19?

Ha sido una experiencia en donde han pasado cambios tantos emocionales, personales y laborales.  Dentro de lo emocional y sentimental fueron momentos difíciles que los encierros me afectaron, el hecho de tener una rutina activa y de la noche a la mañana el estar encerrado como quien dice en 4 paredes como si estuviera en una prisión me afecto muchísimo.  A eso le sumamos la sosobra del saber que iba a pasar con nosotros y este virus que vino para quedarse, y el temor de no ser contagiado con el mismo.  Tambíen me afecto por la pérdida tanto de amigos como de familiares por el COVID19.

Dentro de lo laboral el hecho de estar casi 365 días detenido fue un golpe muy duro, por el hecho de no tener entradas económicas, el hecho de no poder estar en un escenario y de no escuchar los aplausos de un público.

¿Y cómo músico que tanto te ha cambiado la vida la pandemia?

Esta pandemia me la ha cambiado para bien, con los encierros para no entrar en desespere, retome mis prácticas en el instrumento (la viola) a su vez de aprender nuevas cosas: grabación y mezcla, ya que todo es ahora de manera virtual.  El aprender a filmar de manera correcta, y a su vez el tomar nuevos cursos relacionados a mi campo laboral.  Por otro lado el reto de poder enseñar un instrumento musical (violín y piano) de manera virtual es un gran reto ya que uno como docente necesita estar siempre supervisando al estudiante para corregir técnica, afinación, entre otros aspectos.

¿Qué añoras y que rescatas de todo esto?

Pues una de las cosas que más añoro con todo esto es el volver a un escenario y sentir ese calor del público, escuchar sus aplausos.  Es algo totalmente satisfactorio para los artistas, a parte del volver a tocar con tus colegas y el poder hacer música de forma grupal.  Y una de las cosas que puedo rescatar es la enseñanza y aprendizaje que he tenido a través de los cursos que he tomado, creo que antes de la pandemia por falta de tiempo no hubiera tenido la oportunidad de tomarlos.

¿De qué forma se las han ingeniado para hacer y llevar música en estos tiempos?

Como músico he aprendido el utilizar mas las redes sociales para poder llevar la música, no solo dentro de nuestro país, sino fuera de nuestras fronteras.  La Orquesta de Cámara del Istmo durante esta pandemia, hemos hecho grabaciónes reduciendo la orquesta (quintetos , sextetos y demás) para cumplir con las medidas de bioseguridad y a su vez realizar las grabaciones para poder llegar a cada uno de los hogares de nuestros espectadores.  Hemos podido retomar ensayos siempre cumpliendo con las medidas y el cuidado pertinente, cuidándonos el uno al otro ya que somos mas que colegas una familia.  Tuvimos la gran experiencia de realizar un concierto totalmente virtual, algo un poco extraño para nosotros, ya que al terminar cada pieza no habían aplausos, pero algo satisfactorio para todos por el hecho de volver hacer música juntos.

¿Cómo músico qué anécdota tienes de esta pandemia?

Hay una frase que nos dejo el compositor P.I. Tchaikovsky: “ Sino fuera por la música, habrían más razones para volverse loco”.  Y queda demostrado que con esta pandemia que estamos viviendo es totalmente cierto, ya que gracias a la música y al arte la humanidad ha podido sobrellevar las situaciones y emociones.  Con esto queda demostrado la importancia de todas las bellas artes, llámese teatro, danza, artes visuales y música, y lo que implica esto para un país, o más bien para el mundo entero.