“La pandemia está cambiando” dijo hoy Takeshi Kasai, director regional para el Pacífico Occidental de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Lo que estamos observando no es simplemente un resurgimiento. Creemos que es una señal de que hemos entrado en una nueva fase de la pandemia en Asia Pacífico”, alertó.
“Las personas de 20, 30 y 40 años están impulsando cada vez más su propagación. Muchos no saben que están infectados, con síntomas muy leves o ninguno. Esto puede provocar que, sin saberlo, transmitan el virus a otras personas”, acotó Kasai durante la conferencia virtual que organismo ofrece semanalmente.
Esto está ocurriendo, mientras en el mundo se reportan más de 21,5 millones de casos confirmados y más de 760 000 personas han muertos.
La OMS dice que el número de jóvenes que propagan el virus se ha incrementado en el mundo, lo que podría explicar por qué en varios países que habían superado los picos de contagios, resurgen los casos positivos.
Kasai explicó que los jóvenes desconocen que están contagiados ya sea porque presenten síntomas leves o son asintomáticos, y sin saberlo, trasmiten el virus a otras personas, lo que aumenta el riesgo para la población más vulnerable.
“Esto aumenta el riesgo de contagio a los más vulnerables: los ancianos, los enfermos, las personas que reciben cuidados a largo plazo, las personas que viven en áreas urbanas densamente pobladas y las áreas rurales desatendidas”, manifestó. Hizo un llamado para que se redoblen los esfuerzos a fin de evitar que el virus impacte a las comunidades vulnerables.
Con el anuncio de que la pandemia, está cambiando, Kasai señaló que una forma para no alterar la vida y la economía de las personas es combinando la detección temprana y las respuestas rápidas a las infecciones emergentes, y que las personas se cumplan con las medidas de prevención que forman parte de la ‘nueva normalidad’.
Kasai expresó que “el tamaño de esta pandemia es mayor de lo que habíamos imaginado y más de lo que nos habíamos preparado, y nos hemos dado cuenta de que la capacidad de preparación y respuesta de los países debe ser mayor”.
Los brotes se están detectando a tiempo y la respuesta rápida con intervenciones específicas y enfoques ágiles, recuperan la salud, las sociedades y las economías al mismo tiempo, manifestó. “Cuando la detección rápida se combina con un rastreo de contactos robusto, los grupos de infección se controlan, incluso cuando esos grupos son relativamente grandes”.
A pesar de que se han identificado mutaciones del virus SARS-CoV-2, consideró que este es “relativamente estable”.
De las lecciones aprendidas en los 7 meses y medio de la pandemia COVID-19, Kasai destacó las inversiones en preparación para emergencias sanitarias. “Si bien los países tienen una capacidad mucho más fuerte de la que hubieran tenido de otra manera, el tamaño de esta pandemia es mayor de lo que habíamos imaginado y más de lo que nos habíamos preparado, y nos hemos dado cuenta de que la capacidad de preparación y respuesta de los países debe ser mayor”.
Finalmente dijo que “si tomamos las decisiones correctas todos los días, saldremos de esto de la manera más segura y fuerte posible”.
En el continente americano las muertes por COVID-19 aumentaron un 13%, en 7 días
En la región de las Américas, el número de casos notificados la semana pasada se mantuvo estable en comparación a la semana anterior, con un aumento de menos del 1% en el número de nuevos casos confirmados.
Sin embargo, durante el mismo período, el número de muertes aumentó en un 13%, según reportó hoy, la OMS.
El continente americano sigue siendo el más afectado en los últimos siete días con el 53% de todos los casos recién confirmados y el 75% de las muertes notificadas
Los Estados Unidos informó de 360 mil casos nuevos, una disminución del 4% con respecto a la semana anterior. Esta disminución puede atribuirse en parte a un subregistro de casos en California debido a problemas de tecnología con el laboratorio electrónico, que informa al sistema de registro de enfermedades del estado.
El número de muertes reportadas en Perú aumentó en un 220% en los últimos siete días a un total de 25 mil 800 y una tasa de mortalidad acumulada de 784 muertes por 1 millón de habitantes, la que es actualmente es la más alta de la región.
Los informes de casos de COVID-19 entre los pueblos indígenas están aumentando en toda la región, registrando la tasa de mortalidad más alta en este grupo en comparación con los pueblos no indígenas.