El efecto del alcohol en la sociedad panameña

Hemos visto cada vez más casos de muerte donde luego de un proceso de investigación, éstas revelan la presencia de Alcohol o de bebidas Alcohólicas, que producto de esa ingesta han ocasionado la merma de las capacidades del individuo, que se encontraba conduciendo un vehículo a motor, con el que ocasionó el hecho.

Esta alta incidencia y desenfreno debe llamar la atención de las autoridades y de los diputados de la República, para que se prevean la incorporación de disposiciones legales que sean realmente disuasivas, y que el ciudadano sea consciente de sus actos y de la responsabilidad que tiene en sociedad.

El Gobierno Nacional por su parte, debe poner en ejecución una serie de Campañas de Educación, de manera periódica ya que las mismas nunca pasan de moda y siempre es necesario reafirmar el mensaje de la responsabilidad que tenemos cada uno con nuestros actos, eso es prevención.

Apelar al incremento de las Sanciones penales no han logrado evitar la comisión de los delitos culposos, descritos en el Código Penal en los Artículos 133, y 134 de nuestro Código Penal, cuyas sanciones oscilan de 3 a 6 años de prisión más la mitad adicional como agravante por estar en condiciones que pudieron ser previstas y consideradas por el actor de ese hecho delictivo.

Las estadísticas en los accidentes de tránsito, han activado una preocupación ciudadana cuando se acentúa cada vez más este tipo de problemas y existe un grado de indiferencia cuando el problema no se ataca de manera real, dejando la responsabilidad exclusivamente en el sujeto activo del delito que en este caso es el conductor ebrio que atropella y causa la muerte de una o varias personas.

En otros países, te permiten el consumo de bebidas controladas, es decir que quien te está atendiendo en un centro de diversión observa el nivel de intoxicación de acuerdo a sus capacidades y sentidos de que quien está frente a él  y si esta pasado de copas.

Anunciarle al sujeto que esa es su última copa es una medida responsable de un comercio serio, que no quiere perder un cliente que pudiera caer en un grado de inconciencia representando un peligro para él mismo o para otras personas. Es una postura que podría ser explorada por los diputados en una norma acorde o medidas que pudiéramos contemplar como buenas prácticas para el buen comerciante.

Sentimos que estas medidas podrían ayudar no solo a evitar estos hechos que después lamentaríamos, sino que además de eso mejora la imagen del local. Pues nadie quiere entrar a un sitio donde se encuentra un sujeto dormido en la barra o en una mesa.

De esa manera no expones a la familia o a uno mismo a todo lo que pudiera ocasionar por tratar con un sujeto intoxicado que van desde molestias o faltas de respeto.

Otra medida, no menos importante sería llamar a un efectivo de la Policía Nacional, para que le pida al individuo retirarse o detenerlo hasta que recobre el nivel de sus capacidades y no represente peligro alguno para él u otras personas.

La Constitución en Artículo 310 faculta a la Policía Nacional para conservar el orden público, la protección de la vida, honra y bienes de quien se encuentra la jurisdicción del Estado Panameño. Igualmente los establece la ley 18 de 1997, ley Orgánica de la Policía Nacional en su Artículo 2 que señala que es la institución que garantizará la paz, la seguridad ciudadana, el cumplimiento y observancia de la Constitución Política, mientras que en el Artículo 3 establece que dentro de sus principios generales esta proteger la vida, honra, bienes, libertades y demás derechos con el fin de conservar el orden público.

Somos consciencias que hay grandes poderes económicos que giran en torno a la producción y venta de licor, no pretendemos que estas propuestas o reflexiones cercenen el floreciente negocio de las bebidas alcohólicas, pero si a solicitar conciencia y también compromiso frente a hechos que pudimos evitar con un acto voluntario y de buena fe.

El alcohol desinhibe, y en muchas ocasiones podría activar actos violentos dentro del hogar que se transforman en violencia doméstica, que han dado nacimiento a leyes rigurosas que buscan frenar este tipo de hechos, y cifras ocultas que no se hacen públicas hasta que los actos violentos atraviesan las puertas de los hogares.

La Sociedad debe ser más activa en lo que ocurre en ella, y debemos fortalecerla día tras día, para garantizar un país en paz, con oportunidades, y donde la convivencia humana sea placentera.

 

El autor es abogado.

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