Cuando por medio de concurso público o de méritos aspiramos a un cargo público, debemos tener la clara convicción que el mismo conlleva responsabilidad y sobre todo dignidad. Muchos cargos son complicados, otros son simplemente cosméticos, pues quien realmente los ejerce o manda es otra persona que esta detrás. Hay personas que en el ejercicio de un cargo debe tomar acciones y decisiones y estas de por si afectaran o beneficiarían a alguien. Pero dichas actuaciones deben ser conforme la Constitución y la Ley.

El Órgano Ejecutivo, en una suerte de ensayo y error decidió convocar concursos para Magistrados y Procurador, utilizando al Pacto por la Justicia y empresas. supuestamente expertas, en análisis de personal, para mediante esa metodología poder escoger a los “mejores” o los mas capacitados. La suerte de dicho sistema solo se vería al momento del ejercicio del cargo de los escogidos, donde la independencia, dignidad y moralidad serian motivo de escrutinio público.

Todos los que en algún momento han podido estar cerca de quienes toman las decisiones, conocen que muy poco, por no decir en ningún caso, los grandes cargos se designan sino tienes un padrino, alguien que te recomienden y por ese hecho las personas quedan en deudas con X o Y persona. Algunas veces esos nombramientos llegan a tener un grado de independencia, pero en definitiva se sienten en deudas con quien los nombro o recomendó. Es la mentalidad de muchos y otros simplemente se lo recuerdan a diario.

A la hora de tomar decisiones difíciles, prefieren primero pedir permiso o autorización, antes de afectar a algún sector de poderes políticos, económicos y hasta religiosos. He escuchado sobre altos funcionarios judiciales que llamaban a Presidentes para consultar sobre temas judiciales, que llegaban al punto de sumisión, de ahí que nadie entiende para que aspiran a cargos, donde el criterio propio y su sentido común no se debe cuestionar. Por otro lado, el Ejecutivo por interpuestas personas inmiscuyéndose en la administración de justicia, le daban golpes mortales a su credibilidad.

Con la escogencia de Eduardo Ulloa, con quien converse en dos ocasiones, se pensó en un outsider, que, si bien había tenido un paso por la Institución, podía darle ese aire que requería el Ministerio Publico, después de haber sido manipulado tan abiertamente por el Ejecutivo (ver los denominados Varela Leaks). Yo personalmente considero que su primer error fue no entrar con un equipo de trabajo de su entera confianza. Se confió demasiado en antiguos compañeros, que no compartian su propio compromiso. Esto aunado que quiso darle autonomía de vuelos, a los Fiscales, sin el tener cimentado el piso donde estaba parado.

Recuerdo decirle a Ulloa que “en este cargo tendrás presión de diferentes sectores, pero con ninguno quedaras bien, pues cada uno piensa por sus intereses”, “trata de quedar bien contigo mismo, la Constitución y la Ley que es lo que te quedara”. Lo cierto que de una entrevista a otra su personalidad iba cambiando, lo sentí decaído y abatido. Pero creo que algo externo influyo y su movilidad se vio reducida, precisamente por no tener un cuerpo asesor que le diera el apoyo. La entidad de mayor importancia en la investigación, necesita una persona con el carácter y la independencia necesaria para tomar las decisiones pertinentes.

Tener las mejores intenciones no basta, hay que tener el coraje y la decisión para hacer que una entidad tan importante funcione. Decisiones que tocaran sectores de poder, ante los cuales no se puede ceder ni un milímetro, porque será aprovechados por ellos. Rebuscaran en tu vida para tratar de chantajear o manipular y es en esos momentos cuando la cuota de valentía debe resaltar. En el país hay muchos profesionales que pueden ejercer estos cargos, pero no tienen esa palanca que los haga llegar, precisamente, por no ser del entorno del poder y pueden ser manipulables.

Cuando un gobernante pretende comprar lealtades con cargo al erario, se equivoca y cuando un funcionario acepta un cargo para el cual no esta preparado, le hace un daño enorme a la entidad. Ahora quedara encargado el Procurador Suplente, que no puede demorar mucho tiempo en esa condición, o se le ratifica rápido o se designa al nuevo Procurador en una semana máximo. Pues funcionarios interinos muchas veces son presionados, con no darle la titularidad sino hace tal o cual cosa.

Así veo las cosas y así las cuento.