Los demócratas no van a tener fácil llevar adelante en el Senado el juicio político contra Donald Trump. A medida que ambos partidos se preparan para lo que se espera sea un juicio de tres o cuatro días, los líderes republicanos anunciaron que resistirán con argumentos políticos y constitucionales.
Los demócratas necesitan el voto de 17 senadores republicanos para lograr el objetivo de humillar al exmandatario e impedirle participar de por vida en cualquier cargo de elección. Pero, por el momento, solo cuentan con el voto de cinco o seis senadores republicanos.
En eso contribuyó la decisión de Trump de negar la amnistía a sus simpatizantes detenidos por asaltar el Capitolio el pasado 6 de enero, acción por la cual se acusó al expresidente de “incitar a la insurrección”.
Analistas coinciden en que una condena a Trump, el primer presidente estadunidense en enfrentar dos procesos durante su mandato, podría minar sensiblemente las perspectivas de reconstrucción del Partido Republicano dado que la base de seguidores del exmandatario podría engrosar el Partido Patriota, que se especula está tratando de formar.
Los republicanos viven un momento crítico y el juicio político a Trump, podría dividir aún más al partido de cara a las elecciones legislativas de 2022.
Senadores republicanos han criticado el juicio como “estúpido” y “contraproducente”. “Ya tenemos un fuego en este país y es como tomar gasolina y echarla a las llamas», dijo el senador republicano por Florida, Marco Rubio.
Sin embargo, el liderazgo republicano no debe dar la impresión de que estarían cerrando filas de nuevo en torno a una figura que les ha costado la Casa Blanca y el Congreso entero en solo cuatro años.
Por el momento, los senadores republicanos lograron pasar el inicio del impeachment contra Trump para el 8 de febrero con la apuesta de que para entonces el tema se haya enfriado. Como la figura del impeachment se emplea para sacar a alguien de un cargo que ostenta, crecen las dudas sobre la validez constitucional de ese juicio. El argumento es que el Senado no tiene autoridad para enjuiciar a un ciudadano común, como lo es Trump ahora.