Nueve vacunas, en fases clínica avanzadas, alimentan la esperanza de aliviar la crisis sanitaria que azota al mundo desde principios de año.
Una de ellas anunció hace unos pocos días una eficacia del 90 por ciento y que, luego de recibir el visto bueno de las autoridades sanitarias pertinentes, podría estar disponible a finales de este año.
Sin embargo, el hecho de requerir temperaturas por debajo de -70 grados centígrados (-70°C), convierte su transporte y almacenaje en una tarea de dimensiones monumentales.
La mencionada temperatura es comparable a algunas de las más bajas registradas en la Antártida y plantea un reto para nada despreciable, sobre todo en áreas remotas y países en desarrollo. Transportar esta vacuna será- según el ministro de Sanidad de Reino Unido, Matt Hancock- una “operación logística descomunal”.
La mayoría de las vacunas de uso común en hospitales y dispensarios- como las del sarampión, rubeola, polio, varicela, hepatitis e influenza, entre muchas otras- requieren temperaturas entre +2°C y +8°C y, las más exigentes, requieren almacenarse a -15°C y -25°C.
La mayoría de las otras vacunas en avanzados estadios de desarrollo no requieren de temperaturas tan bajas, sin embargo, aún no cuentan con probables fechas de uso masificado.
Refiriéndose a la que tiene mayores probabilidades de salir al mercado, Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), declaró que transportar y distribuir una vacuna ultra fría representa un reto para todos los países. Y el reto se multiplica con creces para las áreas rurales y los países pobres o en vías de desarrollo como los que abundan en África y América Latina.
Mas, no hay lugar para la desesperanza: Covax, una alianza de varias organizaciones y gobiernos que lucha por una distribución equitativa de vacunas a nivel mundial, señala que la vacuna contra el ébola también requiere de condiciones de temperaturas que oscilan entre los -70°C y -80°C, y durante la más reciente epidemia de la enfermedad en la República Democrática del Congo se pudo vacunar a 300 mil personas.
Por supuesto que no es lo mismo una campaña de vacunación limitada a un solo país que llevar a cabo la misma tarea a nivel mundial. Sin embargo, no es la primera vez que la humanidad se ha enfrentado a encrucijadas cercanas a lo imposible… ¡Y aquí seguimos!