Contar con sillas especiales para menores en los automóviles en estos tiempos parece evidente. Es la mejor forma de cuidarlos dentro del habitáculo del auto y es imprescindible para prevenir daños o una muerte en caso de un frenazo o un accidente. Muchos padres de familia utilizan las sillas pero no es una obligación legal. Los diputados parecieran estar interesados en otros temas y por años han postergado la discusión de esta importante ley. En particular, desde el 2017 algunos ciudadanos independientes están promoviendo esta legislación.
La iniciativa estuvo a punto de ser aprobada pero la presión de los taxistas pudo más y el proyecto de ley no progresó. Los conductores del transporte selectivo les preocupa incurrir en el gasto de una silla para niños y, al mismo tiempo, no están de acuerdo en transportar este dispositivo y que les pueda quitar espacio. Por la misma razón se han opuesto a la iniciativa los propietarios de los buses colegiales.
En este mes la Comisión de Comunicación y Transporte de la Asamblea Nacional acordó discutir en primer debate un nuevo proyecto que no incluye a taxis ni buses colegiales, lo cual podría facilitar su aprobación. Hay que decir que se debiera considerar la seguridad vial de los bebés y niños en cualquier tipo de movilidad y no solamente en los automóviles particulares.
De aprobarse el anteproyecto 166 será obligatorio incluir un Sistema de Retención Infantil en los asientos posteriores de los automóviles al transportar a menores de 12 años o que midan menos de 1.50 metros. De no acatar la norma serían multados por violar el Reglamento del Tránsito Vehicular. En la actualidad está prohibido llevar niños menores de cinco años en la parte delantera según ese reglamento. Así es que el proyecto amplía la edad incluyendo las diferentes etapas del menor e impone la multa de 100 dólares y 5 puntos.
Un valor a destacar del proyecto es que nació como iniciativa legislativa de Osiris Gratacós, presidenta de la Fundación de Educación Vial y los doctores especialistas Iván Landirés y Virginia Núñez. Su interés es el bienestar de los infantes y que se asegure la reducción de lesiones y muertes en siniestros viales.
Los promotores del proyecto aseguran que en nuestro país las vidas perdidas de niños por siniestros viales constituyen un problema de salud pública, siendo los primeros años de vida hasta los 14 años de edad, la principal causa de muerte después de las infecciones.
Los sistemas de retención infantil previenen hasta un 90% las lesiones infantiles graves, incluidas las lesiones que generan muerte y discapacidad en niños, así como hasta un 75% de la pérdida de vida de menores.
Landirés y Núñez presentaron una investigación que debemos destacar. Estudiaron las muertes ocurridas en accidentes de tránsito entre 2012 y 2015 de niños menores de 14 años en Costa Rica, Guatemala y Panamá. Además, la cantidad de menores (12 mil) que tuvieron lesiones por colisiones de automóviles.
Lo más preocupante es que Panamá arrojó la cantidad más alta de muertes de menores por dicha causa. Costa Rica, por el contrario, donde sí se cuenta con los sistemas de retención infantil, es el país con menor número de letalidad en ese segmento de la población en accidentes viales. Se reconoce a este país por ser el único de Centroamérica por contar con adecuadas políticas públicas de uso correcto de las sillas para menores.
Esperemos que los diputados continúen interesados en el tema. Hay un dato que debiera hacerlos pensar. Las colisiones de vehículos de motor representan el 30% de todos los fallecimientos relacionados con lesiones en menores de 20 años globalmente.
Es interesante citar las palabras de los investigadores que en conclusión dijeron que “al momento de transportarse en vehículos de motor, los bebés y niños requieren un sistema de retención infantil según su estatura y peso a lo largo de su desarrollo, diseñados para protegerlos en caso de un siniestro vial, frenado violento, maniobras bruscas, que se abra una puerta durante el desplazamiento o alejarlos de la estructura del vehículo, dispersando la fuerza del impacto”.
Confiamos que la iniciativa siga avanzando. Los diputados de la mencionada comisión legislativa prohijaron el proyecto y aceptaron discutir en primer debate. De concretarse todavía tendría que ser aprobado en segundo y tercer debate, para ser enviado a la Presidencia de la República para que se pueda convertir en Ley de la República. No todo debiera terminar con esta ley. La siguiente etapa debiera ser impulsar las sillas especiales en el transporte selectivo y en los buses escolares.