Ambigüedad e improvisación

Un cronograma es una herramienta fundamental para la gestión de proyectos. Permite planificar un conjunto de tareas con las fechas estipuladas para su inicio y para su conclusión; lo cual asegura el éxito y el alcance de los objetivos propuestos.

Y en el ente gubernamental encargado de la tarea de inmunizar a la población contra el virus causante del covid-19, destaca la ausencia de esta herramienta tan necesaria para la realización de las tareas pendientes con respecto a las vacunas. Carecemos de información pertinente a los trabajos de adecuación para que la cadena de frío pueda recibir los primeros embarques de las mismas, una de las cuales requiere de temperaturas en torno a los -70° centígrados.

El pasado 15 de diciembre, en una conferencia de prensa, se informó que Panamá había comunicado a uno de los laboratorios estar lista para recibir las vacunas correspondientes. Sin embargo, el 18 de diciembre- tres días después- seis empresas apenas presentaban sus cotizaciones en el proceso de equipamiento de la cadena de frío para recibirlas. Incluso algunas de las empresas cotizantes para el suministro de congeladores han sugerido necesitar 80 días, en vez de los 30 propuestos, para cumplir con las entregas.

“Algo huele mal en Dinamarca”, acotaba uno de los vigías del castillo de Hamlet, lo cual resuena también en nuestra tragedia local.

Con respecto al proceso de aplicación de las vacunas la historia es igual: se desconocen los detalles del mismo: ¿a partir de qué fecha se inicia la campaña de vacunación? ¿dónde serán aplicadas? ¿la vacunación será casa por casa o el ciudadano tiene que asistir a algún lugar específico para recibirla? ¿cómo se organizará el procedimiento para evitar aglomeraciones? ¿hay que registrarse en alguna plataforma? ¿quiénes la recibirán primero, quiénes después?

La incertidumbre y el caos son la nota dominante en estos momentos críticos en que lo que se espera es seguridad y eficiencia en el manejo del desastre en el que nos mantiene sumidos el nuevo coronavirus.

Lo único que se ha manifestado con “precisión” es que en el primer trimestre del año 2021 llegará el primer lote de 450 mil vacunas para inmunizar a los primeros 225 mil panameños. Todo lo demás se mueve tras una cortina que deambula entre el secretismo, la ambigüedad y la improvisación. Esta última que ya destaca como la moneda de uso habitual en la presente administración gubernamental.

 

 

 

 

 

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